Factor económico

La Reserva Federal no permitirá que los mercados dicten una baja de tasas

Las oscilaciones bursátiles no son una señal fiable de la inminente recesión económica.

Por: Financial Times | Publicado: Sábado 10 de agosto de 2024 a las 04:00 hrs.
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Fotos: Reuters
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Los mercados bursátiles mundiales a comienzos de semana se vieron sacudidos por el decepcionante informe de empleo estadounidense del viernes 1 de agosto. Como siempre que se produce este tipo de oscilaciones, de inmediato se especuló con la posibilidad de que la Reserva Federal recorte las tasas  de interés.

El Comité Federal de Mercado Abierto tiene ante sí varias opciones.

Podría decidir una rebaja de emergencia de los tipos de interés antes de su reunión habitual de septiembre, como ocurrió cuando estalló la pandemia en marzo de 2020. O podría esperar hasta septiembre, pero recortar las tasas más de los 25 puntos básicos previstos. Sin embargo, lo más probable es que se limite a mantener el rumbo.

En primer lugar, es importante recordar, como seguramente hace la Fed, que el mercado de valores no es la economía.

La Fed decide sus políticas en función de los datos de la inflación y al crecimiento, no del nivel o la volatilidad de los precios de las acciones. Sólo reacciona ante el mercado de valores cuando la volatilidad amenaza la estabilidad financiera. Por el momento, no hay pruebas de que éste sea el caso.

Tampoco hay pruebas de una recesión incipiente. El mercado de valores ha predicho nueve de las últimas cinco recesiones, como observó el premio Nobel Paul Samuelson. No es una señal fiable de una recesión inminente.

Además, un informe deficiente sobre los datos de empleo no marca una tendencia. Las cifras de empleo fueron buenas en junio. Aunque el desempleo subió dos décimas en julio, la economía creó 114.000 puestos de trabajo. Que más trabajadores se incorporen a la población activa no es negativo. Sobre todo, es importante tener en cuenta, como también hace la Reserva Federal, que las cifras de empleo despiertan mucha especulación.

Aunque el informe de empleo del pasado viernes puede haber desencadenado la reacción de los mercados, hay otros factores que también inquietan a los inversionistas.

La burbuja de la inteligencia artificial se está desinflando, y en el mercado se preguntan si realmente se prevé una explosión del crecimiento generativo de la productividad. No es casualidad que valores tecnológicos como Nvidia y Samsung lideraran la caída de principios de esta semana. Además, está la crisis de Oriente Próximo y el conflicto entre Israel e Irán que amenaza con arrastrar a otros países.

Algunos dirán que la decepción por la rentabilidad de la IA y la preocupación por Medio Oriente son motivos para pensar que el aumento de la inversión se ralentizará y la economía estadounidense entrará en recesión, lo que dará a la Fed una motivación más para rebajar las tasas de interés.

Pero, una vez más, es probable que los miembros del FOMC esperen a ver qué pasa. Entienden que una rebaja de emergencia o incluso una reducción de 50 puntos básicos mayor de lo previsto en septiembre podría provocar más pánico en los mercados que deducirán que la Fed supera su pesimismo.

Por último, el presidente de la Fed, Jerome Powell, y otros entienden que EEUU está inmerso en una campaña presidencial. Puede que Donald Trump se declare partidario de tasas de interés bajas, pero probablemente se quejará de que todo lo que haga ahora la Reserva Federal para impulsar la economía es un intento por decantar las elecciones a favor de Kamala Harris y los demócratas.

Trump entiende que la administración en funciones se considera, con razón o sin ella, como la dueña de la economía. Cuanto peor funcionen de aquí a noviembre, mejor para el aspirante.

La Reserva Federal se mantiene al margen de la política. No responde a las presiones de Washington, como Powell intenta subrayar. Dicho esto, la independencia del banco central, que es un requisito previo para seguir siendo apolítico, no es absoluta. Preservar la independencia de la que goza la Fed exige no atraer una atención y una crítica políticas indebidas, ni ahora ni en el futuro.

Esto a su vez significa que es probable que la Reserva Federal actúe con cautela y de forma gradual. Los mercados prevén un recorte de los tipos de interés de 25 puntos básicos en septiembre, seguido quizá de un par de recortes adicionales de 25 puntos básicos después de las elecciones. Es poco probable que defraude estas expectativas en uno u otro sentido.

Los expertos pueden pensar que la Fed de Powell tardó demasiado en reaccionar en respuesta a un debilitamiento de la economía en 2024, al igual que fue demasiado lenta en respuesta a la inflación a finales de 2021.

El tiempo y los nuevos datos lo dirán. Todo lo que sabemos con certeza es que Powell tendrá mucho que explicar cuando acuda a Jackson Hole dentro de un par de semanas.

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