Factor económico

Los nombres en la mira de Trump para la conducción económica de EEUU

El candidato republicano quiere al CEO de JPMorgan como secretario del Tesoro, mientras que Elon Musk allana el terreno para volver a asesorarlo. Además, se barajan cartas para el sucesor de Powell en la Fed.

Por: Francisca Guerrero | Publicado: Viernes 19 de julio de 2024 a las 10:37 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Reducción de impuestos corporativos a 15% y nuevos aranceles para China son parte de las definiciones económicas del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump. De ganar la elección, en esto y otros asuntos espera avanzar más rápido que en su primer mandato, apoyado en los funcionarios que busca reclutar para su equipo económico.

En la mira están dos grandes magnates y economistas con experiencia asesorando al Partido Republicano.

El pragmatismo de Dimon al Tesoro

Desde el privilegiado balcón de la presidencia y dirección ejecutiva de JPMorgan, Jamie Dimon ha atestiguado los vaivenes de Donald Trump en la política estadounidense con una perspectiva pragmática.

Aunque en la presidencial de 2016 donó US$ 5.400 a Hillary Clinton y ha criticado a Trump en múltiples oportunidades, llegando a decir -en un evento del banco en Nueva York en 2018- que “podría vencer” al entonces Presidente y que era “tan duro” y “más inteligente” que él, lo cierto es que el magnate de las finanzas reconoció los logros de su administración. La economía “es más fuerte que nunca”, dijo Dimon en febrero de 2019, en entrevista con CNBC, alabando la rebaja de impuestos y la desregulación.

Más allá de las críticas, que abarcaron la guerra comercial, y los halagos posteriores, Dimon -quien no se ha referido a la intención de reclutamiento de Trump- es voz autorizada en el mercado, lo que seduce a exJefe de Estado, junto a sus sólidas credenciales.

Su carrera en el sector financiero, iniciada en American Express y continuada en Citigroup, lo llevó a convertirse en CEO de JP Morgan en 2005, donde ha demostrado sus habilidades.

Logró guiar al banco a través de la crisis financiera, evitando un rescate gubernamental directo y contribuyendo a la estabilización del sistema con las adquisiciones de Bear Stearns y Washington Mutual, y ha contribuido a aumentar la influencia global de la entidad, con una expansión en los mercados emergentes.

Renovados votos de amistad

Con la llegada de Trump a la presidencia en 2017, Elon Musk ganó influencia directa en la Casa Blanca, aunque su relación con Trump se tensó cuando Musk dejó el Foro de Estrategia y Política y el Consejo Asesor de Manufactura en protesta por la retirada de EEUU del Acuerdo de París.

Sin embargo, Musk y Trump han renovado sus votos de amistad. En mayo, el Wall Street Journal (WSJ) reportó que el fundador de Tesla y Space X y controlador de X (ex Twitter) ha señalado en privado que, en caso de que el republicano gane la elección, asumiría nuevamente un rol de asesor.

Su respaldo a Trump, que lo llevó a catalogar la condena al expresidente como un “daño a la fe pública en la justicia estadounidense”, no se quedaría sólo en palabras. Esta misma semana WSJ reportó que el magnate comprometió donaciones mensuales de US$45 millones para el financiamiento de la candidatura republicana.

Así, Musk estaría allanando el camino para influir nuevamente en la política estadounidense, con su mirada -a veces- disímil a la de la generalidad de sus pares empresarios, siendo de los pocos que apoyaron los aranceles que impuso Trump al gigante asiático. “Es como competir en una carrera olímpica con zapatillas de plomo”, dijo el magnate en plena guerra comercial en 2018, destacando las dificultades que enfrentan las empresas automotrices estadounidenses en China.

La terna para la Fed

Aunque, de ganar los comicios, Trump desechó el descabezamiento de la Reserva Federal en cuanto retome el poder, sí apostaría por un recambio para el final del mandato de Jerome Powell, en febrero de 2026.

Optimistas, sus viejos asesores Steve Moore y Arthur Laffer, presentaron en marzo de este año una terna en miras de la sucesión del liderazgo del banco central, poniendo sobre la mesa los nombres del propio Laffer, además de Kevin Warsh y Kevin Hassett, según reportó entonces WSJ.

El autoreferenciado Laffer ha ganado prestigio gracias a su modelo de la Curva de Laffer, el cual da cuenta de una tasa impositiva óptima para que se maximice la recaudación de impuestos sin llegar a desincentivar el trabajo y la inversión.

Defensor de la reducción de impuestos y la desregulación como estímulos del crecimiento y la creación de empleos, Laffer ya asesoró a Trump en su mandato, tal como lo hizo con uno de sus antecesores, Ronald Reagan; con la exprimera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher; y más recientemente, con el exJefe de Estado de Brasil, Jair Bolsonaro.

Su eventual competencia para el cargo en la Fed, que propone el Presidente y ratifica el Senado, no sería fácil. Warsh asesoró al expresidente George W. Bush y tiene a favor su trayectoria como miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal entre 2006 y 2011. Eso sí, este exvicepresidente ejecutivo de Morgan Stanley ha expresado su preocupación por el riesgo inflacionario que conllevan las políticas monetarias expansivas, lo que podría enfrentarlo con Trump.

En tanto, Hassett es un conocido del exmandatario, pues durante su administración se desempeñó como presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, rol desde el cual puede tomar crédito por la elaboración de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017, la cual respaldó un crecimiento económico robusto durante el Gobierno de Trump.

Lo más leído