Este particular tipo de bono está financiando el auge mundial en inteligencia artificial
La IA está acelerando el crecimiento de Internet y de la infraestructura digital.
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La revolución de la IA está recurriendo cada vez más a un segmento menos vigilado del mercado de deuda para financiar su expansión.
Los productos de inteligencia artificial necesitan grandes cantidades de información y de capacidad de procesamiento para convertir datos en algo parecido al pensamiento humano. En todo el mundo, las empresas están invirtiendo miles de millones de dólares en nuevos centros para almacenar y procesar esta información, y cables de fibra óptica para conectar las computadoras a estos centros y entre sí.
De este modo, la IA está acelerando el crecimiento de Internet y de la infraestructura digital. El gasto mundial en construcción de data centers superaría los US$55.000 millones en 2030, según Synergy Research Group.
Sin embargo, las empresas que construyen data centers suelen contar con poco capital, lo que les obliga a recaudar al menos parte de ese dinero en el mercado de instrumentos respaldados por activos, o ABS por sus siglas en inglés. Ahí pueden obtener financiación basada en los ingresos que esperan generar de esos activos, a precios más baratos de los que podrían encontrar de otro modo.
Este mes Frontier Communications Parent Inc. vendió un bono de US$750 millones respaldado por cables de fibra óptica, cuya mayor parte rendía alrededor del 6,3%. Por su parte, Switch Inc. vendió un bono de unos US$940 millones respaldado por seis de sus centros de datos. Para finales de 2024, se prevé que las empresas recauden un récord de US$12.000 millones en el mercado de ABS usando data centers, fibra e inversiones relacionadas como respaldo, según Barclays Plc.
Además de los ABS, las empresas de IA también han recurrido a emisiones de acciones, bonos no garantizados y préstamos, entre otros. Y las inversiones en data centers y fibra también crecen por otras razones, como el crecimiento del trabajo en casa desde la pandemia.
“Algunas de las empresas más grandes pueden conseguir deuda no garantizada, pero cualquier otra que esté desarrollando infraestructuras para informática está buscando financiamiento en estos momentos”, dijo Erik Falk, socio y jefe de estrategia de Magnetar Capital, una empresa de inversión que ha participado en algunas de estas transacciones. El financiamiento “puede venir de diferentes formas y ha dado lugar a mucha innovación, pero algunas operaciones pueden ser más arriesgadas y parecerse más a las acciones”.
En lo que va del año, se han registrado operaciones de ABS por data centers por US$4.700 millones, más del doble del volumen registrado por esta fecha en 2023. Las ventas de ABS respaldados por fibra óptica han aumentado más del 50%, hasta los US$3.500 millones, según datos recopilados por Bloomberg News.
Por ejemplo, en marzo la empresa de telecomunicaciones Ziply Fiber vendió unos US$1.600 millones en bonos respaldados por los ingresos de sus redes de fibra óptica. Por su parte, Zayo Group Holdings Inc. planea entrar en el mercado de bonos ABS a finales de año.
La colocación de bonos ABS vinculados a infraestructura digital también se ha extendido fuera de EE.UU. En junio, Vantage Data Centers completó la que sería la primera securitización de centros de datos en la región de Europa, Oriente Medio y África, por £600 millones (US$761 millones).
“En particular para los centros de datos, es difícil no ver que la infraestructura digital se convertirá en una parte mucho mayor del pastel en el futuro”, dijo Robert Graham, jefe de inversiones en productos titulizados de Schroders. “Ya hemos asistido a una expansión masiva del sector. La escala de la actividad de arrendamiento es muchas veces lo que era hace sólo un par de años y el potencial de crecimiento, alimentado por la IA y la computación en nube, es exponencial”.
Deuda respaldada por chips
Además de la revolución del IA, el crecimiento del trabajo remoto desde la pandemia ha impulsado la demanda por conexiones a Internet y por ende de las colocaciones de ABS respaldados por fibra óptica. Casi todos los adultos de EEUU utilizaban Internet en 2023, en comparación con solo la mitad a principios del siglo.
“El crecimiento espectacular en el consumo de datos ha impulsado un crecimiento igualmente espectacular de las necesidades de capital de los desarrolladores de infraestructura digital”, afirmó Jesse Sable, director de la división ABS sin flujo de Mitsubishi UFJ Financial Group Inc.
Aunque los ABS para data centers de datos existen desde hace años, su emisión ha aumentado a medida que sube la inversión. Y también han surgido otros tipos de instrumentos, como deuda garantizada por microchips y unidades de procesamiento gráfico (GPU).
La empresa de computación en nube CoreWeave Inc. consiguió recientemente US$7.500 millones un crédito dividido entre grado de inversión y especulativo. El préstamo garantizado está respaldado por activos como microchips. La operación, dirigida por Blackstone Inc., sigue a otra operación de US$2.300 millones de CoreWeave el año pasado, en la que usó chips de GPU fabricados por Nvidia Corp. como garantía.
Empresas como Digital Realty Trust Inc, un fondo de inversión inmobiliaria que gestiona data centers, también han reempaquetado sus hipotecas inmobiliarias en bonos y los han vendido en el mercado de valores respaldados por hipotecas comerciales, una categoría conocida como CMBS. Tanto el mercado de ABS como el de CMBS ofrecen financiación eficaz para los proyectos de centros de datos que generan ingresos estables, afirma Graham, de Schroders. Sin embargo, también dijo que las inmobiliarias más grandes suelen financiarse a través del mercado de deuda no garantizada a un costo de capital inferior al que pueden ofrecer los productos titulizados.
“La infraestructura digital, en alguna de sus formas, existe desde hace mucho tiempo, pero el crecimiento del sector en los últimos tres años ha hecho que sea más difícil de ignorar para los inversionistas”, dijo Graham.