El índice precios al consumidor ampliado de Brasil (IPCA) registraría una deflación de 0,07% en junio, según prevén los analistas del mercado financiero consultados por el banco central. Si esa expectativa se concreta, será el primer resultado negativo del indicador para cualquier mes desde junio de 2006.
En mayo, el IPCA sorprendió al marcar un alza de 0,31%, por debajo del promedio esperado, de 0,46%, y fue la menor tasa para ese mes desde 2007.
La encuesta del banco central también muestra que las previsiones para la inflación este año y el próximo siguen disminuyendo, distanciándose aún más de la meta de 4,5% que persigue el banco central. La expectativa para el aumento del IPCA en 2017 bajó de 3,71% la semana pasada a 3,64% hoy; para 2018, las previsiones bajaron de 4,37% para 4,33%. Para los próximos 12 meses, la proyección pasó de 4,49% para 4,48%.
El presidente del banco central, Ilan Goldfajn, manifestó que los resultados de la encuesta "son expectativas muy diferentes de las que teníamos hace un año".
Agregó que existen expectativas de una recuperación gradual, luego de que el primer semestre marcara el fin de años de recesión y marcara una expansión de 1% del PIB. "Una parte importante de ese crecimiento tiene que ver con el sector agrícola", sostuvo.
Para Goldfajn, gran parte del cambio tiene que ver con las reformas y la economía brasileña.
"Es lo que decíamos hace un año: si hay ajustes, si las cuestiones fiscales y de productividad pasan, si las reformas al trabajo y la previsión avanzan, las incertidumbres sobre la economía y la tasa neutra estructural tiende a caer".
La encuesta también muestra expectativas de que el país cierre este año con un crecimiento de 0,4% y el próximo con 2,2%.