Las dudas y los temores sobre los efectos de la crisis
financiera hicieron ayer estragos en Wall Street y contagiaron a las bolsas de
todo el mundo. Esta noche el turno fue para la renta variable asiática que se
inundó de rojo con recortes que el caso de Shangai superaron el 5%.
Y es que la agoreras previsiones de Goldman Sachs, Citigroup
y General Motors pusieron en jaque a los inversores americanos que se lanzaron
a vender y provocaron recortes en el entorno del 3% para los tres principales
indicadores de Wall Street. Al otro lado del Atlántico la situación fue similar
y las plazas europeas recortaron un 2,5% de media en a sesión marcada por las
“medidas excepcionales” anunciadas por Fortis.
Con este panorama, las principales bolsas asiáticas no
tuvieron otra opción y terminaron la jornada con acusados recortes debido
también al lastre del precio del petróleo que superó los 140 dólares por barril
apuntalados por las noticias de que Libia evalúa un recorte de producción y por
el debilitamiento del dólar. En el mercado de divisas japonés el dólar se
apreció un ligero 0,08% frente al yen y se cambió por 106,9 unidades.
Las presiones inflacionistas y la escalada de precios del
petróleo propiciaron a las bolsas asiáticas su peor mitad de año desde 1992,
cuando Japón registró el nivel más alto de inflación de una década y el
petróleo estaba rozando máximos.
El principal indicador asiático, el de Tokio, terminó un 2%
abajo, hasta los 13.544 puntos, su cierre más bajo desde el 24 de abril. Las
caídas se repitieron en todas las plazas asiáticas. India recortó un 4,4%,
Mumbai (India) un 4,1%, Taiwan un 3,4%, Seúl un 1,9%, Hong Kong un 1,8%, Sydney
un 1,4% y Singapur un 1,3%. Pero la mayor sangría se la llevó la bolsa de
Shangai que cerró un 5,3% abajo que amplía su saldo negativo desde octubre al
52%. El indicador regional MSCI Asia-Pacific cerró con descensos del 2,1%, a
mínimos de tres meses, mientras que el pan-Asiático cedió un 2% y repitió
mínimos de marzo.
Renta variable japonesa
El Nikkei no sólo terminó con descensos del 2% y se colocó
en el cierre más bajo desde el 24 de abril. Además, encadenó su peor racha de
descensos de los últimos siete meses y acumuló un saldo negativo del 2,9% en la semana. La escalada de
precios del petróleo golpeó especialmente a las financieras, las compañías de
transporte y a los exportadores.
Las previsiones de Goldman Sanchs invitaron a vender papel
en el sector bancario. Sumitomo Mitsui terminó la semana con recortes del 4%,
mientras que Mitsubishi UFJ y Mizuho Financial se depreciaron un 3,5%.
En cualquier caso, el mayor lastre entre los 225 valores del
Nikkei fue para la televisión por cable SKY Perfect JSAT que se fue de fin de
semana con descensos del 5,6%. El fabricante de maquinaria pesada Fanuc fue otra
de las compañías más bajistas. Cerró un 4,3% abajo y sufrió su mayor caída en
más de dos meses. En lo que respecta a los exportadores, Honda y Canon se
depreciaron un 2,7% y un 1,6% respectivamente.
Otro valor destacado fue Matsushita Electric, el mayor
fabricante de electrodomésticos del mundo. Recortó un 2,3% tras conocerse que
el gasto de los hogares japoneses bajó un 3,2% en mayo. Entre tantas pérdidas
se atisbaron ganancias en el sector eléctrico. Tokyo Electric Power se anotó un
3,5% tras anunciar que podría revisar su facturación al alza por primera vez en
dos años. Kansai Electric Power rebotó un 1,7% y Chubu Electric Power un 0,8%.
Rebote del oro
En el mercado de materias primas la escalada de precios del
petróleo no fue la única. La
actual situación de inestabilidad e incertidumbre de los mercados financieros y
el correspondiente debilitamiento del dólar ha hecho a los inversores
refugiarse en el oro que ayer cosechó su mayor subida en dos años. Se disparó
un 3,7% en el mercado neoyorquino y los futuros para entrega en agosto se
pagaron por 915,10 dólares la
onza. Este subidón propició un rally bursátil del 14% para la
compañía australiana Newcrest Mining.