El Banco Central Europeo (BCE) cumplió con las expectativas y decidió mantener la tasa sin cambios, en el 4,25%.
Ahora, el mercado espera con gran expectación la rueda de prensa de Jean Claude
Trichet, en la que se esperan pistas sobre el futuro de la política económica
europea.
La institución que preside Trichet decidió de nuevo
vigilar las presiones inflacionistas a pesar de la ralentización de la
economía de la zona euro, que se contrajo por primera vez desde 1999 en el
segundo trimestre, según los datos presentados ayer por Eurostat.
Sin embargo, el elevado nivel de la inflación (3,8% en
agosto) aún está muy por encima del objetivo del 2% fijado por el BCE para este
año.
Inglaterra
Casi una hora antes, el Comité de Política Monetaria del
Banco de Inglaterra decidió mantener en el 5% los tipos en Reino Unido a pesar
de la amenaza de recesión sobre la economía británica.
Así, el banco central británico conserva sin cambios el
precio del dinero por quinto mes consecutivo tras los recortes de 0,25 puntos
porcentuales de diciembre, febrero y abril.
Al igual que en el caso del BCE, el Banco de Inglaterra
parece más preocupado por controlar la inflación, que en julio se situó en el
4,4% interanual, cuando el objetivo oficial es del 2%.