La canciller alemana, Angela Merkel, y el
presidente francés, Nicolas Sarkozy, consideran que la Unión Europea (UE) debe
dotarse de principios comunes para tratar los "activos tóxicos" que
lastran los balances de las entidades financieras y están
dificultando la normalización en la concesión de créditos.
"Restaurar el crédito debe ser una prioridad", advierten los dos
mandatarios en una carta enviada al presidente de turno de la Unión,
el primer ministro checo, Mirek Topolanek, y al presidente de la
Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
Varios Estados miembros están estudiando la puesta en marcha de
un "banco malo" donde agrupar los activos problemáticos con la
esperanza de restaurar así la confianza en las entidades.
El asunto centra la reunión que hoy celebran en Bruselas los
responsables de Finanzas de la zona del euro (Eurogrupo) y también
lo hará mañana en el encuentro ampliado a los ministros de toda la
UE.
En su misiva, Merkel y Sarkozy señalan que, aunque las soluciones
pueden variar de un Estado miembro a otro, es fundamental contar con
un enfoque conjunto para no provocar efectos negativos al conjunto
de la economía europea.
En su opinión, igual que hicieron en octubre pasado cuando
fijaron reglas comunes para las operaciones de rescate de los
bancos, los Veintisiete deben afrontar el problema de los activos
tóxicos a partir de orientaciones y principios pactados, "para
asegurar el buen funcionamiento del mercado común y evitar
recaídas".
Destacan la rapidez con que la UE está respondiendo a la crisis,
con planes concertados para los mercados financieros y para el
relanzamiento económico, pero insisten en que resulta "esencial" una
estrategia coordinada en la aplicación de las medidas nacionales
para maximizar los beneficios para el conjunto de la Unión.
Los líderes de Alemania y Francia también alertan sobre la
"fuerte presión" a que están siendo sometidas las finanzas públicas
como consecuencia de la crisis y reclaman respeto a las reglas de
estabilidad presupuestaria.
"Nuestros ciudadanos esperan que tengamos en cuenta los intereses
de las generaciones futuras", señalan, por lo que "debemos confirmar
nuestro compromiso de volver a la sostenibilidad de las finanzas
públicas".
Merkel y Sarkozy ya anunciaron el sábado su intención de promover
una iniciativa conjunta para sacar a Europa de la crisis y el
presidente francés llegó a lamentar la falta de impulso en la UE
para luchar contra la desaceleración.
En su carta, los dos líderes proponen organizar una reunión
informal de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, a
finales de febrero en Bruselas, para evaluar la situación económica
y preparar el Consejo Europeo de primavera, que se celebrará los
días 19 y 20 de marzo.
A ese respecto, la Comisión Europea anunció esta mañana que se
está preparando una cumbre de líderes para evaluar la eficacia de
las medidas coyunturales adoptadas hasta la fecha y acordar un
enfoque coordinado para el futuro próximo.
El primer ministro checo confirmó en un comunicado esos planes y
avanzo que, de confirmarse, la reunión tendrá lugar en Bruselas a
finales de febrero.