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Etcheberry y la crisis social: “La élite y los dirigentes perdieron los valores y la mística”

Ingeniero señala que votará por una nueva Constitución, pero ve un problema por las altas expectativas que se están generando en la ciudadanía.

Por: Sebastián Valdenegro | Publicado: Lunes 20 de enero de 2020 a las 04:00 hrs.
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Foto: Rodolfo Jara
Foto: Rodolfo Jara

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Javier Etcheberry se declara perplejo ante la situación que ha vivido el país desde el 18 de octubre.

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A tres meses de iniciada la crisis social, este histórico director del Servicio de Impuestos Internos (SII) entre 1990 y 2002, ministro de Transportes y OOPP hasta 2005 y presidente de BancoEstado hasta 2006, considera que hay una “organización” detrás de los hechos delictuales que han marcado las protestas sociales, al margen de las demandas ciudadanas.

“Hay grupos políticos que están interesados en desestabilizar la democracia”, asegura y califica como una “sorpresa” el ver a grupos, como el Partido Comunista, avalando la violencia. “Yo pensé que el PC y otros de verdad querían una democracia”, agrega el ingeniero y hoy presidente de Multicaja.

- ¿Qué interpretación le da al estallido social?

- Estaba el caldo de cultivo para la explosión social. Todos son generales después de la batalla, pero había mucha gente enojada.

Si uno va con una mirada más larga, cuando llegamos al gobierno en marzo del ´90, estábamos todos asustados porque no queríamos que volvieran a haber problemas, que manejáramos mal la economía y la política. Entonces, nos preocupamos mucho de hacerlo bien. También, entró la mejor gente al Gobierno. Hubo un esfuerzo muy grande de unidad nacional. RN y la UDI tenían un interés por salvar la institucionalidad, que los proyectos de ley salieran bien. Pero el tiempo fue pasando y se fue perdiendo la mística.

Hoy, cuesta cada vez más que la mejor gente se meta al Gobierno. Ha habido un deterioro en eso. También, se produjo un deterioro en la élite, los dirigentes, perdieron los valores y la mística.

En los tiempos de Allende, de Frei padre, había mucha lucha ideológica, de valores, de idealismo. Seríamos pobres, pero al menos soñábamos. Después de Pinochet y la Concertación dejamos de ser pobres, pero también dejamos de soñar.

- ¿Nos dormimos en los laureles?

- ¿Para qué uno quiere el poder? Para servir a los demás, pero si en vez de eso uno empieza a ver cómo voy yo en esta pasada...

¿Qué vio la gente? Que los políticos hacían chanchadas para mantenerse en el poder. Y vio lo mismo en los empresarios: el caso más emblemático es Ponce Lerou, que hacía cualquier cosa para mantener su poder, y por otro lado todos los políticos hacían cualquier cosa para pedirle plata. Ahí era el poder por el poder.

Ahora, el país ha progresado bastante y es muy distinto a lo que era a inicios de los ´90. El nivel de pobreza, consumo y acceso a bienes y cargos relevantes es muy distinto hoy.

- ¿Tiende a olvidarse eso?

- Yo soy un autocomplaciente legítimo, pues firmé esa declaración. Pero ha habido una segregación en los hechos. Entonces, los segregados aparecieron con el estallido social, pero también aparecieron los malos, los ladrones, los narcos.

Creo que quienes hemos estado dirigiendo al país no hemos tenido la preocupación ni la sensibilidad para llegar a la mayoría, se produjo un distanciamiento.

Fui 12 años director de Impuestos Internos. Y si bien el SII es respetado en Chile y tuve apoyo de todos los sectores, igual hay privilegios que se mantienen. Yo como director nunca logré terminar con ellos, como por ejemplo con la renta presunta. ¿Por qué los agricultores no pagan impuestos como el resto de los chilenos? Lo mismo el transporte, los pequeños mineros. Un almacenero tiene que pagar por las utilidades que tiene y es capaz de hacerlo. ¿Por qué ese privilegio? Lo mismo con las ganancias de capital. Si alguien gana plata en la bolsa o tiene una sociedad con presencia bursátil, ¿por qué no paga como cualquier chileno? Esa es defensa de los privilegios.

- ¿Faltó ambición?

- Con el primer gobierno de Aylwin, con Pinochet como comandante en jefe y la derecha asustada y empoderada no se podía hacer mucho, pero fueron los gobiernos de la Concertación los que le dieron más beneficios a las ganancias de capital porque íbamos a ser centro financiero y todo ese cuento, frente a lo que siempre he sido muy escéptico.

Nos falta preocuparnos de lo que le pasa a la mayoría. Como autoridad uno debe jugarse por el bien común, eso se ha ido perdiendo.

“No he visto cambios serios”

- ¿Cuánta culpa tiene el modelo?

- Yo soy firme defensor del mercado. Empezar a pedir de que el Estado empiece a hacer todas las cosas no tiene por qué ser mejor y, en muchos sentidos, va a ser peor.

Lo que sí es que hubo una falta de empatía, de sensibilidad con el resto de los chilenos, sobre todo los más pobres. ¿Eso es parte del modelo? En ninguna parte dice que una economía se basa solo en el mercado, o que el Estado y la política no juegan ningún rol. El Estado no ha sido capaz de defender a la mayoría o sus directivos no han querido por sus propias conveniencias. ¿Eso es el modelo? No, es un tema cultural.

- ¿Vamos a ser un mejor país después del 18 de octubre?

-La Concertación fueron muy buenos gobiernos, los mejores que hemos tenido, en parte por las imbecilidades que hicimos en el gobierno de Allende y en el gobierno militar. Entonces, como todos estaban asustados, ninguno quería portarse mal. Pero, ahora hay indicaciones legales que son inconstitucionales, que los diputados lo saben e igual las votan. O sea, se ha desordenado la cosa. La economía este año va a estar mal, habrá más desempleo. La gente se hizo mucha ilusión de que todo iba a cambiar, ¿qué va a pasar? Se darán cuenta de que no va a cambiar todo.

Es cierto que habrá una nueva Constitución, pero tampoco va a resolver demasiado los temas, porque si nos llenamos de derechos, pero no hay forma de cumplirlos, se choca con la realidad. Hay gente que va a tener rabia.

- No suena muy optimista.

- ¿Qué cambio ha habido a raíz de lo que pasó? Habrá una nueva Constitución, pero la gente cuando vea que la nueva carta magna tampoco hará tanto cambio…

Por ejemplo, el tema de las pensiones todavía no se resuelve. Para eso hay que tener plata y la recaudación ha venido cayendo. Y con esta situación económica, habrá problemas para recaudar. Otra cosa que quiere la gente es la salud, que de una vez por todas se arreglen los horrores.

Yo no soy optimista porque no he visto cambios serios en general, de que vamos a salir bien de esto. Ojalá lo hagamos, pero quizá también salgamos bien a palos de todo esto. No me parece todavía que haya una maduración para poder juntar lo que la gente pide con lo que se puede hacer.

- ¿Tiene decidido su voto en el plebiscito?

- Yo estoy por una nueva Constitución, por supuesto. Lo bueno es que se requieren dos tercios y eso me da cierta esperanza de que será razonable y se puedan poner de acuerdo. Pero una nueva Constitución no va a ser la solución, así que ojalá empecemos a enfrentar otros temas. Hay que preocuparse de que los que más tienen contribuyan más, no solo en plata sino que también en igualdad, en trato.

Anticipa problemas en sistemas de pago tras fallo por tarifas de Transbank

- El tema de la competencia ha emergido con fuerza. ¿Es el momento para terminar con el monopolio de Transbank en el mercado de pagos?
- Multicaja quiere estar en un sector que no lo dejan entrar porque hay un monopolio: Transbank. ¿Por qué se permitió que los bancos tuvieran una red en conjunto y a través de eso impedían la competencia? Para proteger su negocio del retail banking. A nosotros nos ha afectado mucho no poder entrar a competir.
Ha habido un pequeño club, un círculo vicioso que quiere mantener el status quo, aunque en los demás países se esté modernizando, como en China, EEUU, Europa y Brasil.
Ahora, como país es obvio que si hacemos todo igual a futuro vamos a seguir estancados. Hay que forzar la competencia, porque lleva modernización, rebaja de precios, como por ejemplo hemos visto en el mercado de las telecomunicaciones.
- Ha habido señales, bancos que se están saliendo de Transbank.
- ¿Hay o no hay monopolio? Lo hay. Ese es el pequeño detalle. Todavía no se resuelve el problema, es una noticia en desarrollo.
- ¿Cuánto les afecta el fallo de la Suprema que obliga a Transbank a estandarizar sus tarifas entre distintos comercios?
- Estamos en una situación que fuerza los cambios, puede ser esperanza o puede ser grave, no sé. No sabemos cómo lo va a resolver Transbank y los bancos.
Lo obvio es terminar con el monopolio e ir al sistema de cuatro partes para que haya competencia. De acuerdo con el fallo, este mes o el próximo ya debería estar Transbank con la nueva estructura tarifaria. Yo no sé qué va a hacer Transbank, los bancos, el TDLC y la FNE. Pero es una situación muy compleja y cada vez que hablo con alguien importante en el rubro no tienen idea. Hay un fallo de la Suprema que tiene que cumplirse y yo no sé cómo lo van a cumplir.
A Multicaja no le afecta porque lo único que está esperando es que termine VISA de hacer sus desarrollos y Nexus, por lo que esperamos que en marzo ya podamos entrar a competir. Hay un problema grave y nadie parece que se ha dado cuenta. Esto involucra al sistema de pagos chileno.

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