Del 2023 al 2024, el precio promedio del litio se desplomó un 79%, pero la caída habría llegado a su fin, según un informe elaborado por Cochilco. De todas formas, el mineral clave para la transición energética continuará experimentando un periodo de precios bajos, lejos de su peak de US$ 80.000 la tonelada, cerrando diciembre en torno a los US$ 10.208 y un valor anual promedio de US$ 12.553.
“Desde septiembre del año pasado, el precio de carbonato de litio (CIF Asia) se ha mantenido en torno a los US$ 10.000 la tonelada, lo que da cuenta de una estabilización y además que habría tocado piso”, comentó a DF uno de los autores del documento, Francisco Donoso.
“Se espera que este año el precio anote un alza moderada debido a que una parte de la producción de litio de roca se encuentra con costos superiores al precio actual, lo que no es sostenible en el largo plazo. Por otro lado, también ha habido anuncios de recortes de producción y suspensión de nuevos proyectos, lo cual debería limitar el crecimiento de la oferta”, agregó el analista.
El informe de la Dirección de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco destaca que las previsiones para 2024 y 2025 indican un superávit de litio de 89 mil y 141 mil toneladas de LCE (carbonato de litio equivalente), respectivamente, por sobre lo estimado a inicios del año pasado. Lo anterior, ante la solidez de la oferta global y un crecimiento menor a lo esperado de la demanda, debido a una ralentización de la economía china -principal mercado de los autos eléctricos- y las débiles cifras de venta que registraron EEUU y Europa respecto a este tipo de vehículos en 2024.
Aun así, la demanda mundial por el “oro blanco” va al alza: si en 2023 alcanzó las 920.000 toneladas de LCE, se prevé que para el cierre de 2024 alcance 1.130.000, un aumento de 22,8%. Para 2025, la cifra se proyecta en 1.394.000 toneladas de LCE, un incremento de 23,3%.
Las proyecciones de precio de LCE, recogidas por Consensus Forecast en enero y noviembre del año pasado, muestran importantes caídas, reflejando un ajuste significativo en las expectativas del mercado.
Si en enero de 2024 se estimaba un precio de US$ 14.792 para el cierre del año, en las proyecciones de noviembre el valor llegó a US$ 10.208, registrando una corrección a la baja de 31%. Para 2025, la previsión disminuyó desde los US$ 16.166 a US$ 11.399, un 29,5% menos.
Respecto a 2026 y 2027, la caída es menor, con reducciones de 21,6% y 15,9%, considerando las últimas proyecciones de US$ 14.177 y US$ 15.950 respectivamente.
El panorama de largo plazo, en cambio, mantiene un sesgo alcista, reflejando la confianza del mercado en el mineral. Las estimaciones para 2028 subieron un 1% a US$ 16.786, mientras que para 2029-2033 lo hicieron en 5,9%, hasta los US$ 16.706.
“El precio repuntaría desde 2025 y con más fuerza en 2026, pero el escenario continúa incierto”, marcó Donoso.
Ante la baja de los precios, entre enero y octubre de 2024 las exportaciones nacionales de litio acumularon un valor de US$ 2.563 millones, lo que representa una disminución del 64% respecto al mismo periodo del año anterior.
En volumen exportado, a octubre se registraron 249.000 toneladas, un alza de 17% frente al mismo plazo de 2023. El el carbonato de litio fue el compuesto más exportado, con un 90% del total, subiendo 13 puntos porcentuales. El hidróxido de litio y el sulfato representaron el 8% y 2%, respectivamente.
Para 2024 y 2025 se proyecta una producción de 285.000 y 305.000 toneladas de LCE.
Cochilco destaca que Chile mantendrá su liderazgo como segundo mayor productor del mundo, después de Australia, aunque su participación de mercado bajará del 27% en 2023 al 23% en 2024, ante el crecimiento de países como Argentina, Brasil, Canadá y Zimbabue.
De todas formas, Donoso comentó que “el panorama para la industria chilena se proyecta positivo, considerando el aumento de la producción esperada debido al acuerdo de Codelco-SQM; el proyecto Paloma de Codelco en el Salar de Maricunga; Salares Altoandinos de Enami; y la entrega de CEOL a empresas privadas”.