El Gobierno chino está considerando un
nuevo plan de estímulo para la economía de su país, que se sumará al
paquete de impulso fiscal por valor de US$ 575.000 millones aprobado el año pasado, según afirmó el primer ministro chino, Wen
Jiabao, en una entrevista que publica hoy el Financial Times.
"Podríamos adoptar más adelante nuevas, oportunas y decisivas
medidas. Todas estas medidas deben ser tomadas de manera preventiva
antes de que se produzca un repliegue económico", dice Wen en sus
declaraciones, coincidiendo con su visita oficial al Reino Unido.
En una de las pocas entrevistas que ha concedido, el mandatario
chino no descarta explícitamente una devaluación del renminbi
(yuan), pero subraya que la intención del Gobierno de Pekín es
mantener su divisa estable en "un nivel equilibrado y razonable".
Y añade: "Mucha gente no se da cuenta de una cosa. Si hay una
fluctuación drástica de la tasa de cambio del renminbi, será un gran
desastre".
Sin entrar en grandes detalles, Wen explica que el objetivo del
Gobierno es devolver la economía china a un ritmo de crecimiento "en
torno al 8%", después de que la tasa cayera al 6,8% en el último trimestre de 2008, mediante grandes inversiones
públicas en infraestructuras y préstamos a particulares.
Relaciones con EE.UU.
Wen confirma que el presidente estadounidense, Barack Obama, y el
presidente chino, Hu Jintao, hablaron la semana pasada después de
que el secretario estadounidense del Tesoro, Tim Geithner,
manifestara que China está sosteniendo artificialmente el valor de
su moneda frente al dólar.
El primer ministro chino asegura que Pekín está dispuesto a
"reforzar la cooperación" con Washington para cooperar en la
búsqueda de soluciones a la crisis financiera internacional, pero
recuerda que en EE.UU. hay "diferentes voces".
Wen se refiere las resistencias proteccionistas que las
inversiones chinas encuentran por parte del Congreso de EE.UU.
China es la principal fuente de financiación del gigantesco
déficit de Estados Unidos y, según Wen, está dispuesto a seguir
comprando parte de esa deuda y mantener su valor, pero descarta que
vaya a utilizar sus reservas para dejar más dinero al Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial para gestionar la crisis.
Antes, dice el mandatario chino, hay que reformar ambas
instituciones, en las que Pekín quiere tener una mayor influencia y
derecho de voto, lo que supondría menor influencia por parte de los
países europeos.