El choque entre los dos principales reguladores financieros de China no es algo raro, pero ahora importa más debido a los temores de que el país pudiera enfrentar su “momento Lehman”.
De hecho, son los temores a una crisis financiera, particularmente en el enorme sector de la “banca en las sombras”, los que han tensado las relaciones entre la Comisión Reguladora de la Banca China y el Banco Popular de China (el banco central).
Fuentes cercanas dicen que las relaciones entre ambas entidades se volvieron especialmente malas en junio, cuando el banco central permitió que la liquidez se secara en el mercado interbancario. Eso disparó las tasas de interés de corto plazo y confrontó a los inversionistas con la posibilidad de una crisis financiera en China por primera vez en una década.
Personas involucradas en el episodio dicen que el banco central provocó intencionalmente la restricción de liquidez debido a su frustración con la incapacidad de la comisión reguladora de contener la actividad de la banca informal. Este sector incluye préstamos multianuales de altos intereses por parte de compañías de fideicomiso no reguladas a una complicada industria siderúrgica y firmas inmobiliarias que son repaquetizados en productos de inversión de corto plazo y vendidos a través de los bancos a inversionistas locales comunes.
Como prometen retornos mucho más elevados que la tasa máxima de 3,3% que los bancos pueden ofrecer para los depósitos a un año, estos productos se han vuelto enormemente populares. Algunos investigadores del gobierno estiman que el stock total de estos productos vigentes supera los 10 billones (millones de millones) de yuanes
(US$ 1,6 billón), frente a prácticamente cero, hace tan sólo cinco años.
Charlene Chu, el ex analista de Fitch que advirtió por primera vez sobre los riesgos de la banca en las sombras en 2010, cree que la mitad del crédito nuevo en la economía provino el año pasado de estas operaciones.
“El mercado está aprovechándose de la lenta reacción de los reguladores para reconocer la realidad”, dijo Chu.
Al provocar una contracción de efectivo en el mercado interbancario, el banco central trató cortar los fondos a estos productos. Pero, eso socavó la confianza en todo el sistema y la autoridad se vio forzada a restablecer rápidamente la liquidez. Luego de eso, el Partico Comunista amonestó al banco central por poner en peligro la estabilidad financiera. Desde entonces, la rivalidad entre ambos reguladores ha empeorado.