El deal

WOM: la nueva tormenta que irrumpe en la carrera empresarial de Thor Björgólfsson

En Islandia fue dueño de Landsbanki, uno de los tres bancos que quebraron en 2008, luego de ejecutar millonarios préstamos a sus accionistas, dinero con el cual compraban nuevas empresas.

Por: Sandra Burgos Alvarado | Publicado: Sábado 6 de abril de 2024 a las 04:00 hrs.
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Esta semana se definió el destino de WOM.

A primera hora del lunes, un comunicado de prensa de la compañía controlada por el fondo Novator, liderado por el empresario islandés Thor Björgólfsson, anunció que había solicitado esa misma mañana la reorganización voluntaria de su estructura de capital, para hacer frente a sus necesidades de liquidez a corto plazo, bajo el Capítulo 11 de Estados Unidos, en el Distrito de Delaware.

Esto vino a confirmar los rumores que circulaban hace un par de meses en el mundo financiero en Santiago y Nueva York: que la operadora no lograría reestructurar su deuda, haciéndose inminente el incumplimiento del pago de un bono por US$ 348 millones con vencimiento en noviembre.

Tres días después, Chris Bannister salía de la empresa, acusando que su controlador, Novator, no había cumplido su propuesta de inyectar recursos a la compañía. “Hace seis meses me pidieron que volviera a liderar esta increíble empresa y recuperar su ADN (¡quién podría rechazar eso!). El accionista prometió traer dinero nuevo si regresaba para revitalizar el liderazgo y la cultura, pero el accionista no cumplió su compromiso”, indicó en su cuenta de Linkedin.

A muchos los pilló por sorpresa la salida del ejecutivo inglés, en especial por su cercanía con el controlador de WOM y Novator, Thor Björgólfsson. Fue él quien lo convenció que volviera a Chile, fue el elegido para hacer la “pega difícil”: sacó a toda la primera línea, desvinculó a 700 empleados, se enemistó con proveedores a los que dejó de pagar las facturas y tuvo que tomar la decisión de solicitar el Capítulo 11, ante la falta de inyección de recursos nuevos por parte de los accionistas. Por tanto, para muchos fue extraño que el mismo Thor le pidiera que se fuera.

Cercanos a Bannister explican que la razón de su salida está clara. El ejecutivo habría sido despedido luego de negarse a aprobar la entrega de nuevos recursos de WOM hacia las arcas de Novator. “Thor quería retirar dividendos, para lo cual necesitaba de una aprobación de  la junta de ejecutivos conformada por el socio local de Novator, Kristopher Brigham; el exNextel Mario Lotero; el CEO Chris Bannister; el CFO Alvaro Araya; y el vicepresidente de ventas y operaciones Andrés Ok. Bannister se negó a hacerlo porque su nombre quedaba en entredicho con los bancos con quienes había obtenido el préstamo para dar continuidad operacional a la compañía y con el mundo financiero en general”, señala una fuente. Agregan que ante ello, Thor Björgólfsson le pidió que se fuera.

Contactado el ejecutivo inglés por Señal DF, no quiso profundizar sobre el tema, indicando que “mi post describe la situación. Yo vivo mis valores”.

Tratamos de tomar contacto con Novator, pero fue imposible, ya que los mails de esta compañía y NaMa Capital -otro de sus fondos- rebotaron.

Quienes conocen la historia del empresario islandés, no se sorprendieron por los hechos, porque no es la primera vez que sus empresas pasan por una situación como ésta: sobreendeudamiento y quiebra.

El “modus operandi”

Sigrún Davíðsdóttir, destacada periodista islandesa experta en temas económicos, fraudes y corrupción -que siguió a fondo la crisis bancaria del año 2008 que hizo colapsar el sistema financiero islandés- explica cómo es Thor Björgólfsson.

Thor sigue el mismo modelo que muchos de los llamados empresarios audaces y atrevidos: compra/construye empresas con mucha deuda. En las compras apalancadas, normalmente se apresurará a retirar dividendos, dejando que la empresa se encargue del servicio de la deuda. Aunque parezca que está comprando mucho a un precio muy alto, la ventaja es que cuando estos activos posiblemente sobrevalorados se utilizan como garantía para financiar futuras adquisiciones, se pueden obtener más préstamos, por lo que se acumula más deuda sobre estos activos. Así era como operaban todos los principales accionistas de los bancos islandeses, todos financiados por los grandes bancos”, explicó a Señal DF.

Thor Björgólfsson llegó a ser el primer y único multimillonario de Islandia. A su país natal regresó luego de hacer fortuna en Rusia. Un artículo de Euromoney de noviembre de 2002, explica que “después de hacerse cargo de manera cuestionable de la empresa de refrescos para la cual su padre había sido contratado, establecieron una cervecería que vendieron a Heineken, por US$ 400 millones en 2002. Así es como sacaron su dinero de Rusia. La parada siguiente fue Islandia”.

En Islandia compraron el 40% de Landsbanki, banco que en ese momento estaba siendo privatizado. Ahí partió su apogeo. En 2005 fue portada de la revista Forbes de Estados Unidos y en 2007 fue protagonista de una de las transacciones más importantes de Europa: la compra de la farmacéutica Actavis por US$ 7.300 millones, apalancándose en bancos alemanes, pero también en su propio banco.

De hecho, éste le entregó sus últimos recursos en septiembre de 2008 –US$ 230 millones- pocos días antes de su quiebra, la que provocó el colapso del sistema financiero islandés.

En el momento del desplome, en octubre de 2008, él era -junto con su padre- el principal accionista de Landsbanki, el segundo banco más grande del país (después de Kaupthing).

Según el Report of the Special Investigation Commission (SIC), una comisión investigadora del parlamento islandés que investigó las causas de la crisis bancaria, cuando Landsbanki colapsó, Thor Björgólfsson y sus empresas afiliadas eran los mayores deudores del banco. Björgólfur Guðmundsson (el padre) era el tercer mayor deudor del banco. En total, sus obligaciones con la entidad financiera ascendían a más de 200 mil millones de ISK, cerca de US$ 1.400 millones.

Pablo Aguirre es doctor con premio extraordinario en “Economía internacional y Desarrollo” por la Universidad Complutense de Madrid  y es autor de "Islandia: regulación financiera y abaratamiento de la deuda pública tras el colapso bancario de 2008".

En conversación con Señal DF explicó que Landsbanki, junto con los otros dos bancos recién privatizados (Kauphing y Glitnir) "se lanzaron entre 2003 y 2008 a una carrera acelerada para hacer dinero rápido, con una estrategia como mínimo muy irresponsable y negligente con la gestión de los riesgos financieros que se estaban asumiendo. Ni el poder político, ni el banco central (que establecía la regulación y la política monetaria) ni el supervisor bancario (FME, por su sigla en islandés) fueron capaces ni tuvieron intención de pararles los pies a los bancos. Algo lógico, pues estaban totalmente 'capturados' por el sector financiero, que por supuesto se encargó de regar adecuadamente de prebendas (incluidos créditos) a todos los responsables políticos de cierto nivel y a muchísimos parlamentarios", sentenció.

Agregó que "en su carrera desbocada, el sistema bancario islandés llegó a tener un tamaño por valor de activos de casi 10 veces el PIB de Islandia, y el 70% de este balance estaba denominado en divisas extranjeras".

Tras este episodio, Thor Björgólfsson -según un artículo del diario El País publicado en 2011-, se convirtió en el hombre más odiado de Islandia.

Tras ello dejó el país y se instaló en Londres, donde tiene su sede de negocios,  que lo conforman empresas como Novator y NaMa Capital, que participan en el sector de telecomunicaciones y bienes raíces, entre otros.

Quienes lo conocen señalan que un día se le ocurrió buscar un destino donde la naturaleza le permitiera hacer outdoor y surfear, dos de sus grandes pasiones. Así llegó a Chile, compró Nextel y levantó WOM, el resto de la historia, ya todos la conocemos.

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