Formación e inclusión de jóvenes y adultos mayores: los retos laborales de Chile bajo la lupa de Randstad
La CEO de la firma para Chile, Argentina y Uruguay, Andrea Ávila, planteó la urgencia de posicionar la capacitación como un eje crucial de las organizaciones.
Por: Carolina León | Publicado: Jueves 5 de diciembre de 2024 a las 04:00 hrs.
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Andrea Ávila, la CEO de Randstad para Chile, Argentina y Uruguay.
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La firma de adhesión a los siete Principios de Empoderamiento de la Mujer de Naciones Unidas (United Nations Women’s Empowerment Principles, WEP), fue la razón que trajo al país hace unas semanas a Andrea Ávila, la CEO de Randstad -empresa especializada en reclutamiento y selección de personal- para Chile, Argentina y Uruguay.
Los WEP, en términos generales, buscan ayudar a las empresas a modificar sus actuales políticas y programas o, bien, crear nuevas para fomentar el rol de las mujeres. Un objetivo que, según la perspectiva de la ejecutiva, es crucial que las compañías comiencen a interiorizar.
Pero el género y la equidad no son las únicas urgencias para Ávila, quien es clara en señalar que el mercado laboral pasa por cambios estructurales que han reforzado la necesidad de que las empresas presten mayor atención a, por ejemplo, la capacitación, la incorporación de jóvenes y adultos mayores y la rotación de trabajadores, entre otros.
“Hoy sabemos que el conocimiento que tenemos no va a durar más de cinco años. Y aquí tenemos, primero, un desafío que es asumir como personas que nos tenemos que formar constantemente”, dijo la ejecutiva.
Cambios tecnológicos
Para Ávila los cambios tecnológicos de los últimos años han reforzado la necesidad de contar con trabajadores especializados, una búsqueda de talento que, sincera, no ha sido sencilla para varios sectores productivos.
“El sector tecnológico es una de las áreas que más posiciones sin cubrir deja, y esta no es una solución que vayamos a encontrar de un día para el otro. Aquí necesitamos formación, capacitación, y no solamente de jóvenes, sino de gente que quiera reconvertirse y estudiar tecnología”, planteó la experta.
A su juicio, la escasez de talento que se está dando en ciertos sectores requiere que las empresas y los actores empiecen a trabajar en la búsqueda de soluciones, más en un contexto en el que está tomando fuerza el uso e incorporación de la inteligencia artificial (IA).
¿La razón tras su preocupación? Según explicó, los trabajadores con menores habilidades y conocimientos se verán más afectados por el uso de la IA, ya que no cuentan con las herramientas para usarla como una “aliada” en sus tareas, lo que aumentaría la brecha con sus pares con mayores competencias.
Para Ávila, además, otro desafío del mercado laboral -y que no aplica exclusivamente a Chile- es la relevancia de incentivar la incorporación laboral de los adultos mayores y los jóvenes. “Tenemos el gran desafío de insertar laboralmente a los jóvenes y de reconvertir a los adultos mayores para que puedan ser empleables. Y esto también tiene relación con la formación, con la necesidad de capacitación”, dijo.
Según agregó, dar relevancia a la capacitación y formación constante ayudaría a mejorar otros indicadores, como la rotación laboral y el compromiso de los trabajadores.
“Hoy sabemos que el conocimiento que tenemos no va a durar más de cinco años. Y aquí tenemos, primero, un desafío que es asumir como personas que nos tenemos que formar constantemente. Y, además, está el desafío de incentivar, fomentar la formación constante desde las organizaciones. Nuestros datos arrojan que el 45% de los trabajadores chilenos manifiesta que no elegiría una compañía que no le ofrezca desarrollo en formación y capacitación”, explicó Ávila.
Equidad salarial
Para la vocera, y a raíz de la adhesión a los siete Principios de Empoderamiento de la Mujer de Naciones Unidas, es crucial posicionar el tema de género en las empresas, ya que ello conlleva que las organizaciones interioricen otros desafíos, como la relevancia del equilibrio entre la vida laboral y personal.
“Las mujeres somos las encargadas de los roles de cuidado y es necesario que primero se dé un cambio cultural y también de políticas públicas que colaboren con el equilibrio en el cuidado. Cuando hablo de cuidado no me refiero a solo niños, porque las mujeres podemos decidir maternar o no maternar, sino también de adultos mayores y también de cualquier cosa que pase en nuestra casa. A mí me gusta usar el ejemplo del plomero: se rompe una cañería en la madrugada y se pierde agua. ¿Quién se queda en la casa? Normalmente es la mujer, haya o no niños o adultos mayores en el hogar”, ejemplifica, y agrega que es crucial que las empresas avancen en medidas que permitan de forma efectiva la conciliación.
Consultada por la iniciativa legislativa local que busca equiparar efectivamente las remuneraciones entre hombres y mujeres, Ávila planteó que “no deberíamos necesitar de ninguna ley para que la paga sea igual para mujeres y hombres”.
Pese a eso, la CEO admitió que “todo este tipo de regulaciones normalmente impulsan mejoras, en cuanto a que las empresas empiezan a mirar y empiezan a querer estar en regla”.