Un nuevo horizonte en materia de comercio internacional se ha abierto para los servicios. El dinamismo, tanto a nivel mundial como nacional, que muestran las exportaciones de servicios es bastante grande, según lo reconoce el jefe del Departamento de Comercio de Servicios de ProChile, Osvaldo Marinao.
Al analizar los últimos diez años de las exportaciones de servicios, excluyendo 2009 dado que las exportaciones bajaron en todos los rubros un 20% por la crisis, éstas han ido creciendo en el orden de un 14% por año, señala.
Según cifras del departamento, en 2008 Chile exportó US$ 10.800 millones en servicios, cifra que explica Marinao está subregistrada a la realidad, porque a diferencia del comercio de bienes, que contabiliza de forma más exacta sus exportaciones, esto a nivel de servicios no se ha logrado.
Potenciando las PYME
Actualmente, las exportaciones no tradicionales se dividen en tres rubros: transporte, viajes y otros servicios comerciales. Es en este último donde ProChile concentra gran parte de sus esfuerzos. Todos los servicios son exportaciones no tradicionales, nosotros nos concentramos ahí donde están los servicios de tecnología, de publicidad, arquitectura y diseño, etc., ése es nuestro foco dado que ahí se encuentra la mayor cantidad de empresas PYME.
Otra área que se destaca corresponde a las actividades de offshoring. Esta arista debiera alcanzar, según estimaciones para el cluster de servicios globales, los US$ 1.000 millones en exportaciones, cifra que Marinao estima que crezca hasta los US$ 5.000 millones en 2015. Estas exportaciones, también llamadas servicios globales, corresponden a un subconjunto de los servicios no tradicionales que ha presentado un explosivo dinamismo a nivel internacional.
Marinao sostiene que alrededor de un 60% de los exportadores de servicios no está registrado, por lo tanto, no existe contabilidad de sus movimientos. No hay una normativa, una metodología que permita contabilizar todo, el Banco Central sólo registra el comercio transfronterizo y una parte de lo que son los viajes, por ende existe una complejidad estadística, dice.
Estos exportadores se han comenzado a juntar espontáneamente, agrupándose en asociaciones gremiales en las cuales han aunado fuerza y potenciado sus posibilidades. Un ejemplo de esto es la Asociación de Oficinas de Arquitectos, cuenta Marinao. Actualmente, cuenta con una plataforma de negocios en Shanghai, compitiendo y ganándose proyectos tratando de hacer negocios.
Diversificando destinos
Si bien existe consenso sobre lo importante que esdesarrollar la exportación de servicios e impulsarlas, aún se mantienen una serie de barreras que tienen que sortear algunas pequeñas empresas para poder posicionar los servicios en el extranjero. Si bien Marinao reconoce que se cuenta con avances relevantes como puede ser evitar la doble tributación, nexos con la región, etc.
Naturalmente Latinoamérica ha sido el mercado de las exportaciones de servicios, pero está la ambición de alcanzar mercados más sofisticados y más grandes, con más demanda, como Estados Unidos, Europa, Asia, explica.
Alianza público-privada
Este tipo de iniciativas, en general, comienzan con apoyo estatal, pero a medida que evolucionan los recursos se van restringiendo, dejando a su gestión hacer sustentable la plataforma, dice Marinao. Este es un interés común y desarrollarlo ha tenido buenos resultados, las ganancias son para los privados, pero el Estado gana en beneficios sociales, con generación de empleos y entrada de divisas para el país, agregó.