Los sistemas financieros de América
Latina se encuentran mejor preparados que en épocas pasadas, lo que
ha permitido a la región hacer frente de manera "satisfactoria" a la
crisis económica mundial, aseguró hoy en Santo Domingo un
funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"América Latina redujo sustancialmente sus puntos débiles en
materia financiera, como la exposición al riesgo cambiario o la
dependencia del financiamiento externo, además de establecer
reservas de capital importantes", aseguró en una charla, el jefe de
misión del FMI para República Dominicana, Alejandro Santos.
El experto dio a conocer el informe "Perspectivas económicas de
América Latina", elaborado por el organismo crediticio internacional
en el que vaticinó un decrecimiento para la región del 1,5%,
aunque naciones como Perú crecerán un 3,5% y Panamá un 3%.
"Donde los bancos latinoamericanos deben tener mayor precaución
es en lo relativo al riesgo crediticio, ya que la recesión mundial
reduce la rentabilidad y el ingreso de las empresas y los hogares
que toman préstamos bancarios", afirmó el economista mexicano.
El economista puntualizó sobre el debilitamiento de las remesas y
de las perspectivas del turismo en la región, traducido en un
incremento del desempleo y pérdidas de puestos de trabajo, así como
en la migración del empleo formal al sector informal.
"La desaceleración del crecimiento y el aumento de la
desigualdad, junto con los altos precios de los alimentos durante la
mayor parte del año pasado, pueden poner en riesgo los avances
logrados en la reducción de la pobreza en América Latina", opinó.
En ese sentido, recomendó actuar con "cautela" ante el alto grado
de "exposición" de América Latina y el Caribe a las condiciones en
Estados Unidos y Europa, las que podrían generar "inquietud" dada la
fuerte disminución del ritmo de crecimiento previstas en esas
economías.
"América Latina y el Caribe aún dispone de cierto margen de
maniobra antes de que se concreten íntegramente los riesgos
derivados de la recesión mundial, y los supervisores y reguladores
del sector financiero tienen ahora la oportunidad de aprovecharlo al
máximo", consideró Santos.