Minera Sierra Gorda asegura que por primera vez alcanzó utilidades y apuntan a procesar 140 mil toneladas de mineral de manera constante

Aunque cada año desde el inicio de su operación en 2014 ha sido desafiante para Minera Sierra Gorda, controlada por la polaca KGHM, que es propietaria de un 55% del activo, este año recién parece encontrarse con mejores cifras.

"Hoy Sierra Gorda está muy bien en términos productivos, en términos financieros estamos con utilidades, que es primera vez que lo logramos, y eso ha sido por el buen equipo y también obviamente por los precios de los metales", aseguró el gerente de Compras y Contratos de la minera, Matías Alcayaga.

Según indicó en el marco de la feria minera Expomin, el 2020 fue un "muy buen año" en términos de producción, un "récord" para la firma y que esperan este ejercicio superar.

"Vamos en muy buen pie", adelantó. La producción del año pasado superó las 156 mil toneladas de cobre fino y en molibdeno -el segundo producto principal de la minera- del orden de las 7.600 toneladas.

Al primer semestre, la minera alcanzó utilidades por US$ 222 millones frente a los US$ 139 millones que perdió en igual período del año pasado.

Rendimiento y proyectos

En términos de rendimiento, dijo que Sierra Gorda espera llegar a 140 mil toneladas diarias de procesamiento de mineral. "Se ha notado el ramp up (escalamiento productivo) que ha tenido la planta y eso ha sido por el buen desempeño que tiene el capital humano de Sierra Gorda. Hoy creo que estamos cercanos a los 140 mil. Quizás como promedio, pero no como una constante y nuestro enfoque es que esos 140 mil se alcancen de manera natural y quizás ahí ir subiendo en el tiempo", puntualizó.

Otro desafío relevante es tener al 2024 una recuperación de cobre de 86%.

Para lograr ambos objetivos, la minera tiene dos iniciativas: la construcción de un tercer espesador de relave y los molinos verticales.

Con la primera de ellas, se quiere garantizar la buena recuperación de los líquidos y tener un relave mucho más sólido que permita un buen patrón de distribución de éste. Esto involucra alrededor de US$ 80 millones y esperan tenerlo operativo a finales del próximo año.

Mientras, la segunda iniciativa dobla la inversión del tercer espesador y tiene un 70% de la ingeniería de detalle con miras a su entrega a fines del tercer trimestre del año 2023.

"Sierra Gorda en términos de operación lleva siete años en el mercado y eso genera que nuestra curva de mejora de proceso está quizás muy lejana todavía a otras mineras que tienen 20 o 30 años en el cuerpo, pero cuando uno los compara, creo que estamos en un muy buen nivel en términos de varios procesos, tanto en mina-planta como áreas de soporte", sostuvo Alcayaga.

En esa línea, agregó que apuestan por no colocar el enfoque en costos cuando los precios caen, sino tenerlo como cultura.

"La idea es generar planes de acción y no solamente levantar la alertas cuando el precio cae, sino de tenerlo de manera permanente y, obviamente, cuando el precio está alto rentabilizar eso de mejor manera", dijo.

El ejecutivo también sostuvo que en la planta tienen un desafío mayor, ya que quieren llegar a un 91% de eficiencia de los activos: "Hoy estamos cercanos a 89%, pero eso nos va a garantizar que vamos a poder incrementar nuestra rentabilidad".

De cara al futuro, dentro de los proyectos, existe la posibilidad de explorar con un plan piloto la operación de un equipo de apoyo con hidrógeno. Y, además, se está estudiando la estrategia de operación con camiones autónomos.

Los planes en Antofagasta Minerals

En la cita, el CFO de Antofagasta Minerals, Mauricio Ortiz, reconoció que tienen un contexto productivo "sumamente desafiante". "Tenemos una ley promedio menor que la industria en Chile. Eso hace que no solamente tengamos que buscar los mejores contratos desde el punto de abastecimiento sino que también los mejores procesos, profesionales y oportunidade de mejora", enfatizó.

Si bien recordó que está en estudio la extensión de vida útil en Pelambres, hoy el proyecto más importante en el portafolio es la segunda concentradora que llevaría a doblar las capacidades del distrito minero Centinela y que involucra además un sistema de impulsión de agua de mar, implicando una inversión de US$ 3 mil millones. Éste está en etapa de ingeniería y se espera su presentación al directorio para la aprobación el segundo semestre del próximo año.

"Algunos de estos contratos ya están siendo desarrollados con una aproximación sujeta a la aprobación del directorio, pero lo importante es que hay significativas oportunidades en contratos transversales", destacó el ejecutivo.