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Casen: pese a mayor educación, los inmigrantes tienen trabajos que limitan sus capacidades de generar ingresos

Estudio del OCEC de la UDP muestra que registraron una fuerte caída en su remuneración real promedio entre 2015 y 2020, en contraposición a los chilenos.

Por: Pamela Cuevas V. | Publicado: Lunes 23 de agosto de 2021 a las 04:00 hrs.
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Con indicadores que dan cuenta de una mayor inserción laboral, los inmigrantes obtienen menores ingresos por el trabajo que desempeñan en comparación con sus pares chilenos. Esto a pesar que el nivel de educación de su fuerza de trabajo es mayor en relación a los nacidos en territorio nacional.

Así lo revela un análisis del director del Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la UDP, Juan Bravo, en base a los datos de las encuestas Casen 2015 y 2020.

El cambio que se produjo en dicho periodo, que está marcado por la aceleración de la inmigración, constata que los ingresos de la ocupación principal de los nacidos en Chile aumentaron 23,1% en términos reales (para ubicarse en $ 641.169), mientras que en los extranjeros se redujeron en 14,3%, a $ 569.261).

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En un zoom a los 691.907 ocupados nacidos fuera del país -registrados en la Casen 2020-, las principales ocupaciones son conductores de motocicletas, contadores y garzones.

Bravo comenta que quienes han visto las mayores disminuciones en sus ingresos provenientes de su ocupación principal son quienes tienen estudios superiores completos. Ellos registran una merma de 40,8% y representan el 44,2% de su fuerza de trabajo.

Por el contrario, los chilenos con mayor nivel de educación -que representan al 33,1% de su fuerza laboral- los incrementaron 6,6%.

Esto, explica el economista, tiene directa relación con que la demanda por trabajo no logró absorber la oferta inmigrante en línea con sus calificaciones.

En 2015, el 28,9% de la fuerza laboral inmigrante (320.020 personas ocupadas y desocupadas disponibles para trabajar) tenían educación superior completa. En 2020, dicha proporción aumentó 15,3 puntos sobre un universo de 771.721.

Con esto, la balanza en 2020 se inclina en desmedro de los extranjeros en el análisis del subempleo. La tasa que mide el tipo de trabajo que desempeña una persona por calificaciones más altas en los foráneos es de 49,5%, mientras que para los nacionales es de 23,3%. La foto de cinco años atrás era de 30,8% y 25,1%, respectivamente.

Pobreza

Con el telón de fondo -según la Casen 2020- de un salto de más de seis puntos en los niveles de pobreza en la población migrante, que llegó a 17%, Bravo menciona que si bien estos indicadores de subempleo contribuyeron, “la verdad es que no es un factor preponderante”.

El experto especifica que aunque en el año pasado el 6,9% de los trabajadores subempleados por calificación están en situación de pobreza (lo que contrasta con el 1% de 2015), esa proporción sigue siendo menor respecto a los trabajadores inmigrantes que están en dicha condición.

“El subempleo reduce la capacidad de generar ingresos para ese trabajador, pero aun así no llega a ser un factor relevante en el aumento de la pobreza de ese grupo”, asevera. Para él, lo que explica el salto en la pobreza inmigrante fue que “ante el deterioro del mercado laboral ellos acceden a menos ayudas estatales, porque muchos no cumplen los requisitos para acceder”.

Y el economista agrega: “Pese a que la fuerza laboral inmigrante mejoró su composición hacia un mayor nivel educativo, como la mayoría se insertó en empleos de mediana o baja calificación, eso terminó provocando una caída dramática de los ingresos laborales”.

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