A mediados del año pasado el ex senador y hoy vicepresidente del PS, Camilo Escalona, planteaba que no se podían hacer todas las refomas al mismo tiempo, lo que le valió una lluvia de críticas. Hoy esa mirada se impuso en el partido y es parte de la ofensiva que impulsa quien lo venciera en las elecciones internas.
-¿Cómo ve el escenario económico?
-Más complejo de lo que se esperaba, es un diagnóstico que la autoridad económica tiene. Se origina esencialmente en la baja de la inversión, que genera un problema serio porque el sector privado abarca el 80% de la economía como es sabido y el esfuerzo que ha hecho el Estado de invertir, siendo importante, abarca sólo la quinta parte del total de la economía. Tienen que aunarse los esfuerzos tanto del sector público como del privado para lograr un crecimiento dinámico, indispensable para financiar los gastos sociales que se desprenden de las reformas que se comprometieron, en particular la reforma a la educación que conlleva un volumen elevadísimo de nuevas obligaciones de parte del fisco.
-Es como dijo el ministro Valdés ¿la política está contaminado la economía?
-Las reformas fueron aceptadas por el país en forma ampliamente mayoritaria y son indispensables a largo plazo. La propia naturaleza de nuestro proceso democrático, nos exige reducir los grados de desigualdad, y ellos van a significar un mayor grado de estabilidad democrática. Eso es inversión para el futuro. Ahora, hubo planteamientos equivocados que no fueron en absoluto afortunados para aunar las voluntades en torno a las reformas, la teoría de la retroexcavadora y el planteamiento en la reforma tributaria, de que era una lucha entre ricos y pobres.
-¿Un error comunicacional?
-Fue un poco más allá de lo comunicacional. Aquí se perdió de vista que la tarea exigía mantener no sólo la unidad de la Nueva Mayoría, sino que además lograr que desde el gobierno se estableciera una interlocución con sectores de la oposición y del empresariado que posibilitaran contar con el conjunto de las fuerzas que son indispensables comprometer en la lucha contra la desigualdad. Espero que el ministro Valdés pueda acometer un año después esta tarea con un respaldo de la Nueva Mayoría que sea unánime.
-El PS acordó que hay que reordenar la agenda de reformas...
-Y me siendo muy interpretado. Lo he venido planteando desde hace varios meses. De hecho cuando señalé que las reformas no son simultáneas, fui excomulgado y recibí todo tipo de improperios. Se ha perdido un tiempo precioso y al mismo tiempo nos ha quitado parte de las fuerzas sociales que nos acompañaban.Bueno, para eso creo que se hizo el cambio de gabinete, para que el nuevo equipo pueda tener un nuevo acento y desarrollar una nueva visión del proceso de cambios.
-¿Los hechos le dieron la razón?
-Eso ya pasó, no me quedo con los hechos del pasado. Las ideas que le hemos señalado al país con entera transparencia son las que finalmente se han abierto paso. El proceso de reformas estructurales es en su naturaleza, paulatino, gradual y necesita del máximo de fuerzas posibles para ser exitoso.
-¿Detrás de esta ofensiva, hay también un objetivo más político, pensando en las próximas elecciones?
-La política socialista obedece a un criterio político, no puede ser de otra manera, pero no electoral, eso es un error. Cualquier perspectiva electoral tiene como condición que el gobierno supere las dificultades y no las vamos a superar con una mirada voluntarista, fuera de la realidad; que piensa que se pueden hacer cosas que ya no se pueden hacer. La política socialista se encamina, en primer lugar, a colaborar con el gobierno para que éste salga de esta situación tan compleja en que se ha visto atenazado. El gobierno necesita que le colaboremos, no que lo ahoguemos. Hay algunos que creen que demandando y exigiendo del gobierno todos los días cosas, éste va a resolver los problemas y eso no hace sino que debilitarlo más. Estamos en una situación delicada, la crisis política y de confianza es muy profunda, aquí no hay tiempo para lujos ni aventuras y en consecuencia ayudar a que el gobierno salga de esta situación es una cuestión prioritaria.
-Ya hemos visto actuar al ministro Valdés, se tenían las mismas expectativas del nuevo ministro del Interior ¿está en deuda el ministro Burgos?
-No creo que esté en deuda, pero se tiene que empoderar más. Lo que pasa es que hay gente de la Nueva Mayoría que le pone palitos en el camino, piensan que él tiene que hacer lo mismo que había hecho el equipo anterior y no se han dado cuenta que la situación cambió. Hay gente que no aprende nunca. Antes teníamos tres cuartas partes del apoyo nacional, ahora tenemos una sola cuarta parte, entonces creen que con el 25% de respaldo se puede hacer lo mismo que con el 75%, es una mirada enteramente fuera de la realidad. Lo que solicito es que al ministro Burgos se le de todo el respaldo que necesita para poder enfrentar una tarea que es bien cuesta arriba.
-¿Pero no es la mandataria la que debe empoderarlo?
-La Presidenta lo ha nombrado precisamente para llevar adelante esa tarea.
LOS ÚLTIMOS NOMBRAMIENTOS
-¿Cómo ve la nominación de Adriana Delpiano en Educación?
-Era indispensable el nombramiento de una persona que pueda renovar el diálogo con los diferentes protagonistas de la reforma educacional. Era muy incierta la situación que se había producido con una interrupción del intercambio de opiniones que hacía altamente preocupante lo que se podía producir en el curso de las próximas semanas. La nueva ministra conoce el sector y cuenta con un bagaje suficiente como para enfrentar este gran desafío.
-¿Y el caso de Nicolás Eyzaguirre, que llega a la Segpres?
-Ya han opinado otras personas, se espera que él pueda efectivamente enfrentar un diálogo que lamentablemente en el caso de educación no prosperó. Sobre todo, que se pueda hacer parte de la convicción del gabinete en las últimas semanas, en el sentido que las reformas no son simultáneas. El gabinete que encabeza Jorge Burgos logró instalar un criterio, de poder organizar el proceso político de los próximos meses sobre la base de priorizar aquellas áreas que son esenciales. En consecuencia lo que debemos esperar es que se pueda afianzar ese criterio y no nuevamente intentar otra alternativa.