La oleada de previsiones de las firmas de inversión sobre los mercados financieros en 2023, en medio de las discrepancias existentes, aflora un denominador común. La práctica totalidad de los expertos augura un ejercicio más favorable que 2022.
Este vaticinio podría extenderse a las previsiones específicas sobre el precio del bitcoin. La serie histórica más reducida que presenta respecto a los activos "tradicionales" y la dificultad para establecer un análisis fundamental de la criptomoneda multiplican el grado de dispersión de las previsiones de los expertos. A cambio, el desplome superior al 60% que acumula este año su cotización allana el terreno para un 2023 más positivo. Pero incluso en este apartado hay entidades financieras que no descartan una reedición del descalabro sufrido en 2022.
Posibles caídas
Entre las predicciones más pesimistas sobre el bitcoin barajadas sobresale la incluida por Standard Chartered en su informe sobre posibles sorpresas en los mercados en 2023. El banco británico, una de las entidades financieras europeas con mayor exposición a Asia, rebaja drásticamente los ánimos de los seguidores más fieles de la criptomoneda al vaticinar que su precio podría hundirse hasta los US$ 5.000 en el próximo ejercicio.
Una eventual caída a US$ 5.000 supondría un desplome adicional del 70%, ligeramente superior al 63% que acumula este año, respecto al entorno de los US$ 17.000 en el que cotiza en el día de hoy.
El pesimismo de Standard Chartered se basa en la posibilidad de que tras el colapso de FTX un número creciente de empresas cripto podrían "sucumbir a las restricciones de liquidez y la huida de los inversores". El banco británico argumenta que aunque la liquidación de bitcoins se desacelerará, el mercado ya está dañado, por lo que "cada vez más empresas cripto y plataformas se encuentran con liquidez insuficiente, lo que lleva a más quiebras y al colapso de la confianza de los inversores en los activos digitales". El descalabro del denominado 'oro digital', según Standard Chartered, contrastaría con las subidas de hasta el 30% en el precio de un activo refugio como el oro.
La complejidad para establecer análisis fundamentales del bitcoin favorece la hegemonía de los análisis desde el punto de vista técnico. En un intento por adoptar una perspectiva más amplia destaca la iniciativa de Gareth Soloway de establecer algunos paralelismos con los "mercados tradicionales". El estratega jefe de InTheMoneyStocks, con 170.000 seguidores en Twitter, equipara la caída de FTX con la quiebra de Lehman Brothers para calcular que el bitcoin podría hundirse hasta los US$ 9.000.
Soloway recuerda que la renta variable, en concreto el S&P 500, se hundió entre un 40% y un 45% en los cinco-seis meses posteriores a la quiebra de Lehman Brothers. Un 45% de caída en el bitcoin respecto a sus precios actuales, añade, desinflaría su cotización hasta el entono de los US$ 9.000.
Un escalón por encima sitúa su previsión sobre el precio del bitcoin el veterano analista Mark Mobius, conocido como 'el Flautista de Hamelín de los mercados emergentes". En opinión del exdirectivo de Templeton, la continuidad en las subidas de tipos por parte de la Reserva Federal y el consiguiente endurecimiento en los costes de financiación podrían ampliar las caídas del bitcoin, durante el próximo año, hasta los US$ 10.000.
Grandes firmas de inversión "tradicionales" también han cuantificado sus proyecciones sobre el precio del bitcoin para 2023, y una de las que han alcanzado mayor notoriedad en las últimas fechas es la emitida por JPMorgan. El banco estadounidense, en pleno derrumbe de FTX y tomando como referencia la anterior caída del mercado en mayo con el colapso de terra-luna, el banco estadounidense de inversión planteó que el bitcoin podría derrumbarse hasta los US$ 13.000.
La estimación de JPMorgan contempla una "cascada de margin calls", los niveles de alerta sobre la pérdida de las garantías que cubren el riesgo de una inversión y que pueden provocar el cierre de la posición para evitar mayores problemas. Tras la quiebra de FTX, advierte el banco, la situación se ha vuelto "más problemática", debido a que "se está reduciendo la cantidad de entidades con balances más sólidos capaces de rescatar a aquellas con bajo capital y alto apalancamiento".
Los US$ 13.000 barajados por JPMorgan se sitúan en línea además con el suelo barajado por varias firmas desde el punto de vista del análisis técnico.
Posibles subidas
Julius Baer es otra de las grandes firmas de inversión "tradicionales" que se ha pronunciado sobre la evolución del bitcoin en el próximo ejercicio, aunque sin detallar niveles concretos de cotización. El banco privado suizo combina dosis de cautela con mensajes alentadores, sobre todo al más largo plazo.
El banco suizo, antes del colapso de FTX, sugería que el suelo en las caídas del bitcoin podría estar próximo. Tras la quiebra de la plataforma cripto, destaca que "la cautela y los temores de más contagios prevalecen en los criptomercados en este momento, lo que enfatiza la necesidad de transparencia y seguridad en las soluciones de custodia".
A modo de conclusión, Julius Baer resalta que "mantenemos nuestra opinión de que una recuperación rápida a corto plazo parece poco probable, ya que las heridas de la crisis cripto de este año tardarán más en sanar, mientras que el potencial a largo plazo de los activos digitales y su tecnología de cadena de bloques subyacente se han quedado fuera de foco por ahora".
Esta combinación de cautela a corto plazo y optimismo a largo plazo está detrás de un hecho que subraya la firma de analítica Glassnode. De acuerdo con sus datos, los inversores a más largo plazo han elevado a cifras récord sus reservas, hasta sumar 13,62 millones de bitcoins de un total de 19,22 millones en circulación. Esta acumulación, además de evidenciar la resistencia a las ventas y de restringir la oferta, podría proyectar un rango de cotización en el bitcoin entre los US$ 23.218 y los US$ 34.412. Esta última cifra equivaldría a duplicar los niveles actuales de US$ 17.000.
Los inversores más confiados en un contundente giro al alza en el mercado de criptomonedas se aferran a la euforia que trasladan las previsiones de algunos de los más reconocidos partidarios de las criptomonedas. Este es el caso de Tim Draper. El inversor y emprendedor centrado en el sector tecnológico y firme defensor de la descentralización no ha dudado en señalar que "he extendido seis meses mi predicción US$ 250.000 sigue siendo mi número".
Draper, con 245.000 seguidores en Twitter, vaticina que el bitcoin alcanzará este nivel a mediados de 2023. Para ello tendría que acumular un rally próximo al 1.400% respecto a los US$ 17.000 actuales. La decisión de extender esta predicción seis meses se debe a que el anterior pronóstico de Draper contemplaba la conquista de estos US$ 250.000 a finales de 2022, una cota inalcanzable a falta de tres semanas para el cierre del año. El inversor reconoce que "algunas de las monedas más débiles se convertirán en reliquias", al tiempo que augura "un vuelo hacia criptomonedas descentralizadas y de calidad como el bitcoin".
Entre las últimas previsiones formuladas sobre el precio del bitcoin entre firmas y expertos destacados ninguna ha alcanzado las dosis de euforia trasladada por Cathie Wood. La consejera delegada, responsable de inversión y fundadora de ARK Invest se ha convertido en los últimos años en uno de los mayores referentes para los partidarios de las criptomonedas.
La designada por Bloomberg como mejor gestora en selección de acciones ('Best Stock Picker') de 2020 no solo da por hecho que el bitcoin recuperará con creces los niveles alcanzados con los récords históricos de hace un año, cuando rozó los US$ 70.000. Wood ha ido mucho más allá en sus proyecciones a largo plazo, y no ha dudado en afirmar que espera un crecimiento sostenido del bitcoin hasta el punto de augurar la conquista de la barrera del millón de dólares. Eso sí, se fija esta meta a largo plazo, para el año 2030.
Una eventual subida del bitcoin hasta el millón de dólares, como prevé Wood, desde los US$ 17.000 actuales representaría una revalorización muy superior a los cuatro dígitos, del 5.780%, unos porcentajes más propios del rally vivido durante el pasado año en plena fiebre inversora por las criptomonedas.
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