Primer año de AMLO: alta popularidad, recesión y tensiones comerciales marcan su gestión
Cuando asumió, prometió un PIB promedio de 4% en seis años. Tras el débil desempeño de estos nueve meses, anunció un gran plan de inversión para apuntalar la expansión.
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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llega este domingo a su primer año de gobierno con una aprobación promedio mensual de 58,6%, pero con una economía de nuevo en recesión, y en medio de presiones comerciales a las que lo ha sometido Estados Unidos que han derivado en la negociación, junto a Canadá, de un nuevo acuerdo que reemplazará al Nafta.
Recién este lunes, datos oficiales mostraron que la economía azteca cayó en recesión técnica borrando el crecimiento de 2% del año pasado y dejando las proyecciones en 0% para este 2019 por parte de Goldman Sachs, BBVA y Barclays.
Además, el PIB no avanzó en absoluto en los primeros nueve meses del año frente al mismo período de 2018; una situación que el ministro de Finanzas, Arturo Herrera, había insistido en julio que estaba “muy, muy lejos”.
Para AMLO, las cifras lo colocan en una difícil posición luego de prometer, cuando asumió el cargo el 1 de diciembre de 2018, un crecimiento promedio anual de 4% durante su mandato.
Si bien es cierto que factores externos han impactado negativamente el desempeño, la incertidumbre sobre el rumbo del Ejecutivo -que ha llevado a una caída de la confianza empresarial- ha golpeado con fuerza el consumo y la inversión.
“Hay dos factores que están impidiendo que México crezca: la demanda interna, es decir que la gente compre; y las condiciones fiscales que evitan el funcionamiento de las pequeñas y medianas empresas”, explicó a un medio local en octubre Abraham Vergara, director de la maestría en Finanzas Internacionales en la Universidad Akali.
El experto recordó que las PYME sostienen entre el 95% y 98% de la estructura económica de la nación, pues son responsables de la generación de siete de cada 10 empleos.
Plan de infraestructura
Por ello, AMLO y su equipo anunciaron esta misma semana un ambicioso plan de inversión privada enfocado en el desarrollo de infraestructura. Se trata de 147 proyectos iniciales, de un universo de 1.700, que representan una inversión de US$ 44 mil millones y un 3,7% del PIB de 2018.
Según el presidente, esto aumentará el empleo y los beneficios a los menos favorecidos. También dijo que era señal de que no había tensiones entre su administración y los privados, que se han mostrado escépticos de sus políticas y han reducido drásticamente sus aportes a nuevos proyectos este año.
Según Moody’s, “el programa tiene crédito positivo para México porque podría compensar parcialmente la lenta actividad en la débil infraestructura y sectores de la construcción”.
La entrada en vigencia del plan para 2020, “podría mejorar las perspectivas de crecimiento económico si se implementa de manera oportuna y efectiva, (...) y podría contribuir a mejorar la confianza negativa de los inversionistas”, apuntó la agencia ayer.
Tensiones comerciales
Otro factor de impacto ha sido la guerra comercial entre EEUU y China, que ha golpeado a la economía mundial, a lo que se suma la renegociación del tratado de libre comercio, Nafta.
El ahora Usmca nace luego de que el presidente Donald Trump criticara el desbalance entre las naciones del norte, lo que también originó la aplicación de aranceles a productos de la nación azteca.
Ayer, representantes de las tres naciones se reunieron nuevamente para avanzar en las conversaciones y aunque aseguraron que “hubo avances”, la aprobación del texto está entrampada en el Congreso a la espera del visto bueno de los demócratas.
Así las cosas, AMLO cumple un año a la espera de poder repuntar en lo económico, lo político y lo social. Cierra los primeros 12 meses de su gestión con un 58,6% de popularidad, un nivel que ha caído respecto del 62,6% con el que asumió.
La cifra está contenida en la Consulta Mitofsky que se difundió ayer. El sondeo también muestra que las principales preocupaciones de los ciudadanos son la corrupción y la inseguridad. Sobre el primer ítem, 45% cree el flagelo ha disminuido y 27% que sigue igual. Respecto del segundo, 50% estima que ha empeorado y 17% que hubo mejoría. En materia económica, un 42% piensa que la situación está igual; 34% que es peor, y sólo 23% dijo tener la idea de que mejoró.