IPoM: Banco Central asume escenario de menor inflación este año, pero ve opción de un PIB más débil
El Informe de Política Monetaria ratificó la expectativa de que podría haber una contracción económica de 0,5% este año, al tiempo que redujo la posibilidad de un alza de 0,5% a 0,25%.
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Dos caras bien claras mostró el Informe de Política Monetaria (IPoM) que publicó este martes el Banco Central. Sobre el Producto Interno Bruto (PIB), la entidad ratificó la expectativa de que podría haber una contracción de 0,5% este año -al igual que en marzo-, pero al mismo tiempo acotó la posibilidad de un alza a 0,25% desde el 0,5% anterior.
Este escenario de más debilidad tendría una contraparte en 2024, ejercicio para el cual mejoró las perspectivas de expansión del PIB desde 1%-2% a 1,25%-2,25% y para 2025 mantuvo el rango de entre 2 y 3%.
La proyección sigue contemplando un ajuste del gasto concentrado en su componente importado, en especial en el consumo. Se prevé que durante este año el consumo privado continuará reduciéndose, con una caída de 4,9% en 2023 (-3,8% en marzo). En adelante, la velocidad de ajuste de esta parte se anticipa menor que la del primer trimestre.
“La trayectoria prevista para el consumo considera que el desempeño del mercado laboral será coherente con la evolución del ciclo económico, lo que incluye el deterioro de las perspectivas de contratación y un repunte paulatino de la participación laboral. También toma en cuenta el pesimismo de los consumidores, condiciones de acceso al crédito más estrictas y el aumento de la carga financiera”, dijo el IPoM.
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Inversión estancada
El informe indica que la inversión sigue débil, en línea con la evolución del escenario macroeconómico. Descontada la estacionalidad, el ente emisor afirmó que la formación bruta de capital fijo (FBCF) “permanece estancada desde hace varios trimestres en sus distintos componentes. Antecedentes como las importaciones de bienes de capital, las ventas de viviendas o la actividad en la construcción (Imacon) reafirman este panorama de bajo desempeño”.
Para este año, el IPoM asumió un descenso de 3%, muy similar al 2,9% anticipado en marzo.
En este escenario, el Central señaló que el déficit de la cuenta corriente acumulado en doce meses se redujo desde 9% del PIB en la última parte de 2022 hasta 6,9% del PIB en el primer trimestre de este año, una caída “algo mayor que la esperada”. De hecho, la entidad recordó que el saldo de la cuenta corriente tuvo una mejora significativa a inicios de año, coherente con el ajuste en marcha de la economía. En esto último incidió la disminución de las importaciones de bienes consumo, coherente con un repunte del ahorro de los hogares. También contribuyó en este resultado el mayor valor de las exportaciones en algunas categorías de bienes.
En este marco, el banco afirmó que “la economía ha ido avanzando en la resolución de los desequilibrios macroeconómicos acumulados en los últimos años. Esto ha permitido reducir la inflación en línea con lo previsto, avanzando en la consolidación de su convergencia a la meta de 3%”.
Inflación
Así, el informe considera que continuará bajando y su convergencia a la meta tendrá lugar en la segunda mitad de 2024.
De hecho, el banco ahora espera que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubique en 4,2% hacia diciembre, lo que contrasta levemente con el 4,6% previo, mientras que la medición subyacente la ven en 6,5% desde el 6,9% previo.
En este escenario, el promedio de la inflación se ubicará en 7,7%, menor que el 11,6% de 2022.
El IPoM de junio señala que la baja de la inflación se explica en parte importante por la acción de la política monetaria e, incluso, planteó que los riesgos en este terreno “se han ido equilibrando”.
“De mantenerse estas tendencias, la TPM iniciará un proceso de reducción en el corto plazo. Su magnitud y temporalidad tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación”, citó el reporte, en concordancia con lo mencionado en el comunicado del lunes tras la reunión de política monetaria, donde decidió mantener la tasa de interés en 11,25%. Esto sí, en medio de una votación dividida.
Escenario externo débil
En el plano externo, el IPoM estima que las perspectivas de crecimiento global persisten bajas, pese a que en algunas economías los datos del primer trimestre resultaron mejores que lo previsto. No obstante, el problema inflacionario sigue vigente, principalmente por los altos registros que mantienen los componentes subyacentes en gran parte del mundo.
En las economías desarrolladas, aunque varios bancos centrales estarían próximos a finalizar sus ciclos de alzas de tasas, las expectativas del mercado sugieren una contracción monetaria más prolongada.
En adelante, el informe prevé que la estrechez de las condiciones financieras externas, ligada al control de la inflación, y el bajo espacio de las políticas fiscales repercutan de manera negativa en la economía mundial. En este sentido, la dinámica del crédito en las economías desarrolladas anticipa un débil desempeño de la actividad y la inversión.
Riesgos “significativos”
El IPoM señala que los riesgos que enfrenta la economía chilena son significativos y emanan principalmente de la situación macrofinanciera global, ya que un deterioro por sobre lo previsto podría desencadenar episodios de alta volatilidad, reducir la liquidez y fomentar la salida de capitales desde el mundo emergente. “Esto llevaría a un estrechamiento de las condiciones financieras globales superior al previsto, que provocaría restricciones adicionales para la economía chilena, lo que reduciría de forma significativa las presiones inflacionarias”, dijo el reporte.
En ese escenario de riesgo, serían necesarios recortes de la TPM más pronunciados que los que indica la proyección del banco en estos momentos.