Los abogados suelen tener una gran capacidad de emprendimiento. En últimos años la creación de oficinas jurídicas ha estado a la orden del día, siendo una característica común el hecho de ser lideradas por profesionales escindidos de estudios con un alto prestigio y tradición en la industria. Asimismo, la gran mayoría de estas noveles firmas se enfocan en áreas determinadas y coinciden en el objetivo de construir una relación más cercana y fluida con el cliente.
Así son los estudios denominados boutique, que no por ser pequeños carecen de experiencia, pues sus fundadores suelen haberse formado, por una década en promedio, en oficinas de excelencia. ¿Cómo es partir con la instalación de un bufete desde cero? Tres oficinas debutantes cuentan su experiencia en DF.
Crecimiento "orgánico y controlado"
En mayo de 2024 debutó el estudio Liberona Escala Abogados, especialista en derecho corporativo y tributario, cuyos socios fundadores son Erasmo Escala y Cristóbal Liberona, este último explica cómo es que se les ocurrió iniciar un proyecto como este: “Vimos una oportunidad en el mercado para diferenciarnos con una asesoría más ágil, apalancada en el conocimiento que tenemos del negocio u objetivos de nuestros clientes”.
Sin embargo, admite que en términos de instalación “fue desafiante partir de cero”, puesto que “los primeros meses son bastantes intensos, reuniones, cafés, muchas cosas a definir como equipo, servicios, marca, identidad, etc.”, detalló. Y añadió que esa etapa “también tiene una dosis de incertidumbre por la recepción que tu proyecto va tener en el mercado”.
“Queremos crecer de manera orgánica y controlada” y “ que no se pierda nuestra esencia de cercanía y agilidad”, sostiene Liberona.
Según Liberona, lo que los ayudó en esta fase del proceso para no decaer, “fue mantener siempre el foco y la confianza en que teníamos un buen proyecto por delante, y también saber escuchar los consejos y tomar las oportunidades que se nos han dado”.
Si bien su foco es lo corporativo y tributario, el estudio ha crecido impulsado por las necesidades de sus propios clientes, llevándolos a expandir sus áreas de práctica, incursionando en venture capital, desarrollo inmobiliario y tecnología.
En cualquier caso, Liberona explica que “nos definimos como un estudio boutique con un enfoque altamente especializado”, que quieren crecer “de manera orgánica y controlada, “asegurando que no se pierda nuestra esencia de cercanía y agilidad. Nuestros clientes valoran que seamos nosotros quienes los acompañemos de principio a fin”.
Servicio "especializado y a la medida"
La decisión la tomó en noviembre del año pasado y un mes después se constituyó formalmente Awad & Cía. Tras de más de 15 años de trayectoria en distintas oficinas del sector, el abogado Álvaro Awad, quien tiene una maestría en la Universidad de Chicago, apostó por crear su propia firma legal orientada al derecho en los negocios.
"Si bien como en todo emprendimiento hay que dedicarle importantes horas a la planificación, la administración, la venta, etc., gracias a Dios no hemos vivido mayores escollos. El proceso ha sido muy fluido. Tenemos un equipo estelar y clientes muy leales. Algunos hace ya más de una década, de quienes somos verdaderos partners legales", reflexiona Awad, quien también es profesor de Derecho Civil y Litigación Oral en la Universidad Católica de Chile.
“El servicio especializado y a la medida del cliente es lo que nos motiva para salir a trabajar y aportar valor”, dice Álvaro Awad.
Para el socio fundador de la firma ubicada en El Golf, diciembre y enero fueron meses de "alta intensidad", pero asegura que ya están armados para operar al 100%.
La especialidad del estudio es el derecho de los negocios, esto es, desde los contratos hasta la solución de controversias. Y es ahí donde quieren explotar sus capacidades. "La masividad y el volumen no calzan con nuestros objetivos profesionales. El servicio especializado y a la medida del cliente es lo que nos motiva en la mañana para salir a trabajar y aportar valor", aclara.
La nueva firma cuenta con las siguientes áreas de servicio legal: Solución de Controversias, Negocios y Soluciones Corporativas, Soluciones Laborales y Migratorias, Competencia y Soluciones Regulatorias, Soluciones de Consumo y Soluciones Tecnológicas.
Awad destacada que es el único socio y dirige un equipo de litigios y un equipo corporativo laboral. En concreto, lo acompañarán tres abogadas, sin contar las distintas alianzas en materias tributarias, penales o de propiedad intelectual. Eso sí, de aquí al año que viene, prevé sumar otros dos refuerzos.
"Nuestro equipo viene de distintas oficinas más grandes, todas de alto prestigio", destaca.
Partir con "mucho power"
Otro debutante es el estudio Ruay Montenegro & Rodríguez Abogados (RMR Laboral), cuya inauguración oficial será el 17 de febrero próximo. La oficina está integrada por tres socios: Francisca Montenegro, Francisco Ruay e Isaías Rodríguez y, tal como lo indica su nombre está enfocada en el ámbito laboral. Según Montenegro, “la instalación no ha sido tan compleja debido a que las tecnologías actuales facilitan este proceso”.
La socia de RMR Laboral explica que los tres abogados fundadores tienen en promedio más de 10 años de experiencia, por lo que naturalmente “este era el paso siguiente (para ellos), aunque cuesta cambiar la inercia de las cosas”, reconoce.
Para Francisca Montenegro, un reto es “buscar el público objetivo y cómo hacer alianzas entre el derecho y las nuevas tecnologías”.
La profesional explica que en otros casos uno de los principales desafíos, más que la burocracia incluso, puede ser “armar equipos afiatados, que partan con mucho power”, problema que no tiene este equipo que emigró del estudio Salinas Toledo. En este sentido, Montenegro aclara que un reto, al partir con un nuevo proyecto legal, lo constituye “buscar el público objetivo y cómo hacer alianza entre el derecho y las nuevas tecnologías, porque el público interesado en nuestros servicios necesita información al instante, por lo que debe existir una relación fluida con ellos”.
Por otro lado, Montenegro hace hincapié en que a los socios “nos interesa crecer y ser especialistas en derecho del trabajo”, pero siempre en el contexto de no dejar de lado el objetivo de tener una relación cercana con los clientes, que es una de las características de los estudios boutique”.