Impuestos digitales: principales tecnológicas del mundo piden que no se les discrimine
Compañías como Uber, Spotify, Booking y las principales de Silicon Valley enviaron documentos a la OCDE en el marco de una consulta global sobre la tributación de la nueva economía.
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La economía digital se ha transformado en un verdadero dolor de cabeza para las administraciones tributarias en todo el mundo. Chile no está ajeno a ese proceso, por lo que el Ministerio de Hacienda tomó cartas en el asunto y anunció que subirá de 10% a 19% el nuevo Impuesto a los Servicios Digitales (ISD) que se incluirá en la reforma tributaria.
Es que el desarrollo de nuevas tecnologías ha derivado en nuevas encrucijadas para los organismos recaudadores: ¿con qué impuesto gravar actividades intangibles como el software y el uso de datos? ¿Qué tributo debe cancelar Netflix, Spotify o Airbnb? ¿En qué lugar se cancela el gravamen: en el que se ubica el proveedor o el cliente? ¿Hay que dividir las utilidades producidas por la tecnología de las que se generan por los "fierros y maquinaria?
Todas dudas que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha intentado contestar. Hace dos semanas, la entidad multilateral lanzó un inédito proceso de consulta global respecto a los desafíos de regular tributariamente la economía global. La semana pasada se recibieron los comentarios de más de 200 entidades diversas, entre centros de estudios, organizaciones no gubernamentales, empresas multinacionales, auditoras, universidades y tecnológicas, dando cuenta de la diversidad de enfoques y la falta de consenso -aún- en la materia.
Los documentos dan cuenta de que las empresas tecnológicas valoran el esfuerzo liderado por la OCDE, argumentando que cualquier solución debe ser "lo más consensuada posible". Eso sí, advierten que la regulación tributaria no debe apuntar ni a "proteger ni encerrar" exclusivamente a la economía digital, sino que debe tener un enfoque multisectorial.
Lo que piensan las tecnológicas
Silicon Valley: el Grupo de Directores Tributarios de Silicon Valley remitió el 6 de marzo un documento de 17 páginas a la División de Política y Estadísticas Tributarias de la OCDE. El grupo reúne a las principales tecnológicas norteamericanas y que operan en el distrito tecnológico en San Francisco, California, siendo las principales Adobe, Airbnb, Amazon, Apple, Cisco, Dell, Dropbox, eBay, Electronic Arts, Facebook, Google, Intel, Microsoft, Netflix, Oracle, PayPal, Qualcomm, Disney, Twitter, Uber y Visa, entre otras.
En el documento, la entidad señala que la guía para aplicar impuestos a la economía digital debe tener cinco principios: "Que haya un consenso global; gravar solo en base a los ingresos netos; proveer una ayuda exhaustiva para evitar la doble tributación; evitar la limitación a la economía digital; y eliminar medidas unilaterales contra la economía digital".
En términos técnicos, el grupo apoya el principio propuesto por la OCDE de gravar los denominados "intangibles de marketing", que significa atribuir los ingresos y utilidades generados a través de patentes, marcas y datos de clientes para cada una de las jurisdicciones en que opera una compañía. Esto, en discrepancia con el principio de "participación de los usuarios" o "presencia económica significativa" de las empresas en un país para determinar dónde y de qué manera deben tributar.
Booking: La compañía, con sede en Amsterdam, Holanda, fue creada en 1996 y permite a los clientes buscar opciones de alojamiento a través del uso de la tecnología. En un documento de ocho páginas, la tecnológica asegura que "desde nuestra fundación siempre hemos pagado todos los impuestos aplicables", asegurando que debe haber una "clara distinción" entre la discusión de la iniciativa de la OCDE denominada BEPS (erosión de la base imponible y traslado de utilidades, por sus siglas en inglés) que buscar combatir la planificación tributaria "agresiva", y el debate sobre "qué es una justa asignación de las utilidades para las compañías en el siglo 21".
"Booking no ejerce (ni nunca ha ejercido) una estructura de planificación agresiva con el fin de evitar la tributación, y por lo tanto los puntos de acción de BEPS sinceramente no tienen impacto directo en la posición tributaria de Booking", señala el reporte de la compañía.
La entidad advierte que cualquier modificación debe evitar la doble tributación y "encerrar" solo a la economía digital. "También, en el caso de las start-ups, no es poco común que la rentabilidad sea fluctuante. Por lo tanto, es importante que haya un consenso respecto a qué sucederá en caso de pérdidas: ¿Pueden ser usadas para aliviar cargas tributarias pasadas o futuras en los mercados en los que operan?", se pregunta Booking.
Uber: El servicio de transporte de pasajeros enfatiza en el documento enviado a París, donde está la sede de la OCDE, que cualquier "esfuerzo" para enfrentar los desafíos tributarios de la economía digital debe "realizarse en una manera que proteja y promueva la innovación, la competencia y el crecimiento, por lo que una aproximación internacional coordinada es mejor que una acción unilateral".
Así, Uber propone tres ejes a considerar para regular la economía digital: "No encerrar y delimitar la regulación solo a la economía digital -en caso contrario, podría castigar a los innovadores y crear un desincentivo económico para el desarrollo-; no generar doble tributación; y una compensación a las pérdidas, ya que las start-ups a menudo incurren en amplias inversiones antes de ser redituables, por lo que cualquier cambio sobre las reglas tributarias vigentes debe mantener el principio de poder arrastrar pérdidas a futuro para remediar impactos tributarios distorsionadores".
Spotify: La plataforma de reproducción de música vía streaming señala en su reporte remitido a la OCDE que los ingresos generados por las actividades empresariales internacionales deben tributar donde el valor agregado que genera la utilidad es creado.
"Cualquier solución de consenso debería no enfocarse en gravar a ciertos negocios, que se graven solo las utilidades retiradas y asegurar que las ganancias solo tributen una vez", enfatiza la compañía.
"Un intento por aislar ciertos negocios altamente digitalizados como un sector separado para propósitos tributarios inevitablemente requerirá un arbitraje para su aplicabilidad y creará una pesadilla administrativa para las empresas multinacionales, al igual que para las autoridades tributarias", enfatiza Spotify, que solicita "explorar en mayor profundidad" la propuesta de intangibles de marketing, ya que "implicará un trabajo considerable para asegurar la certeza legal, administrativa y simplicidad".