May aviva la crisis política británica: renunciaría si se aprueba su plan del Brexit
La premier dejaría Downing Street en el verano (boreal) y su sucesor asumiría en octubre. Pero aún no está garantizado que consiga todos los votos en el Parlamento.
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La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, se jugó ayer la última carta en sus manos para que su plan para el Brexit sea aprobado por el Parlamento esta semana.
En un emotivo discurso ante el Comité 1922 del Partido Conservador, la premier planteó que renunciaría a su cargo y dejaría en manos de otro integrante del partido la segunda fase de las negociaciones con la Unión Europea (UE).
Los Tories le pidieron a cambio fijar la fecha de su partida y, aunque no se ha confirmado, el nuevo ocupante de Downing Street debería ser electo en octubre.
En paralelo, el Parlamento votó ocho alternativas para el divorcio -entre ellas la nueva fecha de salida-, pero todas fueron descartadas, alejando la posibilidad de destrabar la severa crisis política.
De salir de Downing Street en los próximos meses, May pasaría a ser la segunda figura conservadora -después de David Cameron- cuyo tiempo en el Ejecutivo se acorta por divisiones internas sobre Europa.
La libra esterlina prácticamente ignoró la oferta de la premier, con un avance de 0,42% frente al dólar que terminó borrando a final de la tarde.
Dramática oferta
“Estoy preparada para dejar este trabajo antes de lo previsto, para hacer lo que es correcto para nuestro partido y país”, dijo May.
Su oferta está destinada a allanar el camino para una tercera votación de su texto en las próximas 48 horas -que queda sujeta a decisión del presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow-, ya que le da a euroescépticos conservadores la esperanza de asumir la segunda fase del Brexit.
“Sé que muchos están preocupados de que si votan por el acuerdo, lo tomaré como un mandato para apresurarme a la fase dos sin el debate que necesitamos tener. No lo haré. He escuchado lo que dicen”.
Pidió respaldo a su plan “para que podamos completar nuestra histórica responsabilidad” de honrar la decisión del pueblo de salir de la UE “de forma suave y ordenada”.
Si dan luz verde al acuerdo, el 22 de mayo el país dejará la UE. May seguiría como premier para supervisar la aprobación del proyecto de ley y, con ello, el Brexit sería su legado político.
Liderazgo en disputa
La dimisión desataría una carrera por el liderazgo del ya dividido partido sobre Europa, que podría aprovechar la jornada electoral al Parlamento Europeo de mayo para preparar a su nuevo premier para retomar las conversaciones.
“Sé que hay un deseo de un nuevo enfoque, y un nuevo liderazgo, en la segunda fase de las negociaciones del Brexit, y no me interpondré en ese camino”, apuntó May.
Ya se evalúan al menos cinco nombres de sucesores: el exalcalde de Londres, Boris Jhonson; Dominic Raab, exsecretario del Brexit; Jeremy Hunt, exsecretario de Relaciones Exteriores; Sajid Javid, ministro del Interior; y el secretario de Salud, Matt Hancock.
Jhonson fue uno de los primeros en anunciar que respaldaba el plan de May, a pesar de que la noche previa había asegurado que votar a favor dejaría al país en desventaja.
En tanto, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, rechazó la oferta de la premier y dijo que esto demostraba “de una vez por todas que las caóticas negociaciones del Brexit han sido sobre la gestión del partido, no sobre los principios o el interés público. Un cambio de gobierno no es una excusa, la gente debe decidir”.
Por su parte, el Partido Unionista Democrático (DUP, su sigla en inglés) dijo que siguen sin apoyar el texto y lo consideran una “amenaza inaceptable” para la unión.