Junaeb lanzó millonaria licitación por tres años con amplia reforma a las exigencias para las empresas
Junto con abarcar por primera vez al 45% de los beneficiarios del país en siete regiones, el proceso deja fuera de la competencia a quienes mantienen multas impagas y propicia la participación de nuevos actores.
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Con un presupuesto de $ 278 mil millones (unos US$ 362 millones) al año, correspondiente al periodo marzo 2021-febrero de 2024, la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) inició una de sus licitaciones más grandes del último tiempo, ya que por primera vez este proceso considera la compra de servicios de alimentación para 830 mil estudiantes de siete regiones, que representan el 45% de los beneficiarios de la institución a nivel nacional.
Y junto a las dimensiones de este programa -que involucra recursos por un total en torno a US$ 1.000 millones en tres años-, la Junaeb implementó una amplia reforma a su modelo de licitaciones centrada en ejes como mejorar la calidad de las prestaciones -buscando atraer ahora la participación de operadores especialistas en servicios de comida más que compañías cuya mayor fortaleza es la logística- y estimular la entrada de nuevos actores al sistema, principalmente actores de tamaño medio y firmas de regiones.
"Por primera vez estamos licitando los servicios para una porción tan grande del país. Y las bases de licitación fueron diseñadas para combinar un modelo integral enfocado en mejorar el servicio de alimentación, un uso eficiente de los recursos y que el personal manipulador de alimentos mantenga sus actuales condiciones de trabajo", explicó el director nacional de Junaeb, Jaime Tohá.
Tras el llamado a licitación, y del cierre del periodo de preguntas y respuesta en los últimos días de octubre, las empresas tendrán como plazo para hacer sus ofertas hasta el 26 de noviembre próximo, con lo cual Junaeb tiene previsto adjudicar los contratos a fines de diciembre, para así dar tiempo a la instalación de los futuros prestadores durante el verano y la entrega de los servicios de alimentación desde el primer día de clases de 2021.
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Las nuevas exigencias
El nuevo proceso también trajo consigo un aumento de las exigencias a las empresas postulantes. Uno de los principales cambios es la exigencia a los participantes de la licitación de estar completamente al día en el pago de las multas cursadas en contratos previos con Junaeb. "Iniciamos una serie de medidas muy drásticas que buscan regularizar problemas administrativos que se arrastran por muchos años y que ya eran crónicos", resaltó Tohá.
En el caso de las multas, detalló que los pagos pendientes de procesos anteriores ascienden en total a unos $ 23 mil millones, con casos como el de una empresa que debe $ 2.800 millones y cuya regularización sigue postergando.
"Esta situación no es aceptable, ya que esos recursos equivalen, por ejemplo, a 47 mil bonos de clase media y es imperativo hacer todas las gestiones para que esta deuda se cobre. Esperamos tener ese problema 100% regularizado en unos meses con las medidas como la cláusula de las bases de licitación. Las empresas que no estén disponibles a cumplir con sus obligaciones van a ser castigadas de aquí en adelante y tendrán una barrera de entrada al programa de alimentación si no se ponen al día", indicó.
En efecto, las nuevas bases establecen que un postulante que no haya regularizado sus multas previas perderá todo su puntaje técnico por conducta anterior y queda situado en la categoría más baja.
El directivo indicó que la magnitud de los atrasos en el pago de las multas ha implicado otros problemas como dificultar la liquidación de contratos cuyo plazo ha expirado. "Cuando a comienzos de este año iniciamos una campaña para sanear esta situación, existían 62 contratos terminados que no habían sido liquidados, y una de las principales causas es el comportamiento histórico de empresas de usar distintas posibilidades administrativas para ir dilatando el pago por varios años. Ahora, esperamos comenzar a funcionar dentro de una normalidad en la que, tanto los pagos como los cobros, se ejecuten durante el periodo propio de cada contrato", señaló Tohá.
Con miras a esta licitación, la Junaeb también monitorea la salud financiera de las empresas antes del ingreso al sistema y después, de manera periódica, durante el desarrollo del contrato, trabajo que cuenta con la asesoría de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. "Si una empresa enfrenta una quiebra o una insolvencia sorpresiva, tenemos que predecirlo para reemplazarla al día siguiente de su salida; eso nos obliga a estar viendo, por ejemplo, que no existen ofertas temerarias que pudiese llevar a empresas a mitad de camino a entrar en insolvencia", subrayó.
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Eliminación de barreras de entrada
La nueva licitación del Programa de Alimentación Escolar y de Párvulos cubrirá establecimientos -desde salas cuna hasta cuarto medio- de las regiones de Valparaíso, Atacama, O'Higgins, Biobío, Ñuble, Aysén y gran parte de la Metropolitana.
El proceso priorizará la calidad del servicio de alimentación con participación de prestadores especialistas en comida, por lo cual ahora desligó la operación logística del proceso para que así los postulantes puedan tercerizarla a firmas especialistas. "No necesitamos que la empresa que contratamos sea dueña de la bodega, los camiones o la cadena de frío, sino que su expertise sea dar un buen servicio de cocina, ya que lo más importante es el servicio final que recibirán los estudiantes. Es un cambio en el modelo de negocios que permite la participación de actores que, si bien son especialistas en cocina institucional masiva, no lo son en logística", manifestó Tohá, quien destacó que esta estrategia busca estimular la participación de firmas de tamaño mediano.
También en la línea de eliminar barrera de entrada, Tohá subrayó que otra de las acciones para aumentar la competencia con nuevos participantes es propiciar el ingreso de empresas regionales, una "aspiración histórica de este programa ya que los actores que habitualmente participan son de Santiago o de nivel nacional".
Además, Junaeb implementó un nuevo estándar propio de calidad e inocuidad en el programa de alimentación luego de dos años de desarrollo adaptando normativas internacionales como HACCP en establecimientos educacionales, ISO 22000 en bodegas e ISO 9001 a nivel central. "Todas las empresas deberán someterse a un proceso de certificación desarrollado por compañías especialistas", señaló el directivo.