En su penúltima reunión del año, el Banco Central optó por mantener la tasa de interés en 3,25%, alineándose con la mayoría de los analistas.
Para justificar su decisión, el Central planteó que, en el plano externo, los últimos datos aumentaron "significativamente" la probabilidad de que la primera alza de tasa en Estados Unidos ocurra en diciembre.
"Pese a lo esperado de este evento, persisten los riesgos en torno a las posibles disrupciones que esto pueda provocar en los mercados", expuso el ente rector.
En relación al escenario interno, el Consejo reconoció que el IPC de octubre fue "algo mayor a lo previsto", concentrando sorpresas en la inflación subyacente, pero al mismo tiempo destacó que las expectativas a dos años siguen ancladas en 3%. Advirtió que la evolución de estas variables "se seguirá monitoreando con especial atención".
También dio cuenta de que los datos de actividad y demanda han evolucionado en línea con el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre, los índices de confianza han mejorado en el margen y la creación de empleo e incremento de los salarios mantienen su dinamismo.
Respecto a los próximos movimientos, el ente emisor reafirmó en el comunicado que la trayectoria de la tasa de política monetaria (TPM) contempla ajustes adicionales para garantizar convergencia de la inflación al rango meta, lo que dependerá " de la nueva información que se acumule y sus implicancias sobre la inflación".
¿De qué dependerá el próximo ajuste?
Tras la mantención, la pregunta que ronda en el mercado es qué factor gatillará el próximo movimiento en la TPM, teniendo en cuenta que el Central reafirmó el sesgo alcista.
Banco Santander Chile plantea que serán dos las variables determinantes: que la Reserva Federal concrete o no la inminente alza de tasas en diciembre, y los ajustes que realice el ente rector en el IPoM que se entregará posterior a la reunión de diciembre, por lo que la entidad anticipa que la pausa se extenderá a la última reunión del año.
El economista de Scotiabank, Benjamín Sierra, señala que hay pocas dudas de que una nueva subida se concrete en los próximos meses, donde cree que la decisión monetaria en Estados Unidos será "muy relevante".
En tanto, BBVA Research expuso que "tendremos que esperar hasta el IPoM de diciembre para tener una reevaluación del escenario macro y sus implicancias sobre los próximos movimientos de la TPM".
En tanto, Credicorp Capital estima que el Central debería extender el período de pausa ante las dudas en torno a la recuperación de la actividad y el efecto de su accionar en el tipo de cambio y, por ende, en la inflación. Con todo, no descartan que el Consejo opte por un alza en diciembre en línea con el ajuste que realizaría la Fed, el elevado IPC que se espera para enero por el efecto del impuesto a timbres y estampillas, y un tipo de cambio que se ha ubicado en $ 700 en los últimos días y que -de mantenerse- presionará la inflación al alza.