El presidente ejecutivo de General Motors
(GM), Fritz Henderson, dijo hoy que antes de presentar el plan de
reestructuración de Opel a los Gobiernos europeos lo compartirá con
sus trabajadores y que está preparando un "equipo de transición"
para la reestructuración de la filial.
En declaraciones a medios de comunicación de Detroit que GM
colocó en su página de Internet, Henderson dijo: "en poco tiempo
haremos presentaciones a los Gobiernos respectivos" sobre el plan
operativo.
Según Henderson, GM está en el proceso de nombrar "un equipo de
transición" que será encargado de reestructurar Opel, pero se negó a
hablar del número de puestos de trabajo que serán eliminados.
"En términos de números de personas, básicamente vamos a
repasarlo con nuestra gente antes que hacerlo con ustedes", dijo
Henderson a preguntas de un periodista.
"Todos los planes, ya sea el nuestro o el de Magna, exigían una
sustancial reducción en capacidad y la necesidad de corregir el
tamaño de la fuerza de trabajo", manifestó.
Pero el máximo directivo de GM se negó a responder cuántas de las
cuatro plantas alemanas se salvarán.
El consejero delegado de GM explicó: "primero presentaremos el
plan a nuestra gente, toda nuestra gente, así como involucraremos a
la totalidad de la fuerza de trabajo y después nos sentaremos con
los Gobierno respectivos. Estamos seguros de que el plan puede ser
financiado sin ninguna duda".
En este sentido, Henderson explicó que la actual liquidez en
Europa "es suficiente" para pagar el préstamo puente que el Gobierno
alemán otorgó a Opel para operar mientras se cerraba la operación de
venta a la empresa Magna.
Berlín ha solicitado a GM que devuelva el préstamo (de 1.500
millones de euros) después de que el consejo de administración del
fabricante estadounidense cancelara el martes la operación de venta.
Henderson también dijo que el plan de reestructuración será
financiado "en parte por nosotros" gracias a la mejora de liquidez
de la compañía, pero que GM también podría enviar dinero desde
Estados Unidos.
"Tenemos la capacidad, si es necesario, de proporcionar apoyo
directamente. De nuevo, solo si es necesario", añadió.
Henderson reconoció que GM tiene que reparar su imagen con los
sindicatos europeos.
"Este ha sido un proceso duro, largo y difícil. En general, 2009
ha sido un año que estaré contento de que se acabe. Ha dañado
relaciones y tenemos que reparar. Esa es mi responsabilidad y la
responsabilidad del equipo de dirección".
Henderson también sostuvo que no iba a reprochar al Gobierno
alemán que se ha mostrado muy crítico con la decisión de GM de
cancelar la venta de Opel a Magna.