Cómo las nuevas energías le cambian la cara a las regiones

La llegada de la energía renovable está cambiando profundamente el panorama de algunas regiones en Chile.

Con proyectos de hidrógeno verde en pleno desarrollo, zonas como Magallanes y Antofagasta comienzan a perfilarse como centros clave de producción energética. Este impulso en energías limpias traerá consigo beneficios económicos, como el aumento en el PIB regional, además de la modernización de infraestructura para cubrir la creciente demanda de servicios.

No obstante, el rápido avance de estas iniciativas también presentará desafíos. Las autoridades locales señalaron la urgencia de agilizar los permisos ambientales y fortalecer la capacitación de los trabajadores para sostener esta transformación energética.

Así, la entrada de la energía renovable abrirá una nueva etapa de oportunidades para el país, al tiempo que plantea la necesidad de una coordinación eficiente entre el sector público, privado y académico para responder a las exigencias de esta industria. Con un fuerte enfoque en sostenibilidad y desarrollo regional, Chile avanza hacia un futuro energético que promete posicionarlo como un referente global.

Alza en el PIB nacional y mejoras en infraestructura: el impacto en Magallanes

El territorio cuenta con 20 desarrollos de hidrógeno verde en carpeta, pero solo cuatro de ellos se encuentran con niveles de avance más importantes.

Las potentes ráfagas de viento de la Región de Magallanes, las grandes extensiones de terreno y el pasadizo interoceánico que conecta el Atlántico con el Pacífico, fueron algunas de las características de la zona que captaron la atención de los inversionistas de energía renovable.

Actualmente, el territorio cuenta con 20 desarrollos de hidrógeno verde en carpeta, pero solo cuatro de ellos se encuentran con niveles de avance más importantes. El primero es la planta de combustibles de carbono neutral de HIF Global
(US$ 830 millones), proyecto que ingresó a evaluación ambiental en octubre de 2023. A este le sigue la iniciativa de amoníaco verde del consorcio HNH Energy por US$ 11 mil millones, el cual está en proceso de revisión de su impacto ambiental.

Además, se espera que a fines de este año ingresen al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) el proyecto de TEG Chile que busca generar amoniaco verde y la iniciativa de hidrógeno verde de Total Energy. Todavía no se sabe la inversión de dichos desarrollos, pero se espera que superen los US$ 1.000 millones.

“Nuestra región tiene una riqueza productiva muy importante, pero el hidrógeno verde va a ser un tsunami productivo. Vale por todos los demás varias veces. Y eso es lo complejo hoy día para la región, hemos tenido que tomarlo con mucha seriedad, estamos hablando de volúmenes nunca antes vistos en esta zona”, enfatizó el gobernador regional de Magallanes, Jorge Frías.

Impacto regional

La autoridad regional detalló que, tan solo estos cuatro proyectos de hidrógeno verde, tendrán un impacto sin precedentes en la región. Frías explicó que, a la fecha, Magallanes produce el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, pero se espera que con las iniciativas de energía renovables esta cifra llegue al 13%.

Pero desde la región están viendo una posible complicación. Según estimaciones, estos cuatro proyectos van a necesitar 15 mil trabajadores directos, pero en los 60 años de vida que tiene la Universidad de Magallanes, se han formado solo 14 mil profesionales. Para eso, las autoridades están siguiendo dos caminos de acción: atraer personas de afuera de la región, o preparar y formar profesionales ya egresados en materias de energías renovables.

Sumado al impacto económico, Frías detalló que la llegada de estos proyectos traerán importantes cambios en la infraestructura en la zona. El gobernador explicó que van a necesitar ampliar los puertos de Magallanes, e incluso, levantar nuevos. A esto se le suma la mejora de las carreteras, y la ampliación de la capacidad de oferta sanitaria, educacional, deportiva y cultural, entre otros.

Magallanes: una figura mundial

Este proceso que está viviendo Magallanes va a posicionar a la región a nivel internacional.

El gobernador explicó que, cuando los proyectos comiencen a operar, Magallanes se va a convertir en uno de los cinco sectores del planeta con la mayor producción de hidrógeno verde. De acuerdo a las estimaciones de especialistas, con las cuatro iniciativas la región podría producir aproximadamente entre el 10%-12% de los derivados del hidrógeno mundial.

“Al Gobierno le corresponde planificar esto de la mejor manera. Hoy día la responsabilidad es gigante para quienes estamos a cargo tanto en el territorio como a nivel nacional, porque esto va a posicionar a Chile, a Magallanes, a nivel mundial”, concluyó Frías.

Nuevas industrias y especialización: los efectos en Antofagasta

A la fecha, la región acumula 145 proyectos de energías renovables por un monto cercano a los US$ 50 mil millones.

La Región de Antofagasta destaca por las ventajas competitivas que tiene el territorio para la inversión de proyectos energéticos. Los niveles de radiación solar del norte, la vasta superficie del desierto y la infraestructura industrial existente, le cambian el rostro a una región históricamente minera, y que hoy en día descubre su vocación por la energía.

El gobernador regional de Antofagasta, Ricardo Díaz, explicó que a la fecha, la región acumula 145 proyectos de energías renovables por un monto cercano a los US$ 50 mil millones -los cuales ya están con permisos sectoriales y en vías de evaluación-, escenario que podría posicionar a Antofagasta en el mapa energético en los próximos años.

“La región no solo va a liderar el tema energético a nivel nacional, sino también a nivel mundial. Lo que estamos haciendo como región es generar una suerte de cluster energético en donde está la academia, la industria y los servicios públicos asociados para que eso ocurra así”, enfatizó Díaz.

Nuevos desarrollos

La explosiva llegada de estos proyectos de inversión trendrá un impacto significativo en la región.

El gobernador explicó que una de las expectativas que tienen como institución es que el uso de la energía renovable también flexibilice el desarrollo de otros tipos de industrias. Díaz ejemplificó que la región se podría apostar por la producción de hidrógeno verde, con la creación de plantas de combustible. Estas instalaciones traerían un impulso en el empleo de la región, ya que por planta se requieren entre 200 a 300 trabajadores. 

“El hidrógeno verde es una apuesta de futuro. Hoy en día los costos de producción son muy altos, pero también hay ciertas garantías. Esta región importa 170 mil toneladas de amoniaco para los procesos mineros. Dentro de la producción del hidrógeno verde se puede producir amoniaco verde. Entonces se podrían poner plantas de desarrollo de amoniaco acá en la zona, ya que habrían clientes interesados en la compra de esos productos que podrían acelerar este tipo de inversión”, afirmó el gobernador.

Sumado a la posible entrada de nuevas industrias a la región, la autoridad detalló que estos proyectos de energía derivarán en una especialización de la zona. Díaz explicó que los desarrollos de energías renovables requieren de un área de especialización que hoy en día no existe en el país; por eso como Gobierno Regional ya comenzaron a trabajar en fortalecer la formación académica en Antofagasta.

“Estamos invirtiendo a través de los fondos del royalty en programas de capacitación para aumentar la cantidad de especialistas asociados a estas nuevas industrias. Hablo del hidrógeno verde, de ver la forma de agregarle un mayor valor al litio, de impulsar elementos de electromovilidad”, comentó Díaz.

Y agregó que “hay nuevas tecnologías que están apareciendo donde la región va a jugar un rol importante y donde tenemos que tener esta capacidad instalada para poder responder a esos desafíos”.

Permisología

La autoridad regional no fue ajena a los largos plazos que existen hoy en día en los procesos de evaluación ambiental de los proyectos.

Díaz explicó que todos estos desarrollos se han visto envueltos en problemas relacionados a la permisología que se vive en el país. “Hay alrededor de US$ 50 mil millones que están entrampados en permisos sectoriales. El Gobierno Regional quiere invertir en ellos, quiere entregar recursos para poder contratar más profesionales para esos proyectos. Hay alrededor de 17 mil empleos que están estancados producto de esto”, afirmó.

En detalle, el personero explicó que la demoras que se han visto en la región se deben a la falta de funcionarios que existe en el Servicio de Evaluación Ambiental de la zona para la importante cantidad de proyectos de inversión emergentes.

“Acá hay aproximadamente 11 funcionarios que evalúan una importante cantidad de proyectos de inversión, de hecho ya hay como 84 proyectos que se están evaluando este año. Entonces, es necesario doblar la cantidad de funcionarios”, concluyó Díaz.