Energía

Resultados de petroleras caen con fuerza y las obligan a aumentar su deuda

La situación de la industria es difícil, porque la mayoría está cerrando con pérdidas récord. Se estima que los pasivos han crecido del orden de US$ 132 mil millones.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Lunes 24 de agosto de 2020 a las 12:57 hrs.
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La industria del oro negro está cerrando un primer semestre con fuertes retrocesos en los resultados de las principales compañías del mundo. Las señales que se han visto en los últimos días, donde el precio del crudo se ha recuperado, alcanzando un máximo en cinco meses, aunque avivan las esperanzas de mejoras en la demanda del combustible, llegan tarde para evitar lo que ha sido un desangre en términos financieros. 

La mayoría de las empresas del segmento han cerrado el periodo con pérdidas récord y unas pocas que se salvaron de terminar con números rojos, han visto de todos modos una fuerte reducción en sus ganancias.

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Uno de los casos más notables de América Latina es el de la compañía argentina YPF que reportó, tan solo entre abril y junio, pérdidas superiores a los US$ 1.100 millones, para totalizar en el primer semestre alrededor de US$ 1.382 millones. Eso equivale a más del doble de las perdidas comunicadas el año pasado, que alcanzaron los 33.379 millones de pesos argentinos (US$ 455 millones). 

La mayor parte del impacto se explica por el ajuste contable que tuvo que hacer la firma al revaluar sus activos de gas (técnicamente, un cargo no recurrente por deterioro de activos o impairment). Pero también influyo la brutal caída de la venta de combustibles por la pandemia, con un impacto de 85.048 millones de pesos, frente a los 6.351 millones de pesos de ganancias reportadas en los tres meses previos. 

Como YPF, Petrobras, el gigante petrolero de Brasil, se vio severamente afectado por la crisis sanitaria. Entre enero y junio, la firma sufrió pérdidas por 51.236 millones de reales (US$ 10.046 millones), en contraste con las ganancias de unos US$ 4.489 millones (al cambio actual) del mismo periodo de 2019.

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Además de ello, la empresa informo que más de 10.000 empleados se han acogido a un plan de retiro voluntario, lo que supone el 22% de la fuerza laboral de la mayor empresa de Brasil -y una de las mayores petroleras del mundo- de los cuales la mayoría abandonará sus plazas este año y el resto en 2021.

Peor escenario aun fue el reportado por la estatal Pemex, que perdió US$ 27.637 millones, lo que equivale a 10% del presupuesto total del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para este año en México.

Única a salvo

De las de la región, solo la colombiana Ecopetrol ha cerrado hasta el momento el primer semestre en terreno positivo, con un beneficio de US$ 42 millones, aunque por muy por debajo de los US$ 6.200 millones del mismo periodo del año previo. En tanto, las ventas totales se redujeron 31,3% interanual y la utilidad neta cayó 75%.

Parte de ese impacto se debió a la caída de la producción por la paralización de la industria en medio de la pandemia. Según registros de la empresa, su producción promedio fue de 706.000 barriles diarios de petróleo durante los primeros seis meses; es decir, 20.000 barriles menos que hace un año.

En la carta dirigida a los accionistas, el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, explicó que los resultados se vieron fuertemente afectados por la pandemia, con una caída del 46% en las ventas de los principales productos, “principalmente en jet (-89%), gasolina (-46%) y diésel (-35%)”.

Radiografía de la industria

La situación de crisis es transversal en la industria. Por ejemplo, la estadounidense Chevron perdió US$ 4.671 millones y su rival Exxon Mobil US$ 1.690 millones; la española Repsol, US$ 2.919 millones; y la británica British Petroleum (BP), US$ 21.360 millones.

Sólo dos cerraron el primer semestre con cifras en azul. Por un lado, Saudi Aramco, la primera compañía del mundo en alcanzar los US$ 2 billones en capitalización de mercado –pero justamente superada la semana pasada por Apple- obtuvo un beneficio neto de US$ 23.220 millones. Sin embargo, esa cifra es un 50% menor a lo registrado en el mismo lapso de 2019.

Considerando los tres meses hasta julio, la estatal de Arabia Saudita reportó una caída del 73,4% de su utilidad desde los US$ 24.700 millones del año pasado a US$ 6.600 millones. Esto, según declaró el propio presidente de la compañía, Amin Naser, a consecuencia del doble impacto de la caída de los precios y de la fuerte reducción de la producción. 

De hecho, en este último punto, la firma reportó la cifra en 7,5 millones de barriles diarios en junio, muy por debajo de los 10 millones del año anterior. 

La petrolera francesa Total consiguió mantenerse a flote con ganancias por US$ 1.907 millones, pero también es una cifra mucho menor (en este caso un 66%) a la registrada en 2019.  

Problemas que se suman

No sólo en términos de resultados la situación es compleja para el sector. En este período, las firmas han tenido que sumar decenas de miles de millones de dólares en deuda en sus balances para mantener su actividad en medio de la crisis. 

Una información publicada por el portal World Energy Trade destacó que “las siete principales firmas energéticas del mundo -BP, Shell, ExxonMobil, Chevron, Equinor, Total y Eni-, recaudaron más de US$ 60.000 millones en obligaciones en el segundo trimestre de 2020, casi la mitad de los US$ 132 mil millones en préstamos de todo el sector petróleo y gas durante el período”.

Además, según reseñó The Wall Street Journal, en un análisis sobre la industria, “los pésimos resultados están agravando los problemas para los gigantes del petróleo, que luchaban por atraer inversionistas incluso antes de la pandemia. Y es que las preocupaciones sobre las regulaciones del cambio climático, la creciente competencia de las energías renovables y los autos eléctricos están afectando el futuro de los combustibles fósiles”.

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