Economía chilena acentuó desaceleración en el segundo trimestre y mercado ya habla de una recesión técnica
Analistas prevén que en el IPoM de septiembre el Central podría revisar a la baja sus estimaciones para el PIB y la inversión en 2023. Pero, el piso del crecimiento para este año podría mejorar.
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La desaceleración de la economía chilena se acentúa. En el segundo trimestre el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 5,4% frente al mismo período del año pasado, lo que evidencia una moderación desde el 7,4% que logró subir la actividad entre enero y marzo, revisada al alza en dos décimas en este ejercicio.
Así lo revelaron las cuentas nacionales publicadas este jueves por el Banco Central, las que detallaron que el crecimiento de la actividad entre abril y junio fue menor al 5,7% que se estimaba a partir de los Imacec de esos meses.
Mientras el consumo de los hogares pasó de expandirse 14% en el primer trimestre a 7,4% en abril-junio, la inversión repitió un alza de 7,3%. Todas cifras alejadas de lo fue 2021.
Si bien la expansión de la primera mitad del año fue de un 6,4% anual, hay analistas que advierten que la recesión técnica -entendida como dos semestres consecutivos de contracciones- ya comenzó.
Uno es Jorge Selaive, economista jefe de Scotiabank, quien twitteó que, luego de entregadas las cuentas nacionales, “se confirma que Chile ha entrado en una recesión técnica de su PIB total”, tras una contracción de 0,6% el primer trimestre frente al período inmediatamente anterior, y de 0,01% el segundo cuarto. El experto alertó que “se acentúa la desaceleración y el segundo semestre viene algo peor”.
El economista jefe de JP Morgan para el Cono Sur, Diego Pereira, coincide con que Chile está “por un pelo” en recesión técnica, al igual que Alejandro Fernández, gerente de Estudios de Gemines. Este último advirtió que “lo más importante es que llevamos seis de los últimos siete meses con caídas en la actividad y que ésta se encuentra estancada desde septiembre del año pasado”.
Valentina Hernández, analista de Clapes UC, y Kimberley Sperrfechter, de Capital Economics, coinciden en que la economía chilena está “estancada”, pero aún no la ven en recesión. Eso sí, ven un alto riesgo de que ocurra el segundo semestre.
Mercado decepcionado
La minería profundizó su contracción en el segundo cuarto: el PIB del sector cayó 4,5%, lo que se compensó con el 7% que logró crecer el PIB no minero, pero que se ralentizó desde el período anterior.
“Las cifras decepcionan al mercado”, dijo el economista jefe de Fynsa, Nathan Pincheira, y añadió que “vienen a confirmar la desaceleración de la economía, lo que se evidencia de manera más contundente en el consumo”. Este último creció 7,4% como reflejo de un mayor gasto de hogares -de 7,8%-, particularmente en servicios y, en menor medida, de bienes no durables. En el trimestre previo alza habia sido de 14%.
Para la analista de Euroamerica, Martina Ogaz, las últimas cuentas nacionales “son bastante malas” y reconoce que “nos dejan una sensación de que la desaceleración de la economía se anticipó a nuestra proyección”. Anticipó que en los siguientes trimestres la actividad se contraerá, con caídas que se mantendrían hasta mediados del próximo año.
En miras al IPoM
En tres semanas el Banco Central presentará un nuevo Informe de Política Monetaria (IPoM), en el que hay quienes anticipan que, tras las cifras del segundo trimestre, habría ciertos ajustes.
El economista jefe de STF Capital, Sergio Godoy, cree que es “probable” que el ente rector reduzca las estimaciones para PIB e inversión en 2023, hoy en un rango de -1% a 0%, y una caída de 2,2%, respectivamente.
Hernández coincide en la baja para el PIB del próximo año, y añade que podría verse un ajuste al alza en la actividad de 2022, ahora en un rango de 1,5% y 2,25%. Las proyecciones para el PIB de este año se mueven entre un 2% y un 2,7%, y el próximo la disminución iría de 0,5% a 1%.
Un consenso es que, dada la alta inflación, el 9,9% del IPoM de junio también se revisaría. Ogaz espera que la nueva proyección se ubique más cerca del 13%, y para 2023 prevé un incremento, al rango 5% a 6%, “ante una inflación que irá lentamente alejándose de los máximos”.
Esto lleva al mercado a reiterar que la tasa de política monetaria podría llegar a 11% en las próximas reuniones. Selaive acota que el ajuste de septiembre sería más probablemente de 50 puntos base que de 75, “dada la más marcada desaceleración del segundo trimestre y los claros indicios de agotamiento del consumo/inversión en julio y agosto, a pesar de aún alta inflación”.