El mercado del lujo está en pleno auge en el país. Un ejemplo claro es lo que ha pasado con la adquisición de autos de alta gama, segmento que durante el último trimestre de este año alcanzó una tasa de crecimiento del 20%, equivalente a más de 3.000 unidades vendidas frente a igual periodo de 2017, de acuerdo a cifras de la Asociación de Marcas de Lujo (AML).
El impulso del año pasado continúa este primer trimestre: las ventas de vehículos valorados en más de $ 30 millones y no superiores a los $ 60 millones ascendieron a 2.363 unidades, un 91,6% más en comparación a igual período de 2017 y sobre los $ 60 millones se vendieron 154 unidades, frente a las 127 del primer trimestre del año pasado, según la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC).
Los numerosos atributos que poseen los automóviles premium son su atractivo y quienes conocen de cerca estas “joyas” lo tienen claro. Son adquiridos por su diseño, por el prestigio de la marca y sus lujosas y diversas prestaciones. Cuero Connolly, madera interior o fibra de carbono en los deportivos son los elementos diferenciadores, según precisa Carlos Argomedo, dueño de Argomedo Performance, uno de los escasos talleres mecánicos especializados en Aston Martin, McLaren y Lotus, donde hacen mantención y reparan cerca de 80 vehículos de dichas marcas al mes.
Pero todo lujo tiene su precio, más allá del que se paga inicialmente. Un usuario interiorizado en su vehículo tiene claro que el costo de las mantenciones varía según sea cada 10.000 kilómetros (impares) o bien cada 20.000 kilómetros (pares). Por lo general, dicen los expertos, las pares son más costosas que las impares. Además, su frecuencia dependerá de las indicaciones del fabricante de la determinada marca.
Por ejemplo, la mantención de un Mercedez-Benz modelo CLA Coupé a los 10.000 kilómetros (que incluye cambio de aceite de motor, el cambio de filtro de aceite de motor, tratamiento de purificación al aire acondicionado y limpieza de motor) en la concesionaria Kaufmann, tiene un valor de $ 333.000 más IVA. En tanto, el valor se duplica para las mantenciones pares porque se cambian todos los filtros de aire.
Mepcro es un taller alternativo al concesionario oficial de la marca alemana y de Audi. Uno de los modelos que han recibido es el Mercedez-Benz C180 sedán año 2015, es decir, semi nuevo. Según explica el jefe del taller, Rodrigo Leiva, el costo de una mantención completa a los 60.000 kilómetros depende del tipo de caja de cambio. Si el auto viene con un modelo 22.9 puede llegar a costar $ 580.000 + IVA (incluyendo mano de obra y repuestos).
Para un Aston Martin, McLaren o Lotus, las mantenciones son cada 10.000 kilómetros y una normal, que incluye cambio de aceite, inspección de frenos puede costar $ 600.000 en Argomedo Performance.
Para el Maserati Ghibli sport de 430 caballos – que alcanza una velocidad máxima de 290 kms/hr, SKBergé Luxury realiza tres mantenciones, una por año o bien a pares. La más cara es a los 40.000 kilómetros por un valor de $ 1.100.000 e incluye el cambio de filtro de aire y el cambio de líquido de frenos, según indica el supervisor del taller, Marco Leite.
Como también es el concesionario oficial de Ferrari, han atendido a 20 unidades del modelo 458 Italia, que cuesta $ 200 millones, el más presente en las calles de Chile. Como es de poco uso, el plan de mantenimiento de SKBergé cubre siete años o los primeros 70.000 kilómetros. Las más caras son las básicas correspondientes a las pares, que se acercan al $ 1.200.000, y las impares bajan su costo al $ 1.000.000.
Repuestos y accesorios
El rango para considerar estos autos como usados puede variar desde los cinco a los diez años, y para esos casos lo que encarece la mano de obra es el cambio de piezas, que a veces son difíciles de importar, ya que una mantención de un vehículo con poco kilometraje frente a otro ya considerado usado es relativamente similar si ha tenido un buen trato, asegura Argomedo. En una ocasión, comenta, debieron cambiar uno de los focos de un Lamborgini que costó $ 7.000.000.
Mepcro trabaja con repuestos originales, pero también con homologados de origen alemán. Para el Audi motor A4, A3 y A5 2015, el cambio de compresores de aire en stock en la tienda cuesta desde el $ 1.000.000. En SKBergé la importación de un parabrisas para Maserati Ghibli puede costar hasta $ 2.500.000. Se demora en promedio 20 días hábiles, mismo tiempo que tarda en conseguir un foco para el modelo Ferrari 458 Italia, que cuesta $ 800.000.
Leite también destaca los accesorios que tiene ese modelo del cavallino rampante. Entre otros, dos llantas opcionales, con diseños muy visuales y que se adquieren por separado, pueden llegar a valorizarse en $ 4.000.000.
En general, estos autos se caracterizan por tener una alta rotación debido al “castigo” que les dan quienes los manejan. “Cuando son de alta performance, los corren más de la cuenta. Son autos delicados que hay que saberlos manejar”, repara el dueño de Argomedo Performance.
Recuerda un caso extremo cuando un usuario quemó el sistema de embrague y tuvo que desembolsar $ 3.000.000.
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