El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, aseguró ayer que su partido votará en contra de un nuevo gobierno liderado por el conservador Mariano Rajoy o su Partido Popular (PP), echando por tierra de esta manera cualquier posibilidad de un pacto entre los dos principales bloques políticos del país.
La posición del PSOE, aunque esperada, revivió la incertidumbre sobre las perspectivas para la tercera mayor economía de la eurozona, ya que una alianza de estas características era la única combinación de fuerzas políticas que permitiría la formación de un gobierno estable en España, después de que los comicios del domingo no arrojaran resultados concluyentes.
El PP fue el que obtuvo más votos, pero quedó lejos de la mayoría absoluta necesaria de 176 escaños en el parlamento, ya que el izquierdista Podemos y otro partido recién formado, el centrista Ciudadanos, le restaron apoyo tanto a la formación oficialista como al PSOE, que han gobernado España durante gran parte de las cuatro décadas posteriores al fin de la dictadura.
“Ni vamos a apoyar a Rajoy ni vamos a apoyar elecciones anticipadas”, declaró Sánchez en una rueda de prensa tras concluir la reunión con el líder del PP. “Los españoles han pedido en las urnas cambio progresista y con diálogo”.
“La repetición de las elecciones es la última de las opciones para nosotros”, agregó Sánchez, señalando que respetará los tiempos políticos y que el PP tenía la responsabilidad de intentar formar gobierno por ser la primera fuerza política tras los resultados electorales.
El líder socialista dijo además que Rajoy podrá contar con el PSOE para temas de Estado, como la unidad de España ante el desafío separatista en Cataluña, pero no para su investidura. Rajoy recibirá el próximo lunes al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y al de Podemos, Pablo Iglesias, en el Palacio de la Moncloa para analizar la situación tras las elecciones.