El
secretario general de la
Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel
Insulza, evitó caer en polémicas con La Habana luego de las duras críticas emitidas por Fidel
Castro al organismo que ayer levantó la resolución que expulsó a Cuba.
"Yo, cualquier
cosa que hable, lo voy a hablar con el gobierno nacional de Cuba. El presidente
actual de Cuba es Raúl Castro y su canciller el señor Rodríguez, con ellos
habrá que hablar, eso es lo que corresponde", dijo el ex ministro del
Interior a radio Cooperativa.
Cabe
señalar que ayer el ex líder de la isla tildó a la entidad que dirige Insulza de
"odioso instrumento" de EE.UU. tras conocerse la resolución.
Con todo, Insulza
celebró la importancia de la derogación de la resolución que suspendía a la
isla de la entidad, que mucha gente pensó que no podría ocurrir: "esto es
uno de los mayores logros de mi gestión y estoy muy orgulloso de eso y no voy a
ocultar mi alegría".
A su
juicio, "esto cambia mucho la dimensión de la OEA, se demuestra que es un
organismo capaz de hacer cosas y, al mismo tiempo, creo que aproxima a Cuba,
aunque se diga que no".
En todo
caso, Insulza afirmó que no ha hablado aún con el gobierno cubano para
notificarle la decisión, pero "ya están enterados por cierto (...). Ellos
tendrán que examinar todo lo que ha ocurrido en estos 47 años y decidir si
quieren o no quieren hacerse partícipe de ello".
En todo
caso, la autoridad de la OEA
espera que la resolución del miércoles "contribuya al fin del embargo a
Cuba. El presidente Obama está empezando a conversar con ellos y se han tomado
ya algunas medidas, pero no cabe duda que esa es una ley que queda enteramente
pendiente".