La tasa de desempleo urbano en América Latina y el Caribe
subió en 0,6 puntos porcentuales en el primer trimestre de 2009 respecto al
mismo período del año anterior, situándose en un nivel de 8,5%, informó hoy la Cepal y la OIT en su primer boletín conjunto sobre
Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe: crisis y mercado del trabajo.
Según el informe, el hecho de
que más de un millón de personas quedaran desempleadas en los tres primeros meses
del año, refleja el impacto de la crisis internacional sobre los mercados
laborales de la región.
En vista de los pronósticos sobre el crecimiento económico
de 2009, las entidades estimaron que la tasa media anual de desempleo urbano aumentará a un
rango que va de un 8,7% a un 9,1%, un aumento importante frente al 7,5% registrado para 2008, cuando según las dos organizaciones la crisis le
puso fin a un "ciclo positivo" de cinco años en la región.
Esto significaría que entre 2,8 y 3,9 millones de personas podrían
sumarse a los 15,9 millones de personas desempleadas que había en 2008 en las
zonas urbanas.
El boletín Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe
se emitirá periódicamente para reflejar el impacto de la crisis sobre el empleo
y las condiciones de trabajo de la gente, así como para su uso en el diseño de
políticas públicas para contrarrestar el impacto de la crisis.
En la publicación se indica que si bien el desempleo sigue
afectando de manera más intensa a las mujeres, la desaceleración económica ha
impactado más a los hombres a comienzos de 2009, particularmente en las
economías más grandes de la región.
Se espera, además, que frente a la dificultad de encontrar
empleo asalariado, segmentos de la población en edad activa se incorpore a realizar
actividades informales en los hogares o en trabajos por cuenta propia de escasa
productividad e ingresos, con la lógica fundamental de sobrevivir.
Igualmente, en el mercado formal de trabajo se esperaría una
tendencia creciente a informalizar los contratos, con la idea de reducir costos
laborales. Esto traería como consecuencia una mayor precarización del empleo y
desprotección social.
Es probable que en muchos hogares de menores ingresos la
crisis impulse a miembros no activos a la búsqueda de empleo o a incorporarse a
alguna actividad laboral, incluyendo a niños, jóvenes, mujeres o grupos de
mayor edad.
Entre los hogares de ingresos medios-altos la crisis podría
alentar el retiro de algunas personas del mercado laboral, hasta cuando las
condiciones cambien. Durante el primer trimestre de 2009, en varios países se
registra una caída de la tasa de participación, la cual limita el aumento de la
tasa de desempleo abierto.
De acentuarse la crisis se espera un mayor déficit de
trabajo decente con consecuencias adversas sobre los ingresos y las condiciones
de vida de la población, dice el boletín.