Industria

El nuevo escenario Lolla

Este año celebrarían el décimo Lollapalooza, pero 14 días antes de su inicio, el ministerio de Salud notificó a la productora que no podría realizarse por el Covid-19.

Por: Revista Capital | Publicado: Miércoles 10 de junio de 2020 a las 10:38 hrs.
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¿Lollapalooza parte desde cero?

-¡Para nada!

El 12 de marzo las cartas ya estaban echadas. Era el mediodía cuando el propio ministro de Salud, Jaime Mañalich, se contactó con los socios de Lollapalooza para confirmar el rumor que daba vueltas hacía días: se cancelaba la décima edición del festival del Parque O’Higgins para prevenir contagios por coronavirus. Pese a que la notificación a esas alturas era algo más que evidente, el equipo de Lotus Producciones sintió pena. “Era algo que teníamos que aceptar y acatar de la mejor manera, siendo responsables con los fans, con los artistas y las más de ocho mil personas que trabajamos cada año para hacer posible este festival”, cuenta Sebastián de la Barra, el fundador de Lotus, quien tras un viaje a la India en 2005, tentó a dos amigos –Maximiliano del Río y Matías Awad, ingeniero comercial de la Chile y agrónomo de la UC– a formar una pequeña empresa para realizar recitales. La llamaron Lotus.

No tuvieron mucho tiempo para digerir la noticia: el mismo día que se tomó la decisión de cancelar el show, los tres emprendedores se pusieron en contacto con los representantes de los artistas que integraban el line up; entre ellos, Guns’n Roses, The Strokes y Gwen Stefani. “Lo entendieron. Ninguno se había bajado antes que nosotros les avisáramos, ya que las bandas suelen ser súper leales a menos que alguna fuerza mayor les impida asistir, como el caso de Snoop Dog que se le murió un familiar o Yeah Yeah Yeahs que canceló su show en el primer Lolla del 2011 por complicaciones de salud en las cuerdas vocales de su vocalista Karen O”, indica De la Barra, quien confiesa que ahora, a casi tres meses de ese particular día, dice tener sentimientos antagónicos.

Por un lado está consternado por el freno en la industria a nivel global. Y por otro, asegura haber obtenido lecciones y aprendizajes, como “valorar lo importante”. “Hay que aprovechar a tus seres queridos, a dedicarle tiempo al espíritu y al desarrollo holístico”, dice el ingeniero comercial de la Universidad Diego Portales, quien desde que llegó de la India, medita con frecuencia.

Es la primera vez que uno de los Lolla habla públicamente. No habían querido hacerlo. De la Barra cuenta que en marzo comenzaron a hacer modificaciones en el equipo, integrado por 50 personas y que tiene como sede una casa que arriendan en Rosa O’Higgins. La misma que por estos días está vacía. “El año pasado realizamos 50 conciertos, entre el Cirque du Soleil, Lollapalooza y otros festivales, y tuvimos que hacer ajustes sin duda. Hay muchos gastos que bajamos y estamos como todas las productoras en modo sobrevivencia. Tuvimos que, lamentablemente, dejar partir a un 15% del personal y bajar nuestros honorarios porque los ingresos se fueron a cero y todavía no sabemos cuándo va a ser el regreso”.

-Pese a ello, ¿hay tranquilidad financiera?

-Sí, ya que hemos tenido años de crecimiento y de una solidez que nos permite estarlo y mirar al futuro. Sin embargo, como muchas industrias, hay que ser inteligentes y hacer los movimientos correctos de manera planificada. Estamos analizando todos los instrumentos del gobierno y otros que nos permitan sobrepasar la crisis.

-¿Cómo han sido las conversaciones con el gobierno?

-Hay varios actores de la industria creativa, relacionados con la música, managers, artistas y teatros que estamos generando un diálogo hace varias semanas con Hacienda y Economía. Estamos tratando de visibilizarnos como sector para que generemos un apoyo con los créditos covid. Hay un porcentaje importante en la industria que son bastante informales y que de alguna manera les va a costar más conseguir algún crédito, como también aportes directos. Lo más importante es estar unidos para tratar de regresar lo antes posible, obviamente generando este puente con el Minsal para evaluar los tiempos y los protocolos que requiera el regreso.

-¿Ves un mayor riesgo en esta industria comparado a otras?

-Sí, porque el período de inactividad va a ser mayor. Por eso es necesario, hoy de forma digital y luego física, tener en cuenta que no hay que dejar morir a la cultura, hay que apoyarla todo lo que se pueda.

-¿En Chile hay apoyo?

-Yo creo que no. Falta todavía poner el tema sobre la mesa y hacer esfuerzos mayores para que, por ejemplo, el gobierno avale créditos por más de seis meses para que diversos actores puedan recuperar un retorno a sus negocios de una manera más real en cuanto al riesgo. Este es un sector que debe ser entendido en su esencia como una marca sectorial, tanto como es el vino o la fruta.

-¿Cómo se viven estos días en la productora?

-Con tristeza, pero con la tranquilidad de que el festival muy pronto va a suceder nuevamente en Chile y que vienen muchos años más por delante. Lollapalooza vino para quedarse y ojalá como un recital de Glastonbury (evento que se organiza en Inglaterra desde 1970), puedan pasar cincuenta años y sigamos celebrándolo. Vamos a ser la generación de abuelos que iremos con nuestros nietos al festival.

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