La centro-derecha se ha afianzado como la
gran fuerza de la Eurocámara con los últimos resultados de las
elecciones europeas dados a conocer hoy, confirmando la fuerte
caída de los socialdemócratas y el auge de los verdes.
El Partido Popular Europeo (PPE) será el grupo
más numeroso de la Eurocámara, a pesar de que el cálculo difundido
hoy por el Parlamento Europeo (PE) le quita cuatro escaños, de los que dos pasarían a los
socialistas respecto a las cifras facilitadas ayer.
En principio, los conservadores contarán con 263 diputados de un
total de 736, contra 161 de los socialistas; 80 liberales; y 52
de los verdes.
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, el socialista Joaquín
Almunia, sintetizó la situación con estas palabras: "Quizá lo que le
falta a la izquierda europea es un proyecto más claro, más definido".
Almunia admitió que "la izquierda y la socialdemocracia no han sido
capaces de presentar en estas elecciones un proyecto claro para una
salida que combine la eficacia económica con lo valores que defienden
el proyecto socialdemócrata y de una Europa social y progresista".
Sin embargo, las cifras aún pueden cambiar en función de lo que
ocurra con el grupo de la Unión por la Europa de las Naciones, que
podría desintegrarse, y a la espera de la creación de un nuevo grupo
liderado por los conservadores británicos tras su salida del PPE.
Hasta el momento, 93 diputados figuran bajo la firma de "Otros",
entre ellos 22 italianos del Partido Democrático que previsiblemente
se unirán a los socialistas y un buen número de parlamentarios de
extrema derecha o de pequeños partidos que están por primera vez en
el PE como el español UPyD.
Más allá de los números, la victoria conservadora es clara tras
llevarse las elecciones en la mayoría de los países y, en concreto,
en los seis grandes Estados de la Unión, los que disponen de más
eurodiputados: Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España y
Polonia.
Los partidos socialdemócratas sólo han ganado los comicios en
seis países y han perdido en algunas de sus principales referentes:
España y Portugal.
Las elecciones han dejado un Parlamento Europeo con una amplia mayoría de
centro-derecha y con un significativo aumento de la extrema derecha
más radical en varios países.
Entre ellos, destacan los éxitos del Partido por la Libertad
(PVV) holandés, que contará con cuatro escaños, de la ultras
húngaros, con tres, y del FPÖ austríaco, que tendrá dos, así como la
entrada por primera vez en la Eurocámara del British National Party
(BNP), que contará con dos representantes.