Un total de 4.820 compañías británicas se
declararon en suspensión de pagos en 2008, el doble que un año
antes, según los datos ofrecidos hoy por el Servicio de Insolvencia
del Reino Unido, el organismo que vigila a las empresas con
problemas financieros en Inglaterra y Gales.
Tan sólo en el último trimestre del pasado año la crisis hizo que
el número de empresas que se declararon en suspensión de pagos se
multiplicara por cuatro, pasando de las 575 registradas entre
octubre y diciembre de 2007 hasta las 2.018.
Además, 4.607 compañías se declararon en quiebra y procedieron a
la liquidación de sus activos en el pasado ejercicio, eun 52% más que un año antes.
Respecto a las quiebras protagonizadas por particulares, el
Servicio de Insolvencia indicó que 29.444 personas se declararon en
bancarrota en el último trimestre del año, lo que supone un aumento
del 18,5% en comparación con la cifra del 2007.
A pesar de este repunte, en el conjunto del año 106.544
británicos se declararon en bancarrota, una cifra similar a la del
2007.
Los expertos aseguran que este aumento viene dado por la crisis
financiera y el aumento del desempleo, que ha provocado que muchos
británicos no sean capaces de hacer frente al pago de sus deudas.
Así, consideran que el número de bancarrotas tanto en empresas
como en particulares siga creciendo en 2009, "a medida que la
situación económica empeore".
"La profunda contracción económica, el aumento del paro, los
altos niveles de endeudamiento y el descenso del precio de los
activos hacen que cada vez más gente se vea atrapada en la
insolvencia", apuntó hoy el analista de IHS Global Insight Howard
Archer.
Para los expertos, los recientes recortes de tipos efectuados por
el Banco de Inglaterra -el último de los cuales redujo el precio del
dinero hasta 1% esta semana- podrían ayudar a algunos,
pero son "insuficientes" para frenar el incremento de las
bancarrotas.
Por su parte, el presidente del cuerpo de administradores R3,
Nick O'Reilly, destacó que las cifras reveladas hoy suponen que en
2008 cada día cerca de 350 británicos se declararon insolventes.
"Para 2009 -añadió- esperamos que este número aumente hasta las
430 personas al día en todo el Reino Unido".