El portavoz del gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo, calificó ayer como un “golpe de Estado” el presunto plan de la Generalitat de Cataluña para declarar la independencia en el caso de que el Ejecutivo central no autorice la celebración de un referéndum soberanista.
“La alternativa que ha presentado (el presidente Carles Puigdemont) no es solamente inconstitucional, sino un golpe de Estado”, afirmó el vocero antes de incorporarse a un reunión de ministros de Educación y Cultura de la Unión Europea que se celebraba en Bruselas.
Méndez de Vigo criticó que la Generalitat “a través de una ley exprés que pretende pasar en 24 horas, que no conoce nadie salvo los secesionistas, pretenda vulnerar no solo su propio estatuto sino la Constitución española”.
El portavoz del gobierno se estaba refiriendo al borrador de la llamada Ley de Ruptura, publicado el lunes por el diario El País, con la que el parlamento catalán quiere armar legalmente el proceso de desconexión del resto del Estado y que plantea una declaración de independencia inmediata si no se atienden sus demandas de celebrar un referéndum. Desde el partido gubernamental catalán, Junts pel Sí, aseguraron que ese borrador estaba desfasado y que no era la última versión.
Méndez de Vigo ha subrayado que pronuncia estas palabras “desde Bruselas, sede de las instituciones, donde respetamos el Estado de Derecho” y ha advertido a Puigdemont que no va a encontrar apoyos para su causa en Europa.
“Nadie en Europa está de acuerdo con ello, nadie en Europa reconoce el derecho de autodeterminación y mucho menos el unilateral. No hay que engañar a los ciudadanos catalanes”, aseguró el portavoz gubernamental.
Descalabro económico
Unos minutos antes de las declaraciones de Méndez de Vigo, el ministro de Economía, Luis de Guindos, vaticinaba un “empobrecimiento brutal” en Cataluña si la Generalitat seguía con sus planes de proclamar la independencia.
De Guindos ha asegurado que el PIB catalán podría reducirse entre un 25% y un 30%.
“No es solo una cuestión de legalidad, que es importantísimo para un gobierno, es también es una cuestión de racionalidad económica. El gobierno de España no va a dejar nunca que los catalanes salgan de la zona euro, ni de la Unión Europea”.