“Soy más optimista que dos meses atrás”, asegura Mariana Aylwin (DC), ex ministra de Educación en 2000 -2003. Pese a que el discurso que han instalado los nuevos ministros del gabinte le dan esperanzas de que mejore la gestión del gobierno, aún sostiene duras críticas a la coalición de la que forma parte y a cómo se está llevando la reforma educacional.
De igual forma reconoce tener “una muy buena impresión” de la nueva titular del Mineduc, Adriana Delpiano y le desea éxito al frente de una cartea “muy compleja”.
-¿Cómo evalúa la nominación de Adriana Delpiano?
-Ella combina capacidad política con experiencia y conocimiento del tema. Espero que pueda tener éxito en ordenar la agenda en el Mineduc y poder avanzar especialmente en el proyecto de carrera docente. Recibe un ministerio muy complejo, siempre es difícil, pero en estos momentos tiene todos los frentes abiertos. Es uno de los ministerios que requiere de agenda clara y de un mayor conocimiento sobre qué es lo que se pretende hacer.
-¿Y qué le parece que el cambio en el Mineduc se hiciera cuando están todos los flancos abiertos?
-Tal vez es uno de los motivos por los cuales se hace el cambio. Es probable que el cambio pueda contribuir para mejorar las cosas. El ministro Eyzaguirre, si bien estaba muy empoderado con mucho respaldo político. Es evidente que tiene dificultades para llegar a acuerdos y conversar.
-Esta renovación de nombre a cargo del Mineduc, ¿puede mejorar relaciones con todos los actores y grupos de interés del sector?
-Puede favorecer, pero cualquiera que sea, va a tener que bajar las expectativas respecto de lo que la ciudadanía entendió que se iba a hacer.
-¿A qué atribuye las causas del paro del Colegio de Profesores?
-El Colegio de Profesores tiene un quiebre interno y tiene un grupo muy radicalizado que obliga a tomar todas las decisiones en asambleas con un concepto bastante antidemocrático. Ese sector está imponiendo su posición más extrema. Además, creo que el gremio ha abusado de un sentimiento de menoscabo que tiene el profesorado, con un discurso de que “nuevamente nos están discriminando y postergando”. La inmensa mayoría de los profesores no conoce bien el proyecto, porque las mejoras a la carrera actual son muy significativas.
-¿Qué responsabilidad le atribuye al gobierno en este conflicto?
-El gobierno de alguna manera está pagando los costos de un discurso que ha sido muy maximalista, que también ha estado presente en los dirigentes de la Nueva Mayoría. Aquí desgraciadamente estamos viendo que el que siembra viento cosecha tempestades, porque el ‘cambio de paradigma’ que piden sectores del profesorado es un discurso que instaló el gobierno, son sus palabras. Aunque nadie sabe qué significa ese cambio de paradigma.
-Pero si el gobierno ya prometió ese “cambio de paradigma” y ya está instalado en sectores de la ciudadanía, ¿cuál sería, ahora, la salida a ese error?
-No sé, pero el gobierno va a tener que hacer el esfuerzo de pedagogía política para explicar muy bien los alcances de las reformas, además de hacerlas gradualmente. Aquí el proyecto de Carrera Docente, que apunta en la dirección correcta, es de carrera docente y no puede pretender resolver todos los problemas que hay en educación. Hay prejuicios que el gobierno tiene que encargarse de derribar.
-¿A qué se refiere?
-Prejuicios que se han instalado de una manera u otra. Cuando el presidente del PPD anuncia que se va a demoler hasta los últimos cimientos del modelo actual, es una causa de que exista esta polarización en la sociedad.
-En este proceso de pedagogía política ¿cree que el gobierno debe, de alguna manera, retractarse de promesas como el “cambio de paradigma” en la sociedad?
-De alguna manera eso ya está ocurriendo. Por de pronto el discurso del ministro Burgos es muy distinto al de Rodrigo Peñailillo y el del ministro Valdés al de Alberto Arenas. Son discursos que van en la línea de no tirar por la borda el crecimiento económico y todo lo que se ha logrado, y de avanzar con acuerdos. Es interesante que a ese discurso se hayan ido sumando otros, como el PS, que por lo demás es el partido de la Presidenta. Es muy positivo, porque de alguna manera, los sectores más rupturistas están disminuyendo su poder.
Gestión del Mineduc
-Actualmente el gobierno tiene múltiples flancos abiertos con el debate educacional, ¿es responsabilidad del manejo político que ha tenido el Mineduc?
-Soy muy crítica de hacer reformas de tanta magnitud al mismo tiempo. Eso causa que hoy el gobierno tenga todos los flancos abiertos: con los estudiantes, los profesores, rectores y apoderados. Esto es producto de una irresponsabilidad política al plantear un programa tan rupturista para tan poco tiempo. No es una estrategia de buen gobierno. Una estrategia de buen gobierno prioriza, saca una cosa y después va con la otra.
-Algunos han acusado improvisación en los proyectos que se han presentado en Educación.
-No tengo ninguna duda que ha habido una gran improvisación, y sobre todo en el proyecto escolar. Ese proyecto fue como haber sacado un conejo de un sombrero, y vamos a pagar los costos de eso. Salvo el fin del financiamiento compartido, ese proyecto no tendrá efectos en inclusión, como se argumenta.
-¿Cree que la gratuidad en educación superior tendrá efectos en inclusión, que es lo que se pretende?
-Tengo el firme convencimiento de que la gratuidad universal en un país como el nuestro, es regresiva. Sólo un ejemplo: más del 20% de jóvenes que egresa de la enseñanza media no trabaja ni estudia. Y en vez de apoyar a esos jóvenes, vamos a darle educación gratuita a los que ingresaron a la educación superior de los mejores colegios. No puedo estar de acuerdo con esa política.
-La gratuidad universal demanda una importante cantidad de recursos; por otro lado, en las últimas semanas el gobierno ha expresado una gran preocupación por la desaceleración económica. ¿Cómo lo ve?
-Es completamente contradictorio. Cuando comprometió la gratuidad universal, se compró el discurso estudiantil de que la gratuidad universal iba a significar mayor igualdad. Eso lo puedo entender en una sociedad con muchos más recursos que la nuestra. Esta idea de que todas las políticas tienen que ser universales, no se condice con la necesidad que aún tenemos en Chile de focalizar recursos en los más pobres. Es evidente que cumplir todo el programa es inviable, entonces necesitamos una carta de navegación para saber qué se va a hacer.
-¿La educación superior gratis es inviable?
-Es completamente inviable. No habrá recursos, tan simple como eso.
Mariana Aylwin: "El riesgo del neopopulismo está presente en Chile"
Dice que, en parte, las promesas de la Nueva Mayoría ayudaron a sentar este escenario.
Junto al tema educacional, una de las últimas preocupaciones de Mariana Aylwin es que se consoliden líderes con características populistas, en un contexto en que se ha ido perdiendo la "importancia de la gobernabilidad".
-¿Cree que en Chile puedan vencer discursos populistas?
-Sinceramente pienso que el riesgo del neopopulismo está presente en la sociedad chilena. Esto no está sólo en Argentina, Venezuela y Ecuador, en Chile también. Y hay sectores que de alguna manera han ido perdiendo la noción de la importancia de la gobernabilidad, de los avances incrementales y de tener criterio de realismo político. Ese es un problema que nos aqueja transversalmente.
-¿Ve ese populismo en ciertos liderazgos particulares del mundo político?
-Sí, y no sólo en sectores de la Nueva Mayoría, también aparecen en sectores de la derecha. Por ejemplo, personas como el senador (Manuel José) Ossandón (RN) tienen características de ese tipo.
-Ese riesgo de populismo, ¿surgió en la última elección presidencial, con el triunfo de la Nueva Mayoría?
-Creo que se ha prometido mucho y ha surgido una mala lectura de lo que fueron los 20 años de la Concertación. En vez de decir que en la etapa que viene se abordarán algunos temas que quedaron pendientes, hemos claudicado de todo lo que pensábamos, diciendo que en los años de la Concertación avanzamos en la "medida de lo posible", como si es que, en todo caso, fuera posible avanzar de otra manera.
-¿Considera que este gobierno es populista?
-El programa de gobierno tiene dejos de populismo. Aunque eso ha ido mejorando en los últimos dos meses. Estoy más optimista cuando escucho a los nuevos ministros (Jorge) Burgos y (Rodrigo) Valdés.
-¿Qué responsabilidad tiene la presidenta Bachelet en la consolidación de un contexto propenso a líderes populistas?
-Siempre en un país tan presidencialista hay una cuota de responsabilidad del Presidente de la República. De todas formas, uno entiende que la coyuntura ha sido muy difícil para la Presidenta y en esas condiciones obviamente que su liderazgo se ha visto debilitado. Por eso me parece tan importante que se empoderen los ministros del gabinete.