Política

Los desafíos del Congreso en la administración de Gabriel Boric

Todo indica que debido a su alta fragmentación encontrar acuerdos será su tarea más difícil y, en ese escenario, el gobierno deberá echar mano al nunca bien visto “pirquineo de votos”.

Por: Claudia Rivas | Publicado: Lunes 14 de marzo de 2022 a las 11:20 hrs.
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Atrás queda ya la ceremonia de asunción del presidente Gabriel Boric y los festejos que durante el fin de semana fueron aparejados. Esta semana comienza el trabajo del nuevo gobierno para comenzar a hacer carne sus muchos compromisos. Para ello, parte fundamental de la labor estará concentrada en el Congreso Nacional, el más diverso y fragmentado desde de 1990 y cuyo principal desafío será encontrar puntos de consenso que permitan avanzar en materia legislativa para no estancar su tarea; pero no será el único.

Por lo pronto, no se puede eludir que este Congreso, tal vez más que los anteriores, deberá intentar "resolver una doble crisis de legitimidad y representación" que viene afectando a la institución hace años y a la que según el cientista político Marco Moreno lo está llevando a una "muerte lenta"; a lo que se suma que tendrá que enfrentar la posibilidad de que la Convención Constitucional avance en la idea de un Congreso Unicameral o, al menos, reemplazar el Senado por un "Consejo Territorial", impulsada por los sectores de izquierda más radical.

Este, agrega el también cientista político Kenneth Bunker, será el primer desafío que deberá enfrentar el nuevo Congreso, pues se producirá una especie de "legitimidad dual", con los dos organismos legítimamente elegidos, como son el Congreso y la CC. En este sentido, añade, no está clara cuál será la "sincronía" entre la labor de ambos. Ello, considerando el rol que deberá jugar el Parlamento en adaptar las reglas del texto constitucional que emanen de la nueva Constitución, asumiendo que se apruebe la propuesta.

A su juicio, un segundo desafío, tiene que ver con que tendrá que instalarse frente a "un nuevo tipo de gobierno", ya que –según explica- el de Gabriel Boric "es el más distinto desde el retorno a la democracia" y el Congreso tendrá que lidiar con la falta de experiencia en gobernar que tiene la nueva administración. A diferencia de los gobiernos anteriores que contaban con más experiencia en la administración del Estado.

El tercer desafío, añade Bunker, dice relación con la alta fragmentación del Congreso, lo que podría generar –especula- visos de caudillismo en la Cámara. Mientras que el Senado, que jugaría un rol de Cámara crítica, está siendo puesto en duda por la Convención, lo que no contribuye a su labor.

Freno de mano

Las fuerzas están relativamente parejas en el Senado, pero mucho menos en la Cámara de diputados. En este escenario, la Cámara Alta –pronostica el cientista político- va a funcionar como una especie de "freno de mano" a las propuestas de Boric, ya que de los 50 senadores 25 son de oposición -24 de derecha tradicional más el representante del Partido Republicano-. En este contexto, se podría producir una fuerte tensión entre ambos sectores. Al punto de que, según Bunker, la falta de acuerdo en el Senado podría convertirse en una excusa para el gobierno, en torno a que no se puedan cumplir los compromisos asumidos, lo que va a generar "confrontaciones entre el gobierno y el Senado", por lo que –a su juicio- "esa es la correlación de fuerzas que será importante".

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En ese sentido, advierte que será "crucial" el manejo del ministro secretario general de la Presidencia (Segpres), Giorgio Jackson, y la afinidad que logre con algunos senadores y, en particular, los de Renovación Nacional (RN). "Hay un sector que es fecundo, que se podrían hacer algunas cosas, por lo que ahí será crucial el manejo político", señala Bunker.

Rol de bisagra

Con la actual conformación del Congreso hay partidos que van a jugar un rol clave en el avance de los proyectos, ya que pese a no tener grandes bancadas, sus votos tendrán más valor al momento de definir votaciones, ya que no se han declarado ni oficialistas ni opositores. Ese es el caso del Partido de la Gente (PDLG) que no tiene senadores, pero sí seis diputados; y la Democracia Cristiana, cuya representación es de ocho diputados y cinco senadores.

El PDLG "va a jugar un rol como de bisagra" en la fragmentada Cámara de Diputados, porque no tiene relación con los partidos tradicionales y por su posicionamiento ideológico, que no se puede analizar desde una escala tradicional de izquierda a derecha, ya que tienden a ser neutrales. Por lo mismo, Bunker advierte que esta colectividad "va a ser bastante impredecible, pero claramente va a ser clave en ayudar o perjudicar al gobierno".

Una mirada que comparte Moreno, ya que añade que "el PDLG y La DC aspiran a ser partidos bisagras entre la oposición de derechas y un ejecutivo de izquierdas. Ese será el papel que buscan jugar: partidos minoritarios entre otros con mayor representación, pero que con sus votos pueden viabilizar u obstaculizar la acción gubernamental".

En este escenario, Bunker estima que Franco Parisi –fundador del PDLG y exabanderado presidencial- va a jugar un rol, porque la actuación del partido en el Congreso contribuirá a que se siga posicionando de cara a volver a levantar candidaturas presidenciales y de cara a las próximas elecciones municipales.

A la DC, dice Bunker, "no la veo tan dispuesta a colaborar con el gobierno de Boric tan fácilmente o a cambio de nada", postura que entra a pesar especialmente en el Senado, donde sus cinco senadores serán pieza clave, considerando que en este periodo, la colectividad buscará reconstruirse para volver a crecer.

Otro tema, son los dos independientes que llegaron al Senado: Fabiola Campillai y Karim Bianchi –este último tras un enroque con su padre, el ahora diputado Carlos Bianchi-, pues pese a ser de línea opositora al anterior gobierno, no necesariamente se alinearan con el oficialismo. En este sentido, Bianchi ya demostró en su paso por la Cámara de Diputados que tiene línea propia.

Así y tal como están conformadas ambas cámaras, todo indica que el siempre mal ponderado "pirquineo de votos" será necesario para alcanzar los quórums.

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