Horas antes de iniciar sus vacaciones en una parcela en la Región Metropolitana, la senadora y presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende, analizó el contexto en que se darán las municipales, así como el último episodio de desencuentro en la Nueva Mayoría.
- Usted ha dicho que no es el momento para hablar de las presidenciales, pero como titular del PS recorrerá el país para apoyar a los candidatos a las municipales. ¿No siente que eso sea una cierta ventaja y que ese trabajo se pueda interpretar de otra forma?
- Ya lo hemos dicho, me parece inoportuno, no llevamos ni dos años y no tiene ningún sentido. Lo más importante son las elecciones municipales, junto con terminar de sacar la agenda de reformas transformadoras, donde hay algunos temas pendientes. Hice el compromiso de recorrer el país, entonces no es un tema de correr con ventaja o no, sino que la responsabilidad mínima que tiene un presidente de partido.
De hecho, acordamos los siete presidentes que íbamos a tener candidaturas únicas e íbamos a estar presentes cuando así lo requieran o sintamos que hay que hacer un esfuerzo adicional.
- Pero es en esos recorridos donde la gente pide, entre otras cosas, que asuma un desafío presidencial.
- Sí, si no he negado que mucha gente me lo ha planteado. Entonces, estoy muy contenta con la idea de que voy a recorrer para poder tener una percepción más en el detalle y directa de lo que piensa nuestra militancia y la gente en general. Son tiempos difíciles, estamos viviendo un momento de enorme desconfianza, de emplazamiento, de crítica y es sano poder dialogar con la gente, pispar un poco como está la temperatura, conversar y explicar la legislación que estamos sacando. Entonces, será muy positivo y le hará bien a todos.
- A propósito de los tiempos difíciles, ¿le inquietan los próximos resultados electorales?
- Haremos la elección en un momento complejo y no será fácil para todos nuestros candidatos y candidatas. Ese puerta a puerta es muy necesario, será complejo porque en más de alguna parte, supongo, habrá esa expresión de molestia, pero hay que asumirlo. Y, efectivamente, retener y aumentar, es nuestra meta como partido y para la NM.
- ¿Qué preocupa más una gran abstención o un voto de castigo?
- En las elecciones municipales influye mucho el componente local, el voto que está dedicado a la persona más que al partido o a la coalición, así que ahí se equilibra lo que uno podría pensar de que haya un cierto voto de castigo, o que se puede manifestar en no ir a votar. Espero que el porcentaje de abstención no sea más alto que el que hemos tenido en el último tiempo.
Diferencias en la NM
- A raíz de las últimas discrepancias en la NM, usted le recomendó a los dirigentes tomar vacaciones, ¿las diferencias solo responden al cansancio del año?
- No. Hemos caído en una suerte de círculo vicioso y pernicioso, en el sentido que a veces una frase crítica, inoportuna acapara evidentemente los titulares y tenemos la perversidad de saber que una cuña en un noticiario cualquiera la ven miles de personas.
- ¿Pero no se trataría de cuñas casuales?
- Pero hay algo de eso, hay una cierta necesidad de sobresalir y eso genera que la gente por una cuña es capaz de decir cosas poco reflexivas y, a veces, bastantes tonteras.
Otra cosa son las diferencias reales que existen y es lógico que existan, por algo somos una coalición o alianza programática, como quieran llamarla, de centro izquierda. ¿Qué tiene que hacerse? No es que el programa sea una biblia, sino que el acuerdo básico que establecen fuerzas políticas diferentes y donde se genera consenso. Por ejemplo, en la interrupción del embarazo en tres causales, uno se pone de acuerdo porque hay gente que preferiría no tener ninguna y hay gente que dice aborto libre. Esa es la virtud cuando se generan ciertos compromisos que se establecen a través de un programa escrito.
Tenemos diferencias, pero lo que alego es que hay formas, momentos y lugares donde expresarlas. A mí me sorprendieron las declaraciones de Patricio Walker porque no las esperaba, fueron súper inoportunas y por eso sugerí vacaciones.
- Entonces, ¿el programa es el marco o límite ante las discrepancias?
- El programa es como nuestro gran orientador, el marco en el cual debiéramos conducirnos o trabajar en conjunto; todos firmamos y ese es nuestro grado de responsabilidad. Ahora, es entendible que uno pueda ser crítico de la forma en la cual se está ejerciendo la aplicación de ese programa, puedo entender que uno pueda decir que la gratuidad debió haber esperado o que hubo un grado de improvisación, pero valió la pena. Hay miles de familias que en marzo van a estar infinitamente agradecidas.
- ¿Pero qué pasa cuando las diferencias afectan el plan de reformas, por ejemplo lo que pasa en lo laboral?
- Es razonable que uno trate de buscar el consenso, estuvimos muy cerca, pero al final no se logró. Los socialistas tomamos una decisión, si llegando marzo se mantiene esa diferencia, votemos y será lo que será, cada uno asumirá su responsabilidad y veremos; porque ya el dilatar no tiene sentido. Para algunos como nosotros la huelga tiene que ser efectiva, consideramos que la única forma real de presión es cuando uno tiene la huelga efectiva y, por lo tanto, no vamos a ceder en eso, si hay diferencias vamos a la votación y ahí veremos qué pasa.
- Se le atribuye a un grupo de senadores de la DC reponer las “adecuaciones necesarias”. ¿Cómo ve el rol de ellos en contraste con el resto de la mayoría de parlamentarios de la NM?
- Hay una última oportunidad en marzo. Nosotros lo vamos a votar y tenemos detrás toda esa votación amplísima de la Cámara de Diputados y la de los senadores que está bien al justo. Espero que tengamos los votos, el PPD dijo que estaba disponible porque se aclararon unas dudas que tenían en relación a la Pyme. Por lo tanto, en principio creo que (los votos) están y confiamos en que ojalá nos acompañe alguien independiente. Está muy al justo.
- ¿No cree que faltó un mayor liderazgo en este tema?
- La Presidenta fue bastante clara por la vía de la ministra del Trabajo y del ministro de Hacienda al decir que estas son las líneas fundamentales. Ahora, ya no más vueltas, en marzo se vota.
- ¿En este escenario ve proyectada la NM?
- Siempre con estas declaraciones sufrimos así como unas turbulencias bastante intensas, por eso creo que son muy convenientes las vacaciones. Probablemente, en marzo llegaremos con un ambiente más sereno.
Además vamos a tener elección municipal, así que cada uno va a estar bastante más ocupado en el terreno. Entonces, espero que se aminore este tipo de declaraciones, que en realidad tampoco ayudan a una proyección.
El PS acordó en su congreso -y lo he dicho desde el día uno- que deberíamos siempre tener la imagen de proyectar esto, por una razón muy simple: estas reformas van a tener sus resultados en el mediano y largo plazo. El riesgo de perder una elección no es solo el tema de perder -si al final en una democracia la alternancia es parte del juego-, sino que está el riesgo de retroceder. Piñera dijo clarito que él haría las contrarreformas y es lo peor que le puede pasar a este país, porque hemos ganado algo culturalmente, que es muy difícil.
Gratuidad era algo que llegaba a provocar risa, era rechazada y resulta que hoy quedó instalada, con un oportunismo notable (de la derecha), pero la batalla cultural la ganamos nosotros y hoy decimos gratuidad. Creo que estamos empezando a cambiar un poco los valores y me perecería terrible retroceder en aquel sentido.
Parlamentarios: "No" a limitar reelección
La senadora reconoce que quedó "contenta" con la aprobación de la ley de fortalecimiento de la democracia porque, entre otras cosas, los candidatos tendrán la obligación de poner el símbolo del partido al cual pertenecen y se prohibirá el exceso de propaganda, que además, espera que "el Servel pueda fiscalizar" con la ayuda de los ciudadanos, que también podrán denunciar y decir: "Basta, aquí se están sobrepasando los límites".
- A propósito de estas nuevas normas, ¿no cree que también se debió legislar para limitar la reelección?
- Ahí tengo una opinión diferente. La Cámara y el Senado en promedio se han renovado en cada elección alrededor de un 40%. Aquí hay mitos y hay que mirar las cifras.
Uno podría decir que tiene una mayor ventaja, supuestamente, el que ya está en ejercicio, pero como cambiamos el binominal y se va a tener la posibilidad de llevar un candidato más de los que hay que elegir (N+1), la competencia será mayor, además el porcentaje para ser elegido será menor (12% a 13%). Por eso, se prevé que va a cambiar más todavía el escenario. Entonces, no estoy dispuesta a asumir que la reelección está relacionada con la probidad. No estoy dispuesta a asumir que con el nuevo sistema electoral la ventaja es neta, porque la verdad es que será mucho más competitivo y en lo personal, creo que es la ciudadanía la que tiene la decisión. No estoy de acuerdo, nunca he estado de acuerdo, con el límite a la reelección. En el pasado a lo mejor con el binominal, hoy menos que nunca y no acepto asociarlo con el tema de la probidad.
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