OCDE afina últimos detalles de la asesoría que pidió el Gobierno sobre la viabilidad del seguro de longevidad

El economista jefe de la Unidad de Pensiones de la OCDE, Pablo Antolín, arribó a Chile con una intensa agenda.

Este lunes a primera hora expuso en el seminario “Tendencias y desafíos en los sistemas de pensiones”, organizado por CFA Society Chile y Postgrados de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile.

Inmediatamente después de ese encuentro, se fue al Ministerio de Hacienda a una reunión sobre la asesoría que está otorgando la OCDE al Gobierno para estudiar un eventual seguro de longevidad o modalidades de pensión -como podría ser un retiro programado colectivo- que incluyan protección contra riesgos de la cuarta edad.

Para ello, se están afinando los últimos detalles de cara a la entrega del informe final, que se espera sea este mes.

Pablo Antolín jefe Unidad Pensiones OCDE

“A los países no les decimos esto es lo que hay que hacer, les decimos ustedes tienen objetivos, esto han hecho otros países, estas son las condiciones y mecanismos que funcionan”.

Óscar Landerretche economista y académico FEN

“Va a ser muy difícil que avancemos hacia reformas de cualquier tipo, si es que continuamos con una discusión pública y actores públicos que están como peleados con la aritmética”.

Según fuentes conocedoras de las tratativas con la OCDE, el organismo propondría ejemplos de cómo los distintos países resuelven los temas de longevidad y de qué forma sería recomendable implementar modelos como éste en caso que se quisiera hacer en Chile. Normalmente la OCDE opera de esa manera.

“A los países no les decimos esto es lo que hay que hacer, les decimos ustedes tienen objetivos, estos son lo que han hecho otros países, estos son las condiciones y los mecanismos en los cuales hemos visto que funcionan”, planteó Antolín en el seminario refiriéndose a los procesos de reformas de pensiones en distintos países.

En todo caso, Antolín aseguró que “en todos los países se discute reformar el sistema de pensiones. No existe ni un solo país que esté contento con su sistema de pensiones” y apuntó que lo más importante a la hora de pensar en cambios a los modelos previsionales es tener en cuenta que el objetivo es cómo mejorar las pensiones.

Para el economista, con una tasa de retorno de 5%, un 10% de contribución, incluso aunque la gente contribuya 40 años, es imposible tener tasas de reemplazo más allá del 40%. “Los números no dan y no van a dar nunca”, señaló.

Por lo mismo, indicó que es fundamental contribuir más y por más tiempo, aumentando la cobertura y reduciendo las lagunas previsionales.

Para Antolín, “todos los países lo que han hecho es crear un sistema multipilar” y afirmó que Chile también lo tiene.

Así, recordó que “en todos los países de la OCDE la capitalización ha aumentado enormemente. Es cierto que la mayoría de los países venían de un sistema público de reparto, entonces, obviamente introduces capitalización para desarrollar los mensajes de la OCDE, diversificar y tener las fuentes para financiar la jubilación y ajustar distintos riesgos y objetivos”.

Fijar el objetivo

Antolín reiteró en la necesidad de enfocarse en objetivos concretos en los caminos para reformar los sistemas de pensiones.

En ese sentido, calculó que, por ejemplo, si se quisiera una tasa de reemplazo del 50% con una probabilidad del 75% -es decir, que un 25% de las personas nunca la alcancen-, se requeriría un 13% de contribución.

Ahora bien, si se persigue alcanzar esa misma tasa de reemplazo, pero que solo el 10% de la población no la logre recibir, se necesitaría un 18% de ahorro. En tanto, para una tasa de 70% y donde el 90% la obtenga, la contribución requerida sería del 25%.

“No voy a decir nunca cuál tiene que ser la contribución en Chile, en Inglaterra o en otro país. Sencillamente quiero que se entienda que cuanto más quieres aportar, más tienes que ahorrar”, dijo Antolín.

“Fetichismo”

Por su parte, para el economista y académico de la FEN, Óscar Landerretche, “va a ser muy difícil que avancemos hacia reformas de cualquier tipo, si es que continuamos con una discusión pública y actores públicos que parece que están como peleados con la aritmética”.

En ese contexto, señaló que las personas no castigan a los actores públicos que les dicen que pueden tener todo, “no contribuir, no ahorrar y tener buenas pensiones”.

El economista dijo: “No importa el color del gato, sino que case ratones. No importa el color del gato, sino que genere buenas pensiones”, planteó.

Para Landerretche, para centrarse en esa mirada “hay que sacarse de la cabeza el fetichismo por los instrumentos”. Sostuvo que “por lo general, la gente que se vuelve fetichista de los instrumentos es porque no entiende el problema que está estudiando”.

Añadió que “usualmente denota alguien que está básicamente tratando de hacer un punto político para una audiencia poco informada”. Por el contrario, manifestó que “la gente que entiende los sistemas, por lo general se da cuenta de que hay opciones, de que hay distintas variantes y de que se puede optimizar con distintos diseños en función del objetivo”.

Landerretche advirtió que “estoy un poco pesimista de que vamos a poder avanzar en la discusión, si es no salimos de esa dinámica”.