La crisis ocasionará US$4,1 trillones (millones de millones) en pérdidas al sector financiero de Estados Unidos, Europa y
Japón, según dijo hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI), que
pidió más dinero a los gobiernos para normalizar los mercados.
El FMI evaluó por primera vez las pérdidas potenciales entre 2007
y 2010 de las entidades financieras por el derrumbe del valor de los
activos en los principales países avanzados y llegó a la cifra de
US$4,1 trillones, dos tercios de los cuales corresponderán a
los bancos.
Hasta ahora el FMI había calculado sólo las pérdidas por activos
estadounidenses, que hoy predijo que ascenderán a US$2,7 trillones, US$500.000 millones más que lo estimado en enero.
Esa revisión responde al empeoramiento de las perspectivas de
crecimiento a nivel mundial, según la entidad.
Persisten tensiones
Pese a que se han registrado algunas mejoras en los mercados de
crédito interbancario, el sistema financiero mundial sigue bajo
"graves tensiones", alertó el organismo.
Ya no se trata sólo de los problemas por los activos hipotecarios
estadounidenses, sino que la recesión ha empeorado las cuentas de
los bancos "en medio de una caída ininterrumpida del valor de los
activos".
Sus colchones de capital están en peligro, lo que hace que eviten
extender préstamos, explica el informe del FMI.
El volumen de crédito total, que es la grasa que permite el
movimiento de la maquinaria económica, podría caer en Estados
Unidos, Reino Unido y la zona euro a corto plazo, y tardará años en
recuperarse, alertó.
En este contexto, los gobiernos deben apuntalar los primeros
"indicios de estabilización" exhibidos por el sistema financiero con
nuevas medidas "decisivas", en su opinión.
Según sus cálculos, la banca de
Estados Unidos y Europa requiere US$875.000 millones para
volver al nivel de endeudamiento de antes de la crisis, que ha
resquebrajado el valor de sus activos.
Los gobiernos deberán inyectar capital en los bancos e incluso
nacionalizarlos, en vista de que las entidades se ven incapaces de
captar dinero privado en las condiciones actuales de los mercados,
según el FMI.
"El traspaso provisional de la propiedad al gobierno puede
resultar necesario, pero únicamente con la intención de
reestructurar la institución y devolverla a manos privadas lo antes
posible", afirma el informe.
Proteccionismo
Al mismo tiempo, el FMI alertó de la aparición de un
"proteccionismo financiero" perjudicial, que se manifiesta en la
presión de las autoridades para que los bancos dirijan sus préstamos
al mercado nacional y para que los consumidores mantengan el gasto
dentro de las fronteras.
La crisis financiera ha adquirido un nuevo frente con su llegada
súbita a los países en desarrollo, un fenómeno para el que el FMI
pidió "atención urgente".
En lugar de recibir capital extranjero, los mercados emergentes
exportarán dinero este año por la salida de bancos e inversores de
sus fronteras, según el FMI.
La desbandada les coloca en una posición delicada pues este año
esos países necesitarán US$1,8 trillones para refinanciar su
deuda, principalmente para el sector privado.
Los gobiernos podrían tener que salir al rescate de sus empresas,
pero, si la situación empeora, deberán prepararse también para
lidiar quiebras a gran escala, alertó el organismo.