El Gobierno argentino defendió hoy
su decisión de impulsar un polémico "blanqueo" de capitales al
señalar que es similar al aplicado por más de diez países y abre una
"gran oportunidad" en medio de la crisis financiera global.
Además, aclaró que la ley que permitirá la repatriación de
capitales depositados en el exterior no declarados ante el fisco,
aprobada en diciembre último por el Parlamento, "contiene mecanismos
concretos" contra el lavado de dinero proveniente del narcotráfico y
la financiación del terrorismo.
"Esta es una medida extraordinaria que constituye una gran
oportunidad. No sé si a lo largo de una vida en Argentina se
repetirá, no hay antecedentes de un perdón fiscal de estas
características", señaló el titular de la Administración Federal de
Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray.
En una rueda de prensa con corresponsales extranjeros, el titular
del organismo recaudador de impuestos dijo que quienes deseen
acogerse al "blanqueo" podrán hacerlo entre el 1 de marzo y el 31 de
agosto próximo.
Además de alentar la repatriación de capitales depositados en el
exterior y la "exteriorización" del dinero existente en el país no
declarado ante el fisco, la ley contempla una moratoria impositiva y
una regularización de empleos informales.
"Los bienes y el dinero que permanecen en el exterior pagarán un
impuesto especial del 8% y los que están en Argentina tendrán una
alícuota del 6%, mientras que para quienes canalicen los fondos en
inversiones productivas la tasa será del 1%", detalló Echegaray.
Según datos del Banco Central argentino, unos US$ 14.380 millones salieron del sistema financiero del país en los primeros
nueve meses del año pasado, mientras que cálculos privados indican
que los capitales argentinos en el extranjero superan los US$ 120.000
millones.
Aunque evitó dar a conocer las estimaciones del Gobierno sobre
los montos que involucrará el "blanqueo", dijo que "hace poco los
bancos argentinos decían que en sus cajas de seguridad hay un
estimativo de entre US$ 12.000 y US$ 14.000 millones".
La oposición cuestionó el "blanqueo" por considerar que "burla" a
los contribuyentes que cumplen con la ley y la organización no
gubernamental Transparencia Internacional sostuvo que este tipo de
medidas "protegen la corrupción y consagran la impunidad".
Echegaray dedicó buena parte de su exposición a repasar las
"experiencias de otros países que adoptaron iniciativas similares" a
las de Argentina y mencionó a Alemania, Grecia, Estados Unidos,
Rusia, Reino Unido, Irlanda, México, Canadá, Portugal, Sudáfrica y
Bélgica.
"Las amnistías fiscales dictadas por los países desarrollados
motivaron que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), que agrupa a los treinta países más ricos del
mundo, cambiara su ortodoxa postura crítica a estos regímenes frente
a la situación extraordinaria de crisis" internacional, añadió.