El euro se ha contagiado del mal que provocó que al dólar se
le confundiera con una moneda refugio hace tan sólo unos meses. La divisa
estadounidense se venga dejando a la divisa comunitaria por debajo de la cota
de los 1,40 dólares, un nivel que no perdía desde el pasado 19 de septiembre de
2007, cuando se situó en 1,3957 dólares.
En Europa sobrevuela el fantasma de la recesión. El Viejo
Continente se atraganta con los datos macroeconómicos decepcionantes y con las
malas previsiones sobre el crecimiento económico, por parte tanto de la Comisión Europea
(CE) como del Banco Central Europeo (BCE). Con todo ello sobre la mesa parecía
inevitable que el euro perdiera la cota psicológica de los 1,40 dólares, aunque
estuvo bastantes sesiones aguantando el tipo frente al billete verde.
Y como las coincidencias no suelen darse, merece especial
mención recordar que el euro alcanzó sus máximos históricos con el dólar el
pasado 16 de julio al instalarse en los 1,60 dólares, sólo cinco días después
de que el crudo marcara un récord en los 147,27 dólares. A partir de ahí, ambos
fueron deslizándose en sus respectivos mercados. Amagos no les han faltado para
hacer temer a los inversores que volverían a las andadas. Sin embargo, la
tregua del petróleo le está dando alas a un dólar al que le ha costado levantar
cabeza.
La moneda europea ha caído en torno al 15% desde ese día de
julio en el que parecía que su liderazgo frente al dólar iba a ser muy difícil
de erosionar, mientras que el petróleo ha perdido en dos meses un 30,34%.
Aunque algunos expertos ya apuntan a que el 'oro negro' volverá a máximos en la
primera mitad de 2009.
Pronósticos
El descenso del petróleo parece haber sido el principal impulsor
para el dólar, mientras que para el euro este ha sido otro de los baches en su
camino. Hoy, sin ir más lejos, la Comisión Europea volvía a inyectar pesimismo en
el mercado al anunciar que la desaceleración económica del bloque será “mayor
que la pronosticada” en el 2008 debido a la persistencia de la elevada
inflación, la caída de los precios de los bienes raíces en algunas naciones y
la agitación de los mercados financieros.
El último pronóstico del órgano ejecutivo de la Unión Europea
sostuvo que el crecimiento económico de este año en las 15 naciones de la zona
del euro será solamente del 1,3%, una merma de 0,4 puntos frente al pronóstico
de abril.
El crecimiento en la totalidad de las 27 naciones del bloque
fue igualmente reducido al 1,4% del 2%.
Jean-Claude Trichet también ha aparecido publicamente estos
últimos días para advertir sobre los riesgos inflacionistas existentes en la
zona euro y la debilidad del crecimiento económico global.
Tras despertar estas alarmas, el desplome de Lehman Brothers
afecta más a la economía europea y, por extensión al euro, que al dólar.
Así, la divisa comunitaria se deja frente al billete verde
alrededor de un 0,14% y se cambia en 1,3919 dólares, aunque ha llegado a perder
los 1,39 dólares. El BCE fija el cambio oficial en 1,4094 dólares.