El gobierno se anotó ayer un punto tras lograr aprobar la indicación que presentó para destrabar la discusión presupuestaria de la partida de Salud. Sin embargo, la votación desalineada de los parlamentarios de la Nueva Mayoría y las duras críticas que algunos de ellos levantaron en contra de la fórmula propuesta por el Ejecutivo para adicionar recursos al ítem de infraestructura hospitalaria, revelaron una vez más las complejidades que enfrenta la materia y las fisuras que provoca en el oficialismo.
Y es que el uso de dineros provenientes del fondo espejo del Transantiago -platas regionales administradas por la subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere)-, para complementar los recursos que el Estado central destinará para dar cumplimiento a la promesa de la construcción de hospitales, es para algunos una solución de “parche” y que va “en desmedro de las regiones”.
Así lo manifestó, por ejemplo, el diputado socialista Juan Luis Castro, quien fue tajante en manifestar que “aquí se está tratando de hacer un raspado de la olla, metiendo de contrabando en una glosa del Ministerio del Interior una materia que no se ha querido discutir de cara al Congreso, que es la partida de Salud”.
“Se está desvistiendo a un santo para vestir a otro”, dijo en alusión a las necesidades que hay en regiones en materia de locomoción colectiva.
Su opinión no fue aislada. De hecho, en los cómputos finales, sumando rechazos y abstenciones, siete diputados DC y dos socialistas no dieron su voto a favor. Ello, pese a que algunos minutos antes de la votación, Valdés había advertido a los legisladores que “de rechazarse esta indicación no podremos presentar el nuevo cronograma de inversión y tendremos que regresar al segundo que presentamos -que fue rechazado en la subcomisión mixta de Presupuesto”.
En la oposición, en tanto, hubo una impugnación unánime a la indicación. La jefa de bancada de la UDI, María José Hoffman argumentó “¿por qué se le tira la pelota a los Gobiernos Regionales (GORE)? La oposición está dispuesta a colaborar y a evitar el tremendo condoro que se está cometiendo, pero de una forma distinta y con mayor transparencia”.
Sin embargo, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, salió en defensa de la fórmula que involucra recursos de la Subdere. “Lo que estamos haciendo es darle la oportunidad a los GORE para suplementar lo que el gobierno central tiene para la construcción de hospitales y así viabilizar una construcción más acelerada”.
La misma titular del área, Carmen Castillo, llamó a las comunidades locales a prestar colaboración, pues los hospitales serán posibles si está el respaldo de los GORE.
Nueva redistribución
El fondo espejo cuenta con $ 407 mil millones este año, pero sólo
$ 26 mil millones van al Fondo de Apoyo Regional que es de donde se sacarían recursos destinados a infraestructura hospitalaria. Ello llevó a varios parlamentarios a calificar, de “exiguo” los nuevos recursos y de un monto que sólo alcanzaría para financiar las “primeras piedras” de los recintos médicos.
En este marco, el Ejecutivo se comprometió a presentar una solución complementaria hoy en la Sala de la Cámara, cuando llegue el momento de discutir la partida de Salud propiamente tal.
Refiriéndose a los hospitales en proceso de construcción y que generan preocupación en las comunidades, la ministra Castillo afirmó: “en este momento podemos ya dar a conocer que con todo el trabajo que hemos hecho con el Ministerio de Hacienda, expertos de La Moneda y del Minsal tenemos una nueva versión del cronograma de inversión”.
Aunque aún no se conocen los montos a los que se refiere la secretaria de Estado, sí es seguro que se trataría de una redistribución de recursos al interior de la propia partida de Salud, que se vota hoy, pues ayer sólo se debatió la indicación ingresada en Interior que establece la reasignación de fondos de la Subdere a inversión en Salud.
No obstante, Castillo garantizó los compromisos hospitalarios en zonas en que ha habido gran presión social como en San Antonio, Quillota, Casablanca y Chillán.
Aprobación de gratuidad
A las 13 horas de ayer, cuando para el debate de la partida de Educación aún faltaba un par de horas, la ministra de la cartera, Adriana Delpiano, conversaba con parlamentarios oficialistas en la puerta de la Sala de la Cámara, recordando que tras el acuerdo forjado entre los parlamentarios oficialistas miembros de la comisión mixta de Presupuesto y el gobierno -que permitió que la instancia visará la gratuidad en educación superior para 2016-, había quedado en manos de las bancadas de la Nueva Mayoría ordenarse para garantizar una aprobación unánime del polémico punto. Al menos esa fue la voluntad que expresaron los presidentes de partido el lunes en el comité político a Valdés.
Y a pocos minutos de que comenzara la votación en la Sala, la ministra Delpiano hizo un último llamado a los diputados a aprobar la propuesta presupuestaria, pues "no olviden que esto garantiza la reforma que tenemos en marcha". Al cierre de esta edición, el oficialismo aseguraba contar con los votos necesarios para aprobar la glosa de gratuidad, como así ocurrió.