Sarah Gilbert: la científica que lidera la carrera de Oxford por encontrar una vacuna contra el Covid-19
La vacunóloga y profesora de la casa de estudios y su área de investigación, el Instituto Jenner, podría prontamente hacer historia, ya que la vacuna estaría disponible en septiembre o incluso, antes.
- T+
- T-
Si bien son varios los laboratorios que están en la carrera por encontrar una dosis contra el coronavirus, la Universidad de Oxford, en Reino Unido, junto a la farmacéutica británica AstraZeneca, llevan la delantera y la vacunóloga Sarah Gilbert es la encargada de liderar el equipo.
Nacida en abril de 1962, la británica se graduó de ciencias biológicas de la Universidad de Anglia del Este y realizó un doctorado en bioquímica, en la Universidad de Hull. En 2004, comenzó a dar clases en la Universidad de Oxford y más tarde, en 2010, en el Instituto Jenner, el área de investigación de la misma casa de estudios.
Según ha dicho en medios internacionales, desde el comienzo de la pandemia que Gilbert quiso aportar en la búsqueda de una vacuna. El equipo encabezado por la experta -compuesto por los académicos Teresa Lambe, Sandy Douglas, Andrew Pollard, Catherine Verde y Adrian Cerro-, ha basado su trabajo en el uso de un vector adenoviral, el cual estimula una respuesta inmune en contra de la proteína del coronavirus. En marzo de este año, comenzaron estudios en animales y más tarde, se dio paso a a la prueba en humanos.
"A partir de la experiencia acumulada en otras vacunas similares, yo estimo en un 80% de que consigamos la vacuna (contra el Covid-19). Es mi opinión personal. No es sólo una corazonada y, a medida que avanzan los días, reforzamos nuestra confianza", dijo Gilbert en una entrevista con el medio británico The Times en abril de este año, antes de comenzar las pruebas en humanos. Eso sí, mantuvo la cautela: "Nadie puede prometer que va a funcionar", aseguró.
Y es que no es primera vez de Sarah Gilbert trabaja en la búsqueda de una vacuna. En 2008, participó del desarrollo de la vacuna universal para la gripe, mediante el uso de proteínas centrales en el virus de la Influeza A, la cual demostró que se podía estimular ciertas células y que esta reacción impedía el contagio en las personas.