Marzo de contrastes en el mundo empresarial: sector financiero se tiñó de pesimismo y la construcción de optimismo
El ánimo de la minería mejoró gracias al mayor nivel que ha alcanzado el precio del cobre, con un promedio que supera los US$ 3,8 la libra a la fecha.
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Un mes de dulce y de agraz fue marzo. Así lo reflejo el ambiente en el mundo de los negocios, donde hubo sectores que terminaron dicho mes con buen ánimo, apoyados probablemente en los favorables pronósticos para la economía -sustentados en el proceso de vacunación de la población-; y otros, en cambio, más preocupados por las consencuencias del deterioro de la situación sanitaria en el país.
De hecho, de los seis rubros que mide el Índice de Confianza Empresarial (ICE), que elabora mensualmente el Centro de Estudios en Economía y Negocios (CEEN) de la Facultad de Economía de la UDD -en conjunto con DF-, la mitad mostró un repunte y la otra decayó.
Con cierre estadístico el 29 de marzo (es decir, previo a las medidas más restrictivas anunciadas el jueves), el ICE del ámbito financiero retrocedió 47 puntos para retornar a terreno negativo, pasando desde un nivel “moderadamente optimista” de inicios de año hasta uno “moderadamente pesimista” al cerrar el primer trimestre.
Los factores de la baja se relacionaron con el deterioro de las percepciones sobre la situación de negocio y de la economía.
La confianza empresarial en la industria también disminuyó, aunque en menor medida (-13 puntos), lo que evitó que saliera de terreno positivo. En este caso, el descenso respondió principalmente a resultados menores a los esperados y retrocesos en las visiones sobre la marcha de la actividad productiva prevista a tres meses.
El sector comercio, donde el ICE se había mantenido en nivel “levemente optimista” desde octubre, retrocedió ocho puntos en marzo hasta la casilla “neutral”, es decir, ni bueno ni malo.
Aquí el desgano provino de peores expectativas sobre el negocio a tres meses y balances inferiores a lo previsto. De menor cuantía también hubo una mirada menos auspiciosa sobre la economía y la contratación de trabajadores.
Los que resistieron
Las caídas contrastaron con los avances en las ramas agrícola, construcción y minería.
Es más, los dos primeros subieron dos niveles durante marzo, lo suficiente para entrar en una dimensión de leve optimismo.
En la construcción, que no respiraba aires positivos desde octubre de 2019, influyó una perspectiva más alentadora sobre la economía y el negocio, así como beneficios recientes más alto de lo proyectado.
En el agro, un área con una confianza empresarial más volátil, destacaron desempeños recientes positivos, así como una percepción de mejora en la demanda nacional e internacional, que contrastó en parte con la visión de aumento de costos de insumos y de menor contratación de mano de obra en tres meses más.
También escaló dos peldaños el ICE de la minería, pasando desde “neutral” hasta “moderadamente optimista” (+15 puntos). Esto, en un contexto de aumento del precio del cobre en el mercado internacional -con un promedio que supera los US$ 3,8 la libra a la fecha-, que alentó proyecciones sobre la situación del negocio, de la economía y de los niveles de inventarios.
Dado todo lo anterior, y pese a retroceder dos puntos, el ICE en su conjunto se mantuvo en un estado “levemente optimista” durante marzo.