Empresa de ingeniería se reconvierte y crea el primer ventilador mecánico de emergencia “made in Chile”

A fines de marzo, el gerente general y co fundador de Teccap, Iván Tapia, comenzó a reunirse por Zoom con varias empresas "amigas" de distintos rubros para intercambiar fórmulas para enfrentar la crisis económica derivada del Covid-19. En las reuniones, tituladas "Qué hacer en el futuro", surgieron varias ideas, pero finalmente, decantaron por diseñar un ventilador mecánico de emergencia, al que bautizaron como Oxygena.

Tapia cuenta que el estallido social obligó a la empresa de ingeniería y desarrollo a una primera reconversión, la que significó pasar de realizar proyectos -como construcción y mantención de plantas- para industrias como la minera, agroalimentos y portuaria, a enfocarse en la automatización y optimización de procesos, para que las empresas pudieran mantener su capacidad de producción.

"Nos empezó a ir muy bien, estábamos como avión, pero llegó el Covid-19, nos dejaron de pagar los contratos y los proyectos se paralizaron. La primera quincena de marzo la actividad cayó en un 60% y a fines de ese mes, previendo que seguiría cayendo, empezamos a trabajar colaborativamente con empresas para buscar qué hacer", comenta Tapia.

Pero la idea del ventilador no salió de su grupo de Zoom. Cuenta que una persona vinculada al mundo de la salud les pidió ayuda para buscar ventiladores mecánicos en otros países, pero al percatarse de que era una tarea titánica en medio de la alta demanda mundial debido a la pandemia, aceptaron la sugerencia de hacer uno propio. "Como tengo experiencia en fabricar equipos de ingeniería, como instrumentos de precisión para la industria, analizadores y otros más complejos que un ventilador, dije intentemos", dice Tapia.

Camino al prototipo
A comienzos de abril, en una primera etapa, cooperaron con un par de universidades, pero finalmente optaron por un camino propio, hasta crear un prototipo conceptual de la inteligencia del ventilador.

"Partimos al revés, pues hay mucha gente trabajando en el mecanismo del ventilador, pero menos en la inteligencia del equipo. El 17 de abril teníamos el prototipo desarrollado. La estrategia fue integrar cosas industriales existentes, las que usamos habitualmente, y sólo importamos las cinco piezas especializadas para ventiladores", afirma Tapia.

Para financiar este prototipo publicaron un folleto con los datos del proyecto en las redes sociales, invitando a las personas a realizar donaciones. "Recibimos aportes desde $ 90 mil hasta $ 10 millones, de familia, personas, organizaciones y grupos económicos. Logramos levantar $ 40 millones, que es la mitad la inversión", cuenta el ejecutivo.

Tapia comenta que también recibieron aportes en capital humano especializado. La primera quincena de abril los contactó la Mutual de Seguridad para ofrecerle cooperación técnica del equipo médico para el proyecto, "la que se tradujo en muchas horas de trabajo" para lograr que el equipo fuera seguro para la salud.

El ejecutivo precisa que diseñaron un "prototipo para fabricar", en lugar de uno "para replicar, porque está hecho con piezas ya usadas y certificadas". Para materializarlo, crearon un consorcio con la empresa chilena TPI, quienes se transformaron en el brazo de fabricación del producto.

Señala que los equipos fueron probados por la Universidad de Las Américas en mayo, en simuladores y animales, "con un protocolo muy exigente. Las pruebas fueron exitosas", afirma.

Próximos pasos
Tapia cuenta que ayer jueves entregaron al Ministerio de Salud un dossier con toda la información técnica del ventilador mecánico de emergencia -Oxigena VMI-19- con la idea de conseguir una aprobación para su uso.

No obstante, el consorcio ya empezó a producir en serie los equipos. Los primeros cinco fueron adquiridos y entregados el miércoles pasado a la Mutual de Seguridad -en el marco de un acuerdo de colaboración- y hay otros 25 ventiladores en proceso de producción, los que fueron encargados por diversas entidades privadas.

El ejecutivo señala que el plan es fabricar 50 equipos a la semana -de una capacidad total de 80 semanales-, los que serán un 30% más económicos que un ventilador de similares características importado.

También precisa que son ventiladores mecánicos de emergencia invasivos "de último recurso", y adelanta que ya están desarrollando un nuevo prototipo, un ventilador de transporte o pesado, "estamos trabajando para tener un prototipo para pruebas en julio".