Yascha Mounk, Johns Hopkins University: “La inmigración genera más resentimiento en la mayoría de las democracias que las diferencias en los ingresos”
La democracia liberal está en crisis, de acuerdo al politólogo alemán, contexto en el que destaca la importancia de detener a Putin en Ucrania y de no responder al populismo de derecha con populismo de izquierda.
Por: Francisca Guerrero | Publicado: Domingo 10 de noviembre de 2024 a las 22:22 hrs.
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Inusual fue la estabilidad de la que gozó la democracia liberal por un largo período, asegura el académico de Johns Hopkins University (Estados Unidos), Yascha Mounk, quien analiza en entrevista con DF cómo se ha retornado a la usual inestabilidad de la mano de una crisis de la democracia liberal.
Autor de los libros como El gran experimento: por qué se desintegran las democracias diversas y cómo pueden perdurar y El pueblo contra la democracia,dice que la preocupación en torno a las olas migratorias explica en buena medida los cuestionamientos al sistema imperante y el atractivo del populismo de derecha. Asuntos como la desigualdad, también merman la confianza popular, lo que -a su juicio- es particularmente relevante en América Latina, donde el protagonismo lo tiene el populismo de izquierda.
“Los últimos años vemos más páises que se han alejado de la democracia, en relación con los que se han acercado a ella”
- ¿Está en crisis la democracia liberal?
- Está en crisis. Vemos que está en conflicto en muchos lugares importantes del mundo. Lo vimos en EEUU con (Donald) Trump, que ya hizo mucho daño la primera vez que fue Presidente. Vemos que India, la mayor democracia del mundo, está sufriendo restricciones significativas a su libertad de expresión y está en peligro de convertirse en un régimen autoritario competitivo. Vemos que, desde Venezuela hasta México y Turquía, muchas otras democracias en todo el mundo están en conflicto.
Esto es parte de una tendencia más amplia. Durante los últimos años vemos más países que se han alejado de la democracia en relación a los que se han acercado a ella.
- ¿Qué valores de la democracia liberal están en juego?
- Hay que distinguir entre los políticos que persiguen políticas con las que uno no está de acuerdo y los políticos que realmente socavan los elementos básicos de un sistema democrático.
Dicho esto, es importante considerar que nuestro sistema democrático tiene dos componentes fundamentales: la democracia, donde es la gente la que decide, no los reyes, dictadores militares, la policía o algún otro potencial; y lo liberal, en el sentido de que queremos preservar la libertad individual de decir lo que queremos, de reunirnos como deseamos, de adorar a quien queramos y de pensar de la forma en que queramos. Lo que me preocupa son los ataques a esos dos valores fundamentales.
- ¿Cuáles son las causas de esta crisis? ¿Por qué la democracia liberal está perdiendo popularidad?
- Una forma de pensar en esto es invertir la pregunta, decir que hubo un período de legitimidad y estabilidad democráticas que, en algunos sentidos, fue bastante inusual. Ese período estuvo marcado por un rápido crecimiento económico, una cultura relativamente estable y por el hecho de que Estados Unidos era un país muy dominante en el mundo.
Todos esos factores de estabilidad han desaparecido. En cierto modo, hemos regresado al caos y la inestabilidad.
Además, en algunos países la disponibilidad de nuevos medios y el crecimiento de la desigualdad socioeconómica han llevado a que algunos grupos formen una cultura sobre sí mismos, una que está bastante separada del mundo, de la vida, de la mayoría de los ciudadanos del país. Parte de la revuelta populista está motivada por la creciente impaciencia, y a veces enojo, hacia una élite social y culturalmente separada.
- ¿Por qué en este contexto ha ganado popularidad el populismo de derecha?
- Siempre existe esta competencia entre las explicaciones económicas y las explicaciones culturales para el auge del populismo. Yo creo que es razonable decir que si las explicaciones culturales y económicas fueran las más importantes, entonces se esperaría en gran medida el auge del populismo de izquierda, de personas cuyo atractivo se basa principalmente en decir “vamos a enfrentarnos a los ricos y a las grandes corporaciones y vamos a redistribuir el dinero”.
El hecho de que sean los populistas de derecha los que han tenido más éxito en la mayoría de las regiones del mundo sugiere que en esos lugares el rápido cambio cultural, las transformaciones demográficas y, en particular, el sentimiento de que los Estados no tienen un control real de las fronteras es gran parte de la explicación del auge del populismo.
- ¿Existe realmente un populismo de derecha organizado más allá de las fronteras de cada país?
- Hemos visto desde el comienzo de la era moderna que los acontecimientos políticos en un país pueden inspirar acontecimientos políticos en otro país. Por lo tanto, no es sorprendente que hoy también veamos muchos acontecimientos que parecen desarrollarse en paralelo entre sí.
Parte de eso se debe a que las condiciones estructurales subyacentes se están moviendo en la misma dirección. Hay cierta emulación; los políticos miran, por ejemplo, a Donald Trump, y piensan: “¡Oh! De hecho, puedo copiar algo de eso, adaptarlo al contexto brasileño y transmitir un mensaje similar”. Además,algunos de los principales activistas, intelectuales y políticos de la extrema derecha conversan entre sí y explícitamente pueden darse consejos.
- ¿Ve el mismo potencial en los populismos de izquierda?
- En ciertos lugares y en ciertos momentos. En países donde no hay mucha inmigración, donde la cultura es relativamente estable, donde el tipo de élite social más amplia es razonablemente conservadora socialmente y en los que hay una desigualdad muy significativa, se tienden a encontrar formas bastante fuertes de populismo de izquierda.
El continente que mejor cumple esas condiciones es, probablemente, América Latina, por lo que es un continente donde los populistas de izquierda y de derecha compiten genuinamente por el poder y la influencia, de una manera mucho menos cierta que en América del Norte, Europa Occidental o Asia.
Pero, en general, el centro de nuestra política en este momento es más cultural que económico. Actualmente, la inmigración genera mucho más resentimiento en la mayoría de las democracias del mundo, que las diferencias en los ingresos. Por eso el populismo de derecha, ciertamente, parece ser la fuerza política más fuerte en este momento.
- ¿Cómo el momento geopolítico conecta con esta crisis?
- Particularmente en Ucrania, el peligro es que el ascenso de fuerzas populistas haga que sea muy difícil para Occidente trabajar juntos.
La de Putin, es la primera gran invasión en Europa, desde la Segunda Guerra Mundial, de una nación soberana con el propósito de obtener ganancias territoriales. Romper esa norma augura un muy mal futuro, porque si invadir otros países se convierte en un medio normal de política, tendremos que temer por muchas más guerras.